SER AUTÓNOMO
Sobre ellos caen todos los tópicos —quizá todos son verdad.
Que si son los que levantan el país.
Que nunca enferman.
Que aguantan una presión fiscal desorbitada impuesta por el Estado.
Que son los responsables primeros de crear riqueza.
Y que no protestan (suficiente) en manada, como los asalariados.
Son los autónomos. Crecen en Jaén. Así lo reflejan los datos de la Asociación de Trabajadores de Autónomos de Andalucía: la cifra roza los 40.600, y Jaén es la cuarta provincia de la región que más trabajadores por cuenta propia ha incorporado en abril, casi 300.
Hoy hay 860 altas más en el régimen de autónomos que hace un año. Y 773 más que en el mismo mes de 2017. Aumenta el autoempleo, y la pregunta es por qué: ¿se abre paso la cultura emprendedora o es la única vía para evitar el paro en una provincia mermada por la desocupación?
LA TARIFA PLANA, ALIENTO QUE PODRÍA SER MÁS
“En Jaén no podemos esperar a que nos den trabajo”, dice Ana Serna, de 46 años. Ella se dedica, principalmente, al asesoramiento financiero. Es linarense y tiene una oficina en Córdoba, desde donde colabora con una multinacional. Conoce otros casos como el suyo: trabajadores que optaron por emprender para dejar atrás el paro. Para intentarlo al menos. Serna ha vuelto a ser autónoma a partir de febrero. Antes, hace años, estuvo sobre un lustro. La vida no ha cambiado para los autónomos en este tiempo, según cuenta, pues la vía del emprendimiento sigue siendo la “más dura y exigente”.
Sí ha habido una novedad en el apartado económico: la tarifa plana de 50 euros para los emprendedores debutantes. Ana Serna la aprovechó. Es decir, pagó 50 euros mensuales en concepto de cuota de autónoma durante medio año —ahora se prolonga un año entero. “Me parece un apoyo fantástico, porque es la única forma de empezar”, opina. Pero, como todos los autónomos consultados por este diario, entiende que sería interesante alargar el tiempo para que cada emprendedor pague en sintonía con el ritmo de producción individual.
“Es insuficiente, sí. Y no tiene sentido pagar en el proceso de captación de clientes, cuando necesitas más recursos, lo mismo que cuando ya estás asentado”, opina Víctor Teclemayer, gerente externo y consultor de estrategia empresarial. Tiene 36 años y es de La Carolina.
Él pone el acento en la necesidad de racionalizar los impuestos. Popular y extendido es ese gráfico en redes sociales que compara las cuotas de autónomos de España con países vecinos, la mayoría de la Unión Europea. La comparativa de las cuotas evidencia que aquí es aún más difícil tener empresa propia; lo que en otros territorios es normal, representa una medida todavía tibia en España.
Víctor Teclemayer centra sus esfuerzos en ayudar a otros autónomos, en especial a los pequeños empresarios. Sus labores comprenden desde hacer una estrategia de marqueting hasta propiciar que el boca a boca —las referencias— redunde en un progresivo aumento del volumen de negocio de cada pequeño empresario.
El consultor empresarial arrancó la actividad por cuenta propia hace un año y medio. Asegura que las cosas marchan mejor de lo que había imaginado. Dio el paso después de casi una década de experiencia en el sector. ¿Por qué cambiar de asalariado a emprendedor? “Fue en un momento en el que necesitaba más facilidades para compaginar los ámbitos laboral y familiar. Y en esos momentos de inspiración hay gente que se la juega y arriesga”, recuerda.
EL INTRUSISMO, EL FALSO AUTÓNOMO Y OTROS OBSTÁCULOS
También han arriesgado Rafael Casas, de 54 años, y Miguel Ángel Garrido, de 27. Ambos operan en el sector audiovisual, cada cual con sus matices. El primero tiene un estudio fotográfico en Jaén capital que lleva su nombre; el segundo es el dueño y trabajador único de la productora Mimo Multimedia, enfocada más a crear contenido corporativo para empresas.
Garrido se dio de alta justo en abril. Es uno de los 40.599 emprendedores afincados en Jaén, concretamente en Frailes. Casas empezó hace cuatro años. Y los dos dieron el salto hacia adelante porque estaban en paro. Lo más difícil, asegura el fotógrafo, es arrancar: “En el primer año lo pasas mal. Cuesta muchísimo y apenas hay ayudas. No entiendo por qué hay tantas subvenciones al olivar y a nosotros apenas nos conceden oportunidades en los comienzos”, critica Casas. “El primer año es pagar, pagar y pagar. Y matarse a trabajar”, ahonda.
