Los bares de Juan Tallón

El libro Mientras haya bares recopila artículos costumbristas y de humor muy fino del columnista gallego Juan Tallón

Estarán los columnistas gallegos cansados de que se les recuerde que todos son hijos de Julio Camba. Manuel Jabois, Rafa Cabeleira y Juan Tallón son los últimos representantes hasta la fecha de la inteligencia y retranca del paisano que todo lo acababa reduciendo a una columna. Tallón tiene un libro estupendo para quienes amen el género. Se titula Mientras haya bares (Círculo de Tiza, 2016) y compila artículos que ha publicado en prensa y en su blog.

El primer Tallón, como también le pasó a otros articulistas hoy consagrados, emergió de la prensa más alternativa. Publicaba en Jot Down cuando la revista todavía no era tan cool y después saltó a El País, donde ha cobrado más protagonismo en una línea de escritura fácilmente reconocible. "Escribo para no hacer cosas aún peores", se defiende el autor en una idea que recoge la contraportada del libro.

Tallón abunda en los textos que salen de la calle y más en concreto de los bares. Al escritor se le distingue por la mirada, por la voz propia, pero yo creo que la primera cualidad necesaria para captar interés con lo que uno escribe es tener oído: empaparse de cómo es la gente, absorber el lenguaje y después plasmarlo con ritmo. Es lo que consigue Tallón en cada texto del volumen con escenas de quien ha vivido para contarlo.

La columna es un género que seduce sobre todo a los jóvenes periodistas. En Málaga, la Fundación Manuel Alcántara organiza seminarios dedicados a la columna de opinión. Cada articulista es un mundo, y no es lo mismo el poso poético de Antonio Lucas que la elegancia de David Gistau ni el acento punk de Juan Soto-Ivars que la sabiduría de reportero de Enric González. Tallón se ha ganado de sobra su espacio en la constelación de quienes resumen con ingenio la vida en una columna de periódico.

*Mientras haya bares. Juan Tallón, 2016. 342 páginas. 20,95 euros.