Del boxeo al ganchillo en un pispás

Féminas de Arbuniel viven una tarde divertida a la par que se preparan 'para lo que se presente', en un intensivo taller de defensa personal

Mientras Lacontradejaén conversa con la alcaldesa pedánea de Arbuniel, Ana García Valenzuela, se escucha de fondo un runrún, un delicado jaleíllo que emana de una de las actividades preparadas por el Ayuntamiento de Cambil para la gente de la aldea... "Estamos montando lo del ganchillo", aclara la representante municipal a este periódico.

Sí, y de esta forma las mujeres, muchachas y hasta niñas más participativas de la preciosa pedanía toscareña demuestran que son capaces de pasar de una actividad física intensa a otra puramente artesanal en cuestión de nada y menos, con toda la naturalidad del mundo. 

¿Que no? Vaya que sí: hace pocos días sudaban la gota gorda en un atractivo taller de defensa personal (organizado por la administración local e impartido por la Asociación Deportiva de Boxeo 'Último asalto' de Noalejo) y, como si nada, ahora se entregan al croché con las mismas manos con las que, jornadas atrás, soltaban unos ganchos que ya quisiera para ella la mismísima Claressa Shields: "Fue muy instructivo, por un lado, y muy divertido también", celebra García Valenzuela.

"¿Qué va a decir la alcaldesa pedánea?", pensará más de uno y de una: ¡pues no!, si habla es porque puede, que ella también se enfundó los guantes, se puso en guardia y una vez recibió la 'caricia' de la oponente y otras, dejó un 'regalito' en los mofletes de la vecina con la que le tocó competir. Sin malos rollos, claro...

Además, la sensación de la resposanble de la delegación arbunielense no es la única que certifica el éxito de la iniciativa, ni mucho menos:

"Yo no tenía ni idea, pero ha sido gratísimo, nos han enseñado pasos y posturas distintas", comenta Mari Ángeles Córdoba, granadina afincada en la pedanía que, a sus setenta y dos tacos, se llevó la lección más que bien aprendida aunque, eso sí, espera "no tener que aplicarla nunca".

El saber no ocupa lugar, reza el refrán, o lo que dijo el poeta cubano Martí, que "la fuerza da salud", y Mari Ángeles no lo dudó: "Siempre conviene saber algo de defensa personal". Por eso y porque se lo pasaron "estupendamente"... "Nos reímos una barbaridad", con palabras de Mari Ángeles. 

La sangre no llegó al río, así que si se vuelve a organizar otro taller como este, en la pedanía o en el pueblo (donde también se impartió), las 'luchadoras' de Arbuniel no faltarán en el ring. Y luego, tan amigas.