Qué superpoder escondió el Deportes Blanes

Cuando Guillermo Blanes se vio solo, en la puerta de uno de los edificios de la Real Federación Española de Fútbol, no entendía nada. Estaba a la espera de concretar los últimos detalles del contrato que uniría a Claudio, uno de los jugadores del momento, con el equipo que fundó, el Deportes Blanes de Almería. El empresario visitaba por primera vez Madrid después de pagarle los billetes al deportista y allí se encontró con Juan Manuel Gonzalo, por entonces dueño de otro de los equipos de moda en el fútbol sala, el Unión Sport. El periodista, al ver a Blanes desorientado, le dijo: "¿Tú has fichado a Claudio? Te lo han quitado en el Aeropuerto de Barajas".

Así empezó la construcción de uno de los mejores equipos del fútbol sala español, con un robo propio de una película de espías. Más tarde, Guillermo Blanes me confesó que era cierto lo que allí pasó porque el entorno del jugador tenía amistades cercanas al Rayo GMR, con el que se había comprometido. Después del episodio se enteró de que lo recogieron y escondieron en un piso a pesar de que tenía un acuerdo verbal con Blanes. "No tenían problema en convencerlo por dinero. La cosa se puso complicada y me ofrecieron a Mauro Teixeira, otro brasileño que destacaba sin tener tanto nivel", afirma el almeriense. Ese verano, el de 1984, también ficharía a Luiz Henrique Paina para sumarlo a un proyecto ambicioso.

Puedes leer el texto en el libro Sueños de fútbol sala, de Antonio Pulido.