El reparto de comida interminable
'Ciudadanos por Jaén’ prevé repetir las 50 toneladas de alimentos que repartió el año pasado en la zona sur de la capital
La ayuda alimentaria continúa en la capital. La federación ‘Ciudadanos por Jaén’ ya sabe qué le espera a su vocalía de apoyo social: distribuir unas 50 toneladas de comida no perecedera a lo largo del año. Más del 80 por ciento de las cantidades acaban en familias sin recursos de los barrios del sur capitalino, según la federación. La cuantía es similar a la que compartieron hace un año La Merced, El Almendral, San Felipe, La Glorieta, La Magdalena y Antonio Díaz, entre otras zonas.
Los repartos son mensuales, aunque también hay entregas de urgencia. Como cuando ‘sobra’ leche. Voluntarios de la vocalía que coordina Dolores Lizacano organizan la comida en el almacén de la federación, ubicado en la calle Juanito Valderrama. La última descarga fue hace dos días. Antonio Guerrero, presidente de la federación, explica a LaContracrónica cómo gestionan tanto alimento: “Estamos inscritos en el Plan FEGA de la UE. Eso nos supone recibir cerca de 21 toneladas de comida al año. Tres meses cubiertos. Los nueve restantes tenemos la ayuda del Banco de Alimentos. Así llevamos desde el año 2013”, explica.
RETRATO DE LA CARESTÍA
Los miles de kilos evidencian una realidad: el número de familias auxiliadas para comer es “dramático”. “¿Brotes verdes? ¿Diez puntos recuperados del PIB? Aquí no llega nada de eso”, lamenta Guerrero.
‘OCO’ no realiza asistencia alimentaria, más allá de las cooperaciones voluntarias de sus asociaciones. Cruz Roja divide en tres fases la cobertura anual —emana del fondo social europeo— que brinda a familias de toda la provincia con poca renta. Y Cáritas Interparroquial dejó de repartir comida. Emplazó a sus auxiliados a ‘Ciudadanos por Jaén’ con un díptico. Guerrero no olvida aquel día, hace algo más de un año, en que su móvil registró 83 llamadas entrantes. Todas de personas con necesidades. “Hay gente que no puede ni alimentarse”,
COLECTIVOS QUE COOPERAN
Hay asociaciones ‘pequeñas’ que aportan cuanto pueden. Es el caso de ‘Nueva Acrópolis’, presidida por Manuel Ruiz. El domingo concluirá un mercadillo solidario destinado a dotar de recursos un proyecto en La Merced, las ‘meriendas solidarias’. El título del programa es elocuente: bocadillos, fruta y galletas para menores. “El año pasado rondamos las mil meriendas”, asegura Ruiz.
Martes y jueves, los padres en apuros económicos reciben, en mano, las aportaciones de ‘Nueva Acrópolis’. El mercadillo solidario confirma que hay jiennenses dispuestos a colaborar. “Como ciudadanos tenemos el deber moral de ayudar al vecino que echa en falta algo”, añade.
Los servicios sociales del Ayuntamiento atemperan las carencias en las medida de sus posibilidades. Los datos, los números ‘micro’, constatan que ni la estructuras estatales ni la sociedad civil organizada evitan un drama invisibilizado: aún hay platos vacíos en hogares de Jaén.
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