Cómo ser un buen director técnico en tenis de mesa
Adrián Durillo, director técnico del Hujase Jaén, resalta el esfuerzo y la apuesta con la escuela deportiva del club que ha llegado a la élite
Fue uno de los hombres claves en el origen del Hujase Jaén en 2016 y resulta imprescindible en el organigrama deportivo. Adrián Durillo (Bailén, 1991) es el director técnico de la entidad. ¿Qué hace falta para hacerlo bien en el cargo? "Yo no me considero ni bueno ni malo, pero para hacerlo bien lo primero es la ilusión y las ganas de que el tenis de mesa avance", asegura en declaraciones a este periódico.
Buena parte del amor que tiene Durillo a esta práctica fue gracias a su paso por el Club de Tenis de Mesa de Bailén, donde aprendió a jugar desde los ocho años. Recuerda que entonces quienes empezaron no tenía una referencia, alguien que les ayudase a mejorar. Ahora él se ha convertido precisamente en una persona que da oportunidades a los principiantes.
Lejos de Jaén ahora por motivos laborales, los ojos y la manos de Adrián Durillo en el club son los entrenadores Rafael Ruiz y Alejandra Alejo, quienes le reportan la evolución de las jugadores y las necesidades de la escuela, integrada por una treintena de canteranos. Es el proyecto que más ilusión despierta al director técnico: "Ya el año pasado empezamos con la escuela inclusiva y ahora tenemos dos equipos para División de Honor Andaluza. Esperamos que alguno asciende", dice, y remarca que las edades oscilan entre los siete años y la franja Sub-23.
CUENTA ATRÁS PARA LA COMPETICIÓN
La pandemia supuso un reto organizativo y todavía los entrenos son con máxima seguridad, en turnos de "10 ó 12" jugadores. Durillo tiene el nivel 2 de Nacional y le gustaría atrapar el último, el 3. "Tengo bastantes ganas, pero aún debo esperar. Ahora hay constantes cambios", asegura.
El regreso competitivo es inminente. Primera comenzará el próximo 6 de marzo en La Zubia (Granada) y el siguiente fin de semana, del 13 y 14 de marzo, será por fin el estreno en Superdivisión, concretamente en Madrid. La motivación es máxima y para que las jugadoras disfruten de la etapa en la élite es crucial el trabajo de hombres de club como Adrián Durillo, el bailenense que se sumó al sueño de Alfonso Alejo, presidente del Hujase Jaén.
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