"Llevo sin producir servilletas desde el 13 de marzo"

Custodio Cano, empresario de una fábrica de servilletas en Frailes, no da crédito ante la prohibición del servilletero en la hostelería: "No sé cuándo volveré a producir"

Las cuatro máquinas de la empresa Manipulados Macserv III, ubicada en Frailes, fabricaron servilletas por última vez el pasado 13 de marzo. La prohibición del servilletero en la hostelería —por su presunto peligro de contagio— ha dejado sin rumbo al sector que precisamente vive de los servicios derivados a bares y restaurantes. "No tenemos ni idea de cuándo vamos a volver a producir", expresa Custodio Cano, gerente de la empresa, en declaraciones a este medio. Las fases de la desescalada apenas son orientativas mientras continúe el veto al servilletero o se clarifique otra vía para que al menos tenga sentido producir servilletas.

Manipulados Macserv III trabaja con empresas de Andalucía y de otras comunidades como Extremadura, lleva una década y media de actividad comercial y estaba a punto de sumar maquinaría y de agregar nuevos puestos de trabajo. Todo ha quedado en el limbo con la pandemia, y el gerente reconoce que la situación es más incierta desde que el viernes pasado leyera en el BOE que el servilletero —como la carta y las vinagreras, entre otros artículos— desaparece de bares, restaurantes y discotecas hasta nueva orden.

"He hablado con clientes y proveedores del gremio y todos coincidimos en que el servilletero es un artículo de por sí higiénico", expresa, y recuerda que es habitualmente limpiado por los empleados de la hostelería. Además, subraya que en el proceso de fabricación en su empresa hay siempre un común denominador: el operario nunca toca la servilleta; cuando lo hace ya está está dentro del plástico —como se aprecia en el vídeo de encabezamiento—. "Y hablamos de un artículo que es el más económico, el más funcional para el cliente y el que menos trabajo da a los camareros", apostilla el gerente, que tiene a tres trabajados en ERTE desde el inicio del confinamiento. Los gastos de luz y mantenimiento mínimo continúan en la fábrica, ubicada en el polígono de La Dehesilla.

Están por determinar qué alternativas facilitará el Ministerio de Sanidad para que el veto no impida la comercialización de servilletas. En el caso de la empresa de Frailes, la producción diaria de promedio es de hasta 130 cajas con 11.000 unidades cada una. El empresario detecta "incongruencias" en la medida, que ya tiene impacto económico negativo: "Hay un desconocimiento profundo del sector del suministro de hostelería", concluye a la espera de una esperanza: tener fecha para arrancar de nuevo.