
SANTIAGO QUESADA: CIEN AÑOS CONSTRUYENDO MEMORIA
El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Jaén homenajea a su colegiado más longevo, que a sus 100 años compartió recuerdos, anécdotas y reflexiones acompañado de su familia y compañeros de profesión
Cumplir un siglo de vida no es solo soplar cien velas, es levantar un edificio invisible con los ladrillos de la memoria. Santiago Quesada de Pedro, nacido un 29 de agosto de 1925, cuando en España vivía la dictadura de Miguel Primo de Rivera, ha construido su historia con los planos de la constancia y el cemento de la vocación. Y en el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Jaén, donde recibió un cálido homenaje, su nombre no es únicamente el del colegiado número 198: es una de las columnas maestras de la institución.
El homenaje, que ha reunido a familiares, amigos y colegas de la profesión fue una lección de vida y maestría, como buen docente. Quesada evocó sus primeros pasos en la Escuela de Artes y Oficios de Jaén, donde descubrió su gran pasión: el dibujo. "Entre plantilla, cartabón y papel vegetal fui forjando mi carrera", recordó. De ahí surgió su vocación como delineante, la primera piedra de una vida dedicada a la construcción. Más tarde, cuando se abrió la Escuela de Peritos, no dudó en matricularse. "Apenas éramos catorce personas mayores cuando empecé la carrera y la terminé en cinco años, especializado en electricidad y mecánica". Una especialización que marcaría para siempre su trayectoria.
PRESIDENTE POR UN AÑO
Su compromiso con la profesión se consolidó en 1972, al ingresar en el Colegio. Allí escribió páginas decisivas de su historia corporativa. Fue presidente entre 1979 y 1980 y lo recordó con humor durante el homenaje: “Fui presidente un año y dimití", el único que lo ha hecho. Una anécdota que arrancó sonrisas y aplausos, y que lo retrata como un hombre capaz de asumir sus límites y, al mismo tiempo, de reírse de sí mismo un siglo después.
Durante su mandato nacieron hitos como la primera Bolsa de Trabajo del Colegio o el servicio de inspección de obras. También fue vocal, secretario accidental y, sobre todo, maestro: en las aulas de la Escuela de Maestría y de la Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales, en las páginas de la revista Jácena, o en sus cursos sobre instalaciones eléctricas.
Pero no todo fueron aulas y despachos. Quesada también relató el día que la vida le enseñó a golpe de realidad. “Me caí de un forjado en una obra. Podría haberme matado. Ese día entendí lo vital que es cumplir todas las medidas de seguridad". La frase resonó en el salón como una metáfora: el oficio no se aprende solo en los libros, sino también en la conciencia de la responsabilidad que se levanta sobre cada andamio.
LA MEMORIA, LA CONSTRUCCIÓN Y LA SALUD
Hubo un momento que sorprendió a su propia familia. Con ternura y franqueza, habló de las malas pasadas que le juega la memoria y aludió al Alzheimer. Pero lo hizo desde su terreno, el de la edificación: “La construcción también es saludable”, explicó, poniendo como ejemplo algo tan sencillo como pintar de azul la puerta del lavabo para que nadie olvide dónde está. Un gesto que se convirtió en metáfora de toda una vida dedicada a hacer la técnica comprensible y cercana.
Le escuchaban atentamente su mujer y sus hijos, entre ellos Santiago Quesada García, arquitecto e investigador. Conversar con él es escuchar cómo el legado del padre se transforma en futuro. “Este acto ha sido muy importante para nosotros, un momento muy alegre y satisfactorio”, expresó emocionado. Reconoció que aprendió a dibujar gracias a su padre: “Él me transmitió el gusanillo. Me enseñó a dibujar, y a partir de ahí todo vino rodado”.
Sobre la frase de su padre de que la construcción es “medicinal”, el hijo matizó: “Yo no diría medicinal, sino saludable. Nosotros estamos trabajando en la Universidad en el ámbito de la arquitectura saludable: construir entornos que ayuden a mejorar la calidad de vida de la gente. Desde la accesibilidad hasta los materiales, que sean sanos… Se trata de pequeños detalles que pueden marcar la diferencia, sobre todo para personas mayores”.
Puso un ejemplo muy concreto: “En un acto reciente en la Diputación de Málaga vimos cómo unas escaleras muy bonitas, de diseño, no tenían contraste entre peldaños y una persona mayor se cayó. Son cosas que para nosotros pasan desapercibidas, pero que para quienes tienen limitaciones son evidentes. Si damos solución a esos problemas, al final esas mejoras se extienden al conjunto de la sociedad”.
