La provincia registra una decena de microseísmos en un mes
El último se ha detectado en Torredonjimeno aunque el de mayor intensidad se produjo hace menos de un mes en Alcalá la Real
El terremoto de magnitud 5,3 registrado el pasado viernes en el mar de Alborán y sentido en un par de puntos de Jaén capital ha hecho despertar, de nuevo, el recuerdo de los seísmos en la provincia. Algunos se preguntan qué pasó con aquellas series históricas en Torreperogil, Baeza o Peal de Becerro que llegaron a atemorizar a los vecinos. Lo cierto es que, aunque de manera imperceptible, el mar de olivos nunca deja de temblar.
Para muestra un botón. Según los datos recopilados por el Instituto Geográfico Nacional y consultados por este periódico, en los últimos treinta días se contabilizan una decena de microseísmos. El más reciente tuvo lugar ayer mismo, pasadas las cinco de la madrugada, en Torredonjimeno. Un temblor de magnitud 2,4.
El más destacada del último mes fue el detectado en Alcalá la Real el 27 de abril, que alcanzó una magnitud de 3. El resto de temblores se han producido en Larva, Peal de Becerro, Jódar, Cárcheles, Chilluévar y Torreperogil.
Hubo un tiempo que acaparaban las portadas de los periódicos e informativos de radio y televisión. Lejos queda ya la serie sísmica de Jódar-Peal de Becerro, por ejemplo. Solo en 2018 se contabilizaron 653 temblores, que continuaron durante todo el año siguiente. Treinta alcanzaron o superaron la magnitud 3.0 grados y tres la de 4.0. La energía total liberada por la serie durante durante ese periodo fue la equivalente a un terremoto de magnitud aproximadamente igual a 4.6.
Recordar que la Universidad de Jaén cuenta con un sismógrafo de banda ancha, que se encuentra funcionando en periodo de pruebas, y que ha sido subvencionado e instalado por el grupo de investigación Riesgo Sísmico y Microzonificación de la UJA, corriendo la infraestructura necesaria a cargo del Vicerrectorado de Infraestructuras y Desarrollo de Campus. Su mantenimiento corre a cargo del profesor, y miembro de dicho grupo de investigación, José A. Peláez, profesor perteneciente al Área de Física de la Tierra y miembro de la Sección de Sismología y Física del Interior de la Tierra de la Comisión Española de Geodesia y Geofísica.
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Recomendaciones en caso de terremotos
Tras un terremoto, desde Emergencias 112 Andalucía se recomienda mantener la calma y cortar cualquier situación de pánico, bulo, rumor o información exagerada. Durante el seísmo, lo más adecuado es permanecer en el lugar donde uno se encuentra, tanto si se está dentro de un edificio o en la calle, ya que al entrar y salir de los edificios pueden ocurrir accidentes.
Dentro de un edificio es necesario buscar estructuras fuertes donde cobijarse, como por ejemplo una mesa o una cama, bajo el dintel de una puerta, junto a un pilar, una pared maestra o en un rincón. Tras la sacudida, se recomienda salir ordenada y paulatinamente de los edificios a través de las escaleras y, bajo ningún concepto, usar el ascensor para la evacuación.
En el caso de encontrarse en el exterior, se aconseja alejarse de cables eléctricos, cornisas, cristales y demás elementos que puedan sufrir roturas o desprendimientos a causa del movimiento. Si el terremoto sorprenda a los ciudadanos en mitad de un viaje en el interior de un vehículo, es necesario pararlo de inmediato donde permita el tráfico y permanecer dentro del mismo hasta que finalice el temblor.
Se debe comprobar que no hay heridos, examinar a los que están alrededor y no olvidar que los heridos graves no deben moverse, a no ser que se tenga conocimiento de cómo hacerlo o en caso de empeoramiento grave o peligro inminente (fuegos, derrumbamientos, etc...). Hay que comprobar el estado de las conducciones de gas, agua y electricidad, visualmente y por el olor, sin poner a funcionar nada.
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