La advertencia bien le puede servir a Miguel Ángel Garrido. El frailero anda en la fase de crear, despacio y con precisión, una marca que le dé trabajo en la comarca. “De momento, estoy haciendo clientes en la Sierra Sur. Pero si me llaman de cualquier lado, hasta de Alemania, allá que voy”, dice, y suena más en serio que en broma.
La competencia es importante en cualquier sector. Y en algunos hay intrusismo, incluso trabajadores que operan en negro —quizá porque ni se pueden plantear pagar impuestos. Es el caso del sector audiovisual. ¿Cuántos de los que graban y hacen fotos en bodas, bautizos y comuniones están dados de alta? “Hay mucho pirateo. El Gobierno podría acabar con eso fácilmente. Bastaría con mirar algunas cuentas de Facebook”, sugiere Casas. “Yo no he querido entrar de lleno en ese ámbito porque sé que hay demasiada gente”, tercia Garrido. El frailero lucha contra otro tipo de obstáculo en la Sierra Sur: la “mentalidad rural”. No es fácil, según señala, vender un producto cuyo destinatario no está convencido del potencial que entraña. “Cualquier empresa necesita una buena imagen en internet”, razona.
Al hilo de la crisis ha arreciado un tipo de autónomo que llegó, se quedó y no tiene previsto marcharse. Es el denominado falso autónomo: un trabajador centrado en una empresa, pero con condiciones menos ventajosas que las de un asalariado. La figura del falso autónomo comprende desde agentes financieros hasta periodistas pasando por otros gremios. “Eso es ser un esclavo. Porque así el autónomo no tiene cobertura social y la empresa puede jugar con él”, se moja Víctor Teclemayer.
Ana Serna también conoce que ese perfil que parece un híbrido entre el autónomo y el empleado en plantilla está cada vez más extendido. “Hay empresas que aprovechan la tarifa plana para ahorrar en seguridad social”, apunta.
CONSEJOS PARA UN EMPRENDEDOR EN CIERNES
Juan Francisco Navas tiene 26 años, es jiennense y cuenta con el grado en Psicología. Le atrae la vertiente educativa de su formación, y ya va cogiendo nombre en Jaén a través de ponencias y charlas formativas sobre el acoso escolar. Pronto participará en unos talleres sobre envejecimiento activo que están patrocinados por Vodafone. Dará una conferencia el próximo día 15 en el Edificio de Magisterio sobre cómo utilizar el smartphone. “Quiero que mi idea de educar se aproxime más al concepto de los talleres. Entiendo la psicología desde un punto de vista menos clínico, más educativo”, cuenta a este periódico. Está ilusionado con la posibilidad de ser autónomo en el futuro y evitar así salir de Jaén.
¿Qué consejos le pueden venir bien? “Antes de comenzar, hay que tener clara una idea: el conocimiento es poder”, señala David Mármol, consultor turístico. “Hay que saber muy bien lo que quieres ofertar con un valor diferente. Hace falta madurar la propuesta de valor y trabajar en esos valores identificados y en los clientes identificados”, apunta Mármol, autónomo desde 2016. Él podía estar asalariado, pero optó por seguir sus inquietudes. “Vi la oportunidad de mejorar los procesos de marqueting de las empresas, y el digital venía con mucha fuerza”, rememora.
Mármol tiene clientes en Andalucía, no se ciñe a Jaén, aunque trabaje desde Torredonjimeno. No ha necesitado más inversión que un ordenador con conexión a internet. La economía digital llegó hace tiempo, como apunta Teclemayer. “Y hay sectores, como el oleícola y el turístico, que se están poniendo las pilas. Tenemos la suerte de que con la economía digital siempre podemos ponernos al día”, añade el tosiriano.
Las ventajas del autoempleo también existen y son más o menos conocidas: flexibilidad en los horarios (aunque la jornada sea vasta en horas), el placer de ser tu propio jefe (aunque la responsabilidad es total) y la posibilidad de dar empleos (aunque la legislación parezca estar diseñada justo para lo contrario).
“¿Consejos? Mucho ánimo. Mucha fuerza de voluntad. Hay que echarle arrojo”, dice Rafa Casas. “Lo positivo es que te organizas como quieres”, aporta Ana Serna. “Es crucial gestionar los procesos, optimizarlos para ser productivos”, tercia Mármol.
Como Navas, hay otros jiennenses valorando si merece la pena. Sí que se puede, coinciden todos. Otra cosa es que sea sencillo.
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