Respirar como forma de conexión con uno mismo

Ahora que empezamos invierno, observamos cómo aparecen los primeros casos de gripe, covid, resfriado común, bronquitis, neumonía y otros virus, que afectan a nuestro sistema respiratorio. Con el cambio de estación y la llegada del frío, la reducción a la exposición solar, así como el aumento de humedad en interiores y una mayor permanencia en lugares cerrados, hacen que nos encontremos con un entorno perfecto para el desarrollo de estas patologías.
Además, la transición que supone esta época del año representa para muchas personas un desafío a nivel emocional y bajos estados de ánimo. La reducción de actividades de ocio, la proximidad al cierre de año y la disminución de horas de luz, podrían tener mucho que ver. Recordemos que la exposición a la luz natural influye en la producción de serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo y aspectos del bienestar, además de ayudar a funciones como el sueño, el apetito y la digestión.
Este conjunto de factores favorecen que nuestro sistema inmunológico se vea afectado, y en consecuencia, podamos ser más propensos a enfermar. Las enfermedades respiratorias aumentan en esta época del año entre un 30% y 40% en España.
¿A quiénes afecta principalmente estas patologías?
A los niños, a las personas mayores, a personas con enfermedades del sistema inmunológico y a personas con patología respiratoria crónica, como son, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, apnea obstructiva de sueño, fibrosis pulmonar, bronquiectasias e hipertensión pulmonar.
En general, las personas con patología respiratoria crónica suelen requerir tratamientos y cuidados de por vida para mejorar la calidad de vida y evitar el empeoramiento de los síntomas.
Los tratamientos de elección incluyen medicación, cambios en el estilo de vida, rehabilitación respiratoria, y en algunos casos, oxigenoterapia o ventilación mecánica, como puede ser, la CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) en los casos de apnea del sueño.
Aquí entra la desconocida fisioterapia respiratoria/cardiorrespiratoria. Terapia que se considera tratamiento de primera elección en hospitalizaciones, ya que reduce el tiempo de ingreso hospitalario, acelera la estabilización de la enfermedad y favorece la mejora y alta. En cambio, como tratamiento de prevención y mejora de la calidad de vida, no se está haciendo el suficiente hincapié, o al menos, así lo estoy observando desde mi perspectiva como fisioterapeuta.
En general, me encuentro con una población que desconoce esta herramienta. Mi función es hacerte llegar esta información, que dispongas de este conocimiento. Y si lo consideras oportuno, puedes indagar más sobre ello y beneficiarte de esta terapia.
¿En qué consiste la fisioterapia respiratoria?
Se trata de técnicas y ejercicios respiratorios, prácticas de relajación y adaptación al ejercicio físico, basado en entrenamiento de fuerza, movilidad y ejercicio cardiorrespiratorio.
Como fisioterapeuta, percibo este abordaje como un espacio donde el paciente obtenga una atención integral y personalizada, orientada a mejorar su calidad de vida a través del autoconocimiento. Conocerse a sí mismo puede empezar por algo tan sencillo como respirar de manera consciente.
En aquellos casos en los que sea necesario, estudiaremos posibles cambios de hábitos, y llevaremos un registro diario de nuestros marcadores de salud respiratoria. Esto facilitará que podamos detectar la necesidad de derivar a médicos especialistas, cuando sea necesario.
¿Cuánto dura este proceso de fisioterapia respiratoria?
La duración del tratamiento dependerá de varios factores como son la condición clínica del paciente, los objetivos terapéuticos, la gravedad de la enfermedad respiratoria y la respuesta individual al tratamiento. En general, si el paciente sigue el plan recomendado y se compromete con la terapia, se pueden ver mejoras significativas en cuestión de semanas a meses. Sin embargo, en condiciones crónicas, la fisioterapia respiratoria puede formar parte de un manejo continuo de la enfermedad.
En otros casos, el trabajo del fisioterapeuta se podría considerar finalizado cuando la persona dispone de herramientas para gestionar su crisis, ha iniciado un camino de cambio de hábitos, en la medida de lo posible, y ha entendido el proceso en el que se encuentra.
Se trata de actuar con los recursos que tenemos disponibles, optimizando gastos, y desde una intención de autocuidado. Educar en salud forma parte de la sanidad, hacer llegar a la población herramientas de fácil acceso y uso, también.
Respirar es un acto inconsciente que cobra fuerza y vida cuando lo hacemos consciente. Es un nutriente, del cuerpo y del alma. Un aliento de aire fresco que nos devuelve al instante en el que estamos. Hablar de esto puede resultar revolucionario, ya que estamos viviendo un momento, como sociedad, donde lo fácil es desvincularnos del ahora y de nosotros mismos.
Ana María Ortiz es fisioterapeuta y asesorada de Secot Jaén
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