El tranvía de Jaén ensaya por primera vez “un día real”

La prueba clave de este martes ha reproducido tiempos de viaje, paradas, señales y prioridad semafórica como si ya hubiera pasajeros a bordo
El tranvía de Jaén ha vivido una tarde que, sin ser aún la del estreno oficial, se le pareció mucho. A las 15:30 horas, uno de los trenes salió de cocheras para afrontar la que los técnicos consideran la evolución más compleja y reveladora hasta ahora: la primera simulación integral de operación real. Según fuentes consultadas, la prueba fue un éxito y sobre las cinco se predisponía a hacer lo propio el segundo tren.
Un ensayo que, por primera vez, buscaba que todo se comportara como si el servicio estuviera ya en marcha, aunque los asientos siguieran vacíos.
La escena tuvo algo de ceremonial para quienes llevan meses —algunos, años— esperando ver el sistema funcionar como estaba diseñado. El convoy ha recorrido todo el trazado de ida y vuelta con la precisión que marcará la futura explotación: tiempos de viaje cronometrados al segundo, velocidad comercial ajustada, paradas temporizadas en cada estación y pruebas milimétricas en los puntos donde la señalización ferroviaria y la semaforización urbana deben entenderse sin margen para el error.
Porque eso es, en esencia, lo que se ponía a prueba hoy. La capacidad del sistema para actuar como un solo organismo. El tranvía no sólo debía avanzar, detenerse y volver a acelerar con un comportamiento idéntico al servicio previsto; debía hacerlo dialogando con los semáforos de la ciudad y respondiendo a las órdenes del enclavamiento ferroviario, que regula los itinerarios y maniobras.
Durante el recorrido se han ensayado diferentes configuraciones de señalización, maniobras de cruce y variaciones de circulación, comprobando que los equipos reaccionaban según lo programado. En las intersecciones, los técnicos han evaluado la prioridad semafórica, esa sincronización que debe permitir que el tranvía avance sin interrupciones innecesarias y que, a la vez, encaje con el ritmo del tráfico urbano. Todo ello en condiciones de velocidad comercial, no de pruebas.
También se han registrado con especial atención los tiempos de parada en andén, la aceleración, el frenado y la estabilidad de los tiempos de viaje. Son datos que no sólo servirán para ajustar el plan de servicio, sino para determinar la futura frecuencia de paso y los márgenes de regularidad.
La simulación s uno de los hitos marcados en el calendario de validación técnica, una prueba que permite acercarse como nunca al comportamiento real de un día de servicio. Los técnicos la consideran una pieza fundamental para afinar la coordinación semafórica, ajustar la velocidad comercial y verificar la fiabilidad del sistema antes de entrar en fases aún más exigentes, que incluirán nuevos ensayos dinámicos y la presencia de “viajeros simulados”, un paso previo habitual antes de la apertura al público.
Únete a nuestro boletín

