La final maldita de Kike
Por Antonio Pulido Casas - Febrero 25, 2019
Había una cláusula en el contrato por la que podía marcharse en el caso de que el ElPozo llamara a su puerta. Su novia, además, era de Murcia, por lo que los pasos estaban encaminados hacia ese destino si su progresión continuaba siendo meteórica. Con 21 años, Kike Boned inicia su trayectoria en la entidad charcutera y, a su vez, empieza un camino tortuoso en el que el mayor talento del fútbol sala español en aquel momento será admirado en todas partes del mundo menos en una, su tierra: Valencia.
Puedes leer el texto en el libro Sueños de fútbol sala, de Antonio Pulido.
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