Padre e hijo incluso trabajaron juntos en la publicación Martos: informe-diagnóstico del conjunto histórico, como si levantaran un plano sentimental compartido. Esa complicidad quedó latente en el acto: la de un hombre que a los 100 años sigue inspirando y la de un hijo que recoge su testigo adaptándolo a los retos de hoy.
LA VOZ DE COAATJA
El homenaje contó también con las palabras de Manuel Garrido, presidente del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Jaén, que expresó con emoción el sentir de la institución:
“Hoy damos un paso más, y lo hacemos en un momento histórico: rendir homenaje a un compañero que cumple nada menos que 100 años. Y hacerlo aquí, en esta casa que también es la tuya, Santiago, es un orgullo inmenso para todos”.
Garrido destacó la trayectoria de Quesada como presidente y docente, su contribución a la seguridad y la formación profesional, así como su compromiso con la investigación y la divulgación. “Todo esto nos habla de un profesional brillante, un docente apasionado, un investigador inquieto y, sobre todo, un colegiado profundamente comprometido con su Colegio y con su profesión”, subrayó.
Tuvo lugar, además, la lectura de las cartas de adhesión de Alfredo Sanz, presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, y de Jesús Lara, presidente del Consejo Andaluz de la Arquitectura Técnica. También estuvo presente José Miguel de la Torre, expresidente del Colegio de Jaén, reforzando la emotividad y el reconocimiento colectivo del evento.
El acto culminó con la entrega de una placa conmemorativa: “Hoy no solo celebramos tus 100 años de vida, sino también el legado de esfuerzo, compromiso y ejemplo que dejas para quienes seguimos tu camino”, concluyó el presidente.
Además de su homenaje en Jaén, Santiago Quesada de Pedro, que hace ya 25 años eligió Torre del Mar para vivir, ha sido también uno de los centenarios homenajeados por la Diputación de Málaga en el Día Internacional del Mayor. En esa ocasión, el concejal del Mayor del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, Juan Fernández Olmo, le hizo llegar la enhorabuena y el cariño de toda la ciudad. Ingeniero Técnico Industrial, Arquitecto Técnico y apasionado de la pintura, Santiago se muestra como un ejemplo de esfuerzo, vocación y pasión por la vida que trasciende generaciones.
Al terminar el homenaje quedó la sensación de haber asistido no solo a un acto institucional, sino a una lección de vida. Santiago Quesada de Pedro es ya un símbolo vivo de la Arquitectura Técnica en Jaén: un hombre que, con paciencia de delineante, supo dibujar los planos de toda una existencia y legarlos, como un edificio sólido, a las generaciones futuras.
EL CURRÍCULUM
Santiago Quesada de Pedro desarrolló una brillante trayectoria profesional y colegial que dejó una huella significativa en nuestra institución y en la profesión. Tras obtener el título de Perito Industrial Mecánico y Eléctrico, cursó posteriormente estudios de Arquitectura Técnica en la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica de Granada, finalizando su formación en 1972. Ese mismo año, el 1 de abril, ingresó en el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Jaén con el número de colegiado 198.
Su compromiso con el Colegio se reflejó de manera destacada en los diferentes cargos que desempeñó a lo largo de los años. Entre mayo de 1979 y mayo de 1980 fue presidente de la corporación, etapa en la que se pusieron en marcha dos hitos fundamentales: la primera Bolsa de Trabajo del Colegio y la creación del servicio de inspección de obras. Más adelante, ejerció como vocal de la Junta de Gobierno (junio de 1997 - febrero de 1999) y como secretario accidental (febrero de 1999 - mayo de 2001).
Siempre vinculado al ámbito formativo, colaboró con el Colegio impartiendo cursos especializados sobre instalaciones eléctricas y enriqueciendo la revista colegial Jácena con la publicación de una colección de Manuales Prácticos sobre instalaciones eléctricas en edificios de viviendas.
En el terreno profesional, alternó el ejercicio libre de la profesión con la docencia, impartiendo clases en la Escuela de Maestría y en la Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales, de la que se jubiló en 1990. Su último expediente profesional fue tramitado el 7 de junio de 1995.
Su labor investigadora y divulgativa se plasmó también en la publicación Martos: informe-diagnóstico del conjunto histórico (R. Fernández Ruiz, coord.), editada por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, en la que colaboró junto a su hijo, Santiago Quesada García.
La trayectoria de Santiago Quesada de Pedro es un ejemplo de compromiso, vocación docente y dedicación al servicio de la profesión y del Colegio, contribuyendo de forma decisiva al fortalecimiento de la institución y al desarrollo de la Arquitectura Técnica en Jaén.
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