Si hay que ir se va, pero ir pa 'ná'...
La reciente moción de censura presentada por un reducido grupo de concejales del PSOE con el beneplácito y patrocinio de la ejecutiva del partido supone un rizar el rizo en la política linarense. Era algo que ya se mascullaba desde que el susanista Campos se hizo con la secretaria local del partido, y es que las vendettas en política no tienen término medio y acaban convirtiéndose en auténticos dramas griegos con tintes de comedia costumbrista.
Al ciudadano, que ve los toros desde la barrera, realmente la parece patética la imagen que está dando el PSOE en Linares porque, tras una muy tensa “no asamblea” del pasado jueves en la que Juan Fernández y Juan Sánchez fueron repudiados, la pataleta se articula en una moción de censura que no va a ningún lado. Y es que a nadie dentro del partido se le ocurrió decirle a los concejales que la presentaron (algunos de ellos tras amenazas contundentes) aquello del personaje de Mota de “Si hay que ir se va, pero ir pa na”. Porque lo que realmente han hecho es “ir pa ná”.
Lo que se escenificó fue un brindis al sol con una moción sin recorrido y sin posibilidad de triunfar, incluso sin posibilidad de tramitarse porque para ello era necesaria la firma de 13 de los 25 ediles. Para una moción de censura lo primero que hay que hacer es hablar con aquellos que tienen o pueden prestar su apoyo (lección primera del manual del político). ¿No han aprendido de Sánchez? Una moción de censura en Linares tiene que ir suscrita por al menos trece concejales, de los que no pueden formar parte los no adscritos, porque la firma de uno de ellos incrementaría el porcentaje necesario para el formalismo. Por tanto simplemente han sacado una foto de nulo recorrido fruto del resultado de la “no asamblea”.
Presentan a una candidata, que no lo será en las municipales, tienen a un precandidato, actual secretario general, que tampoco será candidato a la alcaldía y andan rebuscando desde la cocina del PSOE linarense los viejos guardianes de la ortodoxia, quién podrá y cómo podrán vender al futuro candidato a la alcaldía que aún no tiene nombre. Eso sí, cada bando (que también los hay dentro de los supuestos “susanistas”) intentando marcar territorio para hacerse con algún sillón municipal. Pero eso vendrá después.
Han presentado una moción a la que el PP, Ciudadanos y CILUS ya han dicho no piensan apoyar esto que han llegado a calificar como “circo”, los concejales no adscritos parece tampoco salvo sorpresa de última hora y a la que IU (que piensan que el silencio es su mejor respuesta) tampoco parece apoyará. Es decir, la lucha de poder dentro del PSOE se ha convertido finalmente en un brindis al sol que los ciudadanos contemplamos boquiabiertos.
Hay varias cuestiones a destacar en toda esta comedia barata:
Primero, si es verdad el fondo de la acusación que realiza la ejecutiva respecto al uso de los fondos del partido por parte de Fernández y Sánchez ¿por qué no han acudido a los juzgados? Se trata de un delito, claro que sería un delito con unos cooperadores necesarios que eran las personas que firmaban los cheques y la ejecutiva que aprobaba las cuentas.
Segunda, el alcalde acudirá a los juzgados para defender su honor por injurias y difamación, ante las acusaciones públicas que contra él están profiriendo sus excompañeros de partido.
Tercero, con esta moción y expulsión la estrategia del PSOE es clara y su argumento será en los próximos meses decir que los problemas de Linares tienen como origen y fundamento las malas relaciones y el pulso que Juan Fernández ha mantenido con la Junta de Andalucía desde 2007. El PSOE renegará, como ya lo está haciendo de Fernández, para que en las próxima campaña electoral autonómica (para cuya convocatoria quedan pocas semanas) venga incluso la actual presidenta y candidata, Susana Díaz, a decir que a Linares no lo va a conocer ni la madre que lo parió, que a partir de ahora van a venir inversiones a mansalva (las que tienen paralizadas desde hace muchos muchos meses por la misma razón) e incluso alguna que otra empresa. Como si no fuera responsable del abandono, la crisis y el ninguneo al que tiene sometida a Linares.
Cuarto, a partir de ahora, los cocineros en la sombra del socialismo linarense jugarán sus cartas como grandes tahúres para ver qué candidato pueden preparar y presentar para unas elecciones en las que se juegan mucho y en las que no tienen asegurado ni mucho menos el gobierno municipal. Cartas en las que se vislumbran bandos con distintos intereses y en los que se afilan los cuchillos antes de la batalla que sigue avecinándose después de esta guerra de guerrillas.
Quinto, la partida solo ha comenzado, este juego sucio desplegado por los que antaño lo adoraban, aplaudían y veneraban no parece muy elegante, pero aquí parece que estamos ante un coleccionable que nos va a ir brindando capítulos de telenovela sudamericana donde todo se exagera y sobreactua, mientras Linares se desangra.
Y sexto y último, mientras, los ciudadanos seguimos esperando, la plataforma Todos a una por Linares reclamó por escrito en junio una reunión a Susana Diaz Pacheco a la que ni siquiera ha contestado por cortesía. Todo esto es lo que realmente desespera,la ciudad necesita soluciones y personas con capacidad de gestionar ilusión y esperanza, no estos representantes que están subiendo la velocidad al ventilador para airear sus propias vergüenzas, las que ya se sabían por tertulias de bar. Todo lo demás es un juego detrileros que los ciudadanos repudiamos porque ya no estamos para más brindis al sol.
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COMENTARIOS
Juan José Entrenas Martín Agosto 18, 2018
Superior mi amigo José Alberto con su análisis. Y ha dado de lleno en el quid de la situación: El hartazgo de los linarenses ante el comportamiento de los socialistas de su ciudad más ocupados en medrar que en cumplir con los compromisos que en su día contrajeron con sus conciudadanos. Tiene la situación la ventaja de que los electores van conociendo, gracias a los protagonistas del enredo, que Linares y su futuro no forman parte de las prioridades de los futuros candidatos socialistas, sino su propio futuro o el de sus proles a las que intentan colocar a ultranza en puestos de salida. Conocidas esas verdaderas intenciones, es más fácil decidir dónde NO depositar la confianza, o sea, el voto. Pues, eso, guárdese este conociento para cuando haya que ponerse ante la urna.
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