La residencia estudiantil como segunda oportunidad

Medio centenar de estudiantes, la mayoría de entornos sociales adversos, aprovechan las instalaciones de la residencia Simeón Oliver para adquirir hábitos educativos

Del gueto y la falta de oportunidades a un contexto amable capaz de ofrecer alternativas de futuro. La residencia de estudiantes Simeón Olivar, la única pública de la Sierra Sur, da cobertura a 50 alumnos que proceden de entornos sociales complicados —desde familias sin recursos hasta casos aún más complejos. La mayoría son matriculados bajo las indicaciones de Servicios Sociales.

Juan Peinado, director de la residencia, explica que el alumnado comprende todas las etapas educativas. Hay tanto estudiantes en cursos de enseñanza obligatoria, como alumnos que cursan módulos de Formación Profesional en Alcalá que no tienen en sus pueblos, de manera que así se evitan los desplazamientos diarios. Un tercio del total de matriculados es de Alcalá y aldeas.

El equipo profesional de la 'Simeón Oliver' está integrado por quince trabajadores, desde tutores educativos que velan por el alumnado cuando está fuera del horario lectivo hasta los cocineros. Sobre la alimentación, Peinado remarca el "control" que hay y la calidad de los productos.

La cercanía de las pistas polideportivas de El Coto propicia un entorno agradable a los estudiantes, conectados así con la vida cultural y social del municipio. El trabajo de los educadores es imprescindible: "Aquí han celebrado por primera vez algún cumpleaños. Detalles que no tenían en su casa", explica un trabajador a este diario, acerca del esfuerzo para que adquieran prácticas saludables en todos los ámbitos.

LAS ÚLTIMAS MEJORAS DE LA JUNTA

La delegada de Educación, Yolanda Caballero, ha visitado hoy las instalaciones, y ha valorado las atenciones "educativa y social tan necesarias" que ofrecen las residencias públicas. En la provincia hay cuatro más. Están ubicadas en Villanueva del Arzobispo, Beas de Segura, Marmolejo y Santiago de la Espada. Además, en Alcalá hay plazas concertadas en los centros SAFA y Cristo Rey.

En el último lustro las instalaciones de la residencia Simeón Oliver han sido mejoras por la Junta: hace un trienio mejoró la caldera —pasó de gasoil a gas, con el consiguiente ahorro energético— y este curso ha cambiado la cubierta del centro con un presupuesto que ronda los 90.000 euros —incluye la sustitución de ventanas y cristaleras.

Carlos Hinojosa, alcalde de Alcalá, remarca el carácter multiusos de la residencia en los meses sin ejercicio académico. 'Simeón Oliver' también es escenario de los campos de trabajo en campeonatos de hockey, el campus de baloncesto Pablo Aguilar e incluso da apoyo logístico en el festival Etnosur.

A juicio del alcalde y del director del centro, la residencia es un paradigma de cómo se concibe la educación desde el ámbito público. "La apuesta social es evidente", concluye Peinado.