La recompensa en medio del dolor
El sargento comandante de la Guardia Civil de Quesada recibe un reconocimiento por su labor justo cuando se cumplen seis meses de la desaparición de María Josefa Padilla
Qué más le hubiera gustado al sargento comandante de puesto de la Guardia Civil de Quesada que el mismo día que recibía un reconocimiento pudiera haber llevado el consuelo a la familia de María Josefa Padilla. La Fundación Europea por las Personas Desaparecidas Sin Causa Aparente le entregó, ayer, un reconocimiento con motivo del Día de las Personas Desaparecidas a Ángel Luis Robles Medina.
En el Congreso de los Diputados recogió el premio a “La Mejor Intervención Policial” por el seguimiento, implicación personal y asistencia a la familia de María Josefa Padilla Padilla, desaparecida en El Cortijuelo, término municipal de Quesada, el 3 de septiembre del pasado año. Las casualidades han hecho que este reconocimiento coincida con la semana en la que se han retomado las labores de búsqueda, todavía sin éxito.
Agentes de la Guardia Civil han trabajado esta semana en su localización con un dispositivo que ha rastreado 40 kilómetros de cauce del Guadiana Menor que van desde la pedanía de Quesada hasta la presa de Doña Aldonza. Fue el pasado martes cuando se reactivó la búsqueda de María Josefa Padilla con el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas y la unidad canina para intentar localizarla.
María Josefa tiene 76 años y padece alzheimer. Vestía con camisón y zapatillas de estar por casa salió de su vivienda. Fue el 3 de septiembre de 2019 cuando la Guardia Civil activó la alerta por la desaparición de esta quesadeña después de que los familiares denunciaran su ausencia. Inmediatamente se puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda que contó, además, con la colaboración de vecinos no sólo de Quesada sino de otros municipios, como Huesa.
Únete a nuestro boletín