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La salud bucodental en pacientes con discapacidad

Por Alicia Mangas de Blas - Febrero 08, 2025
La salud bucodental en pacientes con discapacidad
Imagen de recurso. Foto: Pixabay.

Los terapeutas ocupacionales evalúan las habilidades motoras y funcionales de los pacientes en cualquier etapa de la vida ,y a través de actividades aplicadas con fines terapéuticos, así como, la adaptación del entorno a las capacidades individuales de cada uno, ayudan a que sean lo más autónomos e independientes en la realización de las actividades de la vida diaria.

Tienen un papel fundamental en la promoción de la salud bucodental en pacientes discapacitados. Al enfocarse en el desarrollo de habilidades de autocuidado, la adaptación de herramientas y la educación sobre la importancia de la higiene bucal, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de estos pacientes. La interrelación entre la terapia ocupacional y la salud bucodental es clave para fomentar el bienestar general y la autonomía de las personas con discapacidad.

Los pacientes con discapacidad suelen presentar importantes necesidades de atención odontológica, ya sea por la falta de colaboración o por la dificultad para efectuar tratamientos seguros en un medio no hospitalario como es una clínica dental, por lo que la promoción y la prevención de la salud bucodental tienen un papel fundamental en estos pacientes.

En odontología se consideran pacientes con necesidades especiales cualquier niño o adulto que presente alguna limitación física, mental, sensorial o de conducta, que requiera una atención sanitaria diferenciada, o que sufra una enfermedad con implicaciones negativas en su salud bucal. Estos pacientes tienen una alta incidencia de caries y enfermedades de las encías debido a una serie de factores tanto locales, por ejemplo, las malposiciones dentales, la sequedad bucal, el babeo, la hipotonía muscular, la espasticidad, la disfunción motora y la respiración oral, como ambientales, por ejemplo, la dieta y la medicación. Esto los convierte en un grupo de riesgo con grandes necesidades de cuidados bucales preventivos.

La salud bucal de estos pacientes suele estar en un segundo plano, debido a que la propia enfermedad acapara toda la atención o porque existe un acceso limitado a los servicios odontológicos especializados. Sin una
adecuada higiene bucal, el paciente es más vulnerable a la caries y a la enfermedad de las encías, lo cual agrava su cuadro de salud general.

Las personas con discapacidad pueden tener mermada su capacidad para poder realizar por sí solas tareas básicas como alimentarse, vestirse o comunicarse y la higiene oral se convierte en una tarea difícil, esto dependerá del grado de discapacidad que presente, y la colaboración de los miembros de su familia para el desarrollo de dichas funciones es fundamental. Los padres y el personal asistencial desempeñan un papel fundamental que en ocasiones no es fácil, participan, fomentan, educan y motivan, pero al mismo tiempo conocen de primera mano los obstáculos que impiden realizar una correcta higiene oral a diario.

RECOMENDACIONES PREVENTIVAS

Es fundamental la motivación y la educación de padres y cuidadores en salud bucodental para poder llevar un mejor control de la dieta y una buena higiene dental. Los padres deben ser ejemplo de buenos hábitos de salud oral para sus hijos. El cuidado de los primeros dientes de leche es algo fundamental, ya que ayudará a prevenir problemas futuros y evitará infecciones que les puedan causar dolor, y posibles complicaciones (infecciones renales o de válvula cardiaca).

Si los dientes temporales sufren caries, infección o algún golpe pueden verse afectados los dientes permanentes que se están formando debajo. Algunas recomendaciones preventivas serían:

-Evitar actividades que puedan producir intercambio de saliva tales como compartir cucharas o soplar la comida, ya que la saliva sirve de vehículo para los gérmenes, y especialmente si la madre, el padre o el cuidador tiene una pobre salud oral.

-La primera visita al odontopediatra debería ser al año, o incluso antes, con la erupción del primer diente (sobre los 6 meses). Esta revisión inicial debe incluir la evaluación del riesgo de caries, así como recomendaciones dietéticas y consejos sobre la higiene oral.

