El retablo de San Bartolomé, listo para otros cuatro siglos

La restauración de la pieza, obra de Sebastián de Solís, contó con un presupuesto de 44.797 euros, de los que 30.000 fueron aportados por la Junta

El retablo de la capilla mayor de la iglesia de San Bartolomé de Jaén ya está restaurado, listo para otros cuatro siglos largos de lucimiento, los mismos que lleva en la cabecera de la parroquia donde reciben culto las imágenes de la Hermandad Sacramental de la Expiración.

Los trabajos, recién finalizados, fueron presentados en un acto que contó con la presencia del obispo de la diócesis, Amadeo Rodríguez; el delegado de Cultura, Jesús Estrella, y los restauradores de la pieza, José Luis Ojeda y Olga Cano.

Según la Delegación Provincial de Cultura, el retablo se encontraba en estado de conservación grave, con diferentes alteraciones estructurales (grietas, fisuras y desencolado), desprendimiento de preparación, policromía y dorado, pérdidas de oro estofado, deposiciones de hollín, oxidación de la capa de protección, repintes muy visibles de intervenciones anteriores, vandalismo, expolio de piezas y objetos añadidos, entre otros factores.

En cuanto a las actuaciones realizadas, han consistido en estudios previos, tanto fotográficos como de laboratorio, montaje de andamio, fijación de la obra, encolado de grietas y fisuras, eliminación de clavos y cera, consolidación de soporte, limpieza y reconstrucción volumétrica, estucado y desestucado; reintegración cromática: tratamiento preventivo contra insectos xilófagos y protección final. También se ha elaborado una propuesta de programa de mantenimiento para el bien.

Para llevar a cabo esta ambiciosa restauración, el proyecto (presupuestado en 44.797 euros) ha contado con una aportación de 30.000 por parte de la Consejería de Cultura de la Junta, dentro de las nuevas líneas de ayudas para conservación e inventario de bienes de arte sacro convocadas por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico por primera vez en 2020, explican.

"Estas ayudas que atienden al patrimonio histórico de carácter religioso andaluz, contribuyen a su conservación, conocimiento y difusión y, por tanto, son dinamizadoras de la economía a través de la creación de puestos de trabajo especializados vinculados a la conservación y la restauración y con el refuerzo del turismo cultural, atraído, en muchas ocasiones, por la belleza de nuestras tradiciones", expresó el delegado territorial.