Luto entre los rocieros jiennenses por la muerte de José Palomino
El cofundador y primer presidente de la hermandad ha fallecido esta mañana a causa de una enfermedad que, finalmente, no ha podido superar
La ciudad amanece, otra vez, con una noticia luctuosa que siembra de luto las filas cofrades. Si ayer este periódico informaba de la muerte de Rufino Cevidanes Mena, hoy toca despedir a José Palomino Rivera, cofundador y primer presidente de la Hermandad del Rocío de Jaén y rostro icónico del colectivo romero en el Santo Reino.
Tenía 74 años y no ha podido superar una enfermedad que, finalmente, lo ha sacado de los varales de la vida: "Ha sido todo muy rápido, en cuestión de un mes y medio o dos meses", confirma María Dolores Galán, actual presidenta de los rocieros de aquí. En palabras de la dirigente cofrade, la muerte de Palomino (patriarca de toda una familia vinculada a la devoción hacia la Blanca Paloma) supone "una gran pérdida":
"Era uno de los cimientos de nuestra hermandad y siempre le hemos tenido mucho cariño", apostilla Galán. Dedicado profesionalmente al mundo de la empresa, la presidenta lo recuerda como una persona de "carácter fuerte, con las ideas muy claras, con mucha personalidad".
Amante de las tradiciones, en muchas ocasiones su voz flamenquísima se asomó a los balcones de la Semana Santa jiennense para cantarle a sus imágenes, con especial predilección hacia Nuestro Padre Jesús, al que solía dedicar una saeta a su paso por la calle Almendros Aguilar.
Casado y padre de cinco hijos, su cadáver se vela en su propio domicilio de La Manseguilla, donde ayer mismo el sacerdote Tomás Colmenero bendijo una ermita. El funeral de entierro y misa córpore insepulto se celebrará mañana domingo en la iglesia parroquial de San Juan, a las seis de la tarde. No faltará el simpecado de la hermandad jiennense (como marca el protocolo rociero cuando fallece un presidente), ese que tantas veces llevó entre sus manos sobre las mismas arenas que, ahora, pisa en las alturas.
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