-Tomar consciencia del impacto de los azúcares en la salud oral. La Organización Mundial de la Salud ha recomendado reducir el consumo de azúcar al cinco por ciento de la ingesta calórica diaria. Retrasar al máximo el consumo de azúcares refinados, idealmente hasta los dos años, limitar el consumo frecuente de azúcares entre comidas y evitar los alimentos procesados y con exceso de azúcares.

-Minimizar los riesgos ante una posible caída accidental con resultado de traumatismo dental, y en caso de ocurrir acudir al servicio de urgencias.

-La Sociedad Española de Odontopediatría recomienda realizar la higiene oral desde la aparición del primer diente de leche, con un cepillo de dientes suave de tamaño apropiado para su edad con pasta fluorada dos veces al día. Es importante conocer la cantidad de flúor que contiene la pasta dental para cada rango de edad, la cual se encuentra en el propio envase.

En niños entre 6 meses y 3 años, usar pasta dental de 1000 partes por millón (ppm) de flúor en cantidad equivalente a un “grano de arroz”, para niños entre 3 y 5 años, pastas dentales de 1000 ppm de flúor en cantidad “guisante” y a partir de los 6 años, cepillarse con una pasta de dientes de, como mínimo 1450 ppm y tamaño “guisante”, y al finalizar el cepillado no enjuagarse con agua.

-El uso de fluoruro para la prevención y el control de la caries se ha descrito como seguro y efectivo. Las diferentes formas de presentación (pasta, colutorio, gel, barniz o spray) se pueden combinar entre sí, siempre bajo supervisión profesional.

-Los colutorios sólo pueden ser usados por aquellas personas que controlen el reflejo de deglución y no se recomiendan para niños menos de 6 años. La terapia con el logopeda puede ayudarnos a controlar la deglución.

-Igual que NO hay enfermedades orales exclusivas de los pacientes con discapacidad, NO hay una técnica de cepillado dental que sea mejor que otra. Un cepillado eficaz depende del diseño del cepillo, habilidad del individuo, frecuencia del cepillado y duración del cepillado. Un adulto debe encargarse del cepillado dental hasta que el niño adquiera la habilidad necesaria para hacerlo por sí mismo.

-Técnica de cepillado: colocar las cerdas del cepillo en un ángulo de 45º con respecto a la encía. Hacer presión moderada y realizar pequeños movimientos circulares sobre la encía, como un masaje. Recolocar el cepillo verticalmente y cepillar los dientes superiores hacia abajo y los inferiores hacia arriba en un movimiento de barrido (del rojo al blanco); por dentro, por fuera, terminar por las superficies masticatorias con movimientos horizontales o circulares, con diez pasadas por cada zona y por último cepillar la lengua con el cepillo o con un limpiador lingual.

-Para facilitar la realización y aprendizaje del cepillado dental existen instrumentos como los cepillos con triple cabezal que permiten cepillar todas las superficies del diente a la vez. Para aquellas personas incapaces de levantar los brazos se puede alargar el mango del cepillo con una regla o una cuchara de madera.

También puede ser útil sujetar el cepillo a la mano mediante una banda elástica o correas de velcro, modificar la forma del mango utilizando elementos como una pelota de tenis, esponja, la empuñadura del mango de una bicicleta. Existen dedales protectores para proteger los dedos de la persona que está lavando los dientes que además ayudará a mantener la boca abierta durante el cepillado o también se pueden usar depresores linguales (enrolla unos cuantos con un esparadrapo).

-El cepillo dental no llega a limpiar las zonas entre diente y diente, por lo que es importante el uso del hilo dental. En personas con déficits motores nos podemos ayudar con los arcos dentales.

La terapia ocupacional promueve la autonomía de los pacientes con discapacidad y la salud bucodental va a influir en su capacidad para alimentarse, comunicarse y participar en las actividades de la vida diaria. No debemos olvidar que la salud general y la calidad de vida también dependen de mantener una buen.

Alicia Mangas de Blas es terapeuta ocupacional e higiniesta bucodental, asesorada de Secot

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