"Con mi investigación quiero que la historia de la Fábrica de Uranio y su contaminación no se olviden"
La historiadora Ana Belén Cachinero obtiene matrícula de honor con sus investigaciones sobre la Fábrica de Uranio de Andújar y denuncia la opacidad y dificultad para acceder a información
Ana Belén Cachinero Gómez tiene 24 años. Es graduada en Geografía e Historia por la Universidad de Jaén y ha cursado dos másteres en la Universidad de Granada. Para acabar ambos, esta vecina de Andújar tuvo que realizar un trabajo de fin de máster y optó por hacer una investigación sobre la Fábrica de Uranio de Andújar y su repercusión tanto a nivel laboral como ambiental. Ha obtenido una calificación de matrícula de honor en un estudio que esconde la historia de una ciudad.
Bajo el título "Energía nuclear en España: Análisis y gestión de riesgos laborales y ambientales de la Fábrica de Uranio General Hernández Vidal", el estudio ha sido coordinado por su tutor Alfredo Menéndez Navarro, catedrático de Historia de la Ciencia en la Universidad de Granada y también nacido en Andújar. "Sería un orgullo que mi investigación pudiera llegar a gran parte de los paisanos de Andújar, y provincia de Jaén, puesto que es un gran tema que nos toca y afecta desde cerca", confiesa Ana Belén Cachinero. Y es que no lo ha tenido fácil para poder sacar adelante esta investigación.
La fábrica de Uranio de Andújar (FUA) está clasificada como instalación radiactiva de primera categoría. Estuvo operativa entre 1959 y 1981 y trató mineral de uranio para la obtención de concentrado de óxido de uranio. El 1 de Febrero de 1991 a través de una Orden del Ministerio de Industria y Energía, se autorizaba a Enresa a la ejecución de las operaciones para el desmantelamiento de esta fábrica. En marzo de 1995, a través de la Resolución de la Dirección General de la Energía, daba por finalizado el desmantelamiento y la restauración del resto de zonas afectadas por las actividades de la fábrica.
Dicha resolución dio comienzo al denominado periodo de cumplimiento, que se estableció inicialmente en 10 años. Por otro lado el emplazamiento, exento de instalaciones, quedó bajo vigilancia de Enresa en las condiciones iniciadas en dicha resolución. Trascurridos por tanto, los diez años del periodo de cumplimiento, al no haberse alcanzado aún los valores previstos, el emplazamiento continúa en periodo de cumplimiento.
"Es un tema muy difícil para hacer una tesis porque no tengo acceso a la información. Hay muy poca documentación que provenga de fuentes oficiales", reconoce esta investigadora que se ha topado con una realidad silenciada. Bebió de las fuentes del libro de Pablo Utrera, que le sirvió para conocer más sobre este problema. ¿Qué conclusiones ha extraído? "Tanto mi tutor como yo estamos de acuerdo en que a pesar de que la fábrica contribuyó al empleo y al desarrollo económico, los problemas de salud y el impacto se han prolongado en el tiempo", explica.
Alerta de que el cumplimiento de las legislación de salud e higiene fue "muy deficiente". Para avalar sus palabras ha recogido testimonios orales que demuestran que los empleados no recibieron una formación adecuada ni fueron instruidos sobre los peligros. "La normativa de ese momento sí lo imponía pero no se llegó a cumplir", asevera.
"Desde mi investigación quiero que la historia de la fábrica de Uranio de Andújar y su contaminación no se olviden", defiende. Va un paso más allá y asegura que han consultado informes que aseguran que el río Guadalquivir "puede tener ciertos niveles más elevados". Su investigación proporciona evidencias de que la peligrosa actividad afectó tanto a la salud como el medio que la rodea, que la contaminación sigue presente a día de hoy y puede seguir generando daños a pozos y cultivos más cercanos.
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COMENTARIOS
bob Junio 26, 2020
Hola. Muy interesante y un gran trabajo. ¿dónde sería posible leerlo? GRACIAS.
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