La retirada de la mascarilla en interiores llega con letra pequeña

El Consejo de Ministros aprueba la supresión de la obligatoriedad del uso de mascarilla en interiores, una medida que tiene algunas excepciones

Han pasado prácticamente 700 días desde que se estableció el uso obligatorio de mascarillas en interiores. Hoy, el Consejo de Ministros ha dado luz verde al decreto que hace decaer la medida y tan ansiado por tantos ciudadanos. Aunque se esperaba con ganas, lo cierto es que otros tantos apuestan por seguir usando el cubre bocas. Pero la buena nueva llega con letra pequeña que es importante leer.

Mañana será cuando entre en vigor la medida, una vez publicada en el Boletín Oficial del Estado. Sin embargo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez advierte que el uso seguirá siendo obligatorio en determinados contextos.

De esta manera, el ciudadano deberá ponersela al acceder a centros y servicios sanitarios como hospitales, centros de salud o farmacias, tanto para los trabajadores como para los visitantes. Será igualmente obligatoria para personas ingresadas cuando estén fuera de sus habitaciones. Lo mismo ocurre en centros sociosanitarios, como residencias de mayores, tanto para las personas que trabajen en ellos como para los visitantes. No tendrán que llevar mascarilla las personas residentes.

Se mantiene la obligatoriedad del uso de las mascarillas en el transporte aéreo, por ferrocarril o por cable y en los autobuses. También en todos los transportes públicos de viajeros. No tendrá que utilizarse para los andenes y estaciones de viajeros.

En el entorno laboral, de manera general, no resultará preceptivo el uso de mascarillas. No obstante, la evaluación de riesgos del puesto de trabajo será la que permitirá tomar una decisión sobre las medidas preventivas adecuadas que deben implantarse. Es decir, que será el responsable de prevención de riesgos laborales el que tenga la última palabra.

Aunque las mascarillas dejen de ser obligatorias en espacios interiores, el Ministerio de Sanidad aconseja su uso responsable para la población vulnerable. También en eventos multitudinarios, entornos familiares y reuniones o celebraciones privadas, según la vulnerabilidad de los participantes.