'The Last of Us': los zombis siguen en forma

Es sin duda notable que la adaptación del videojuego que más se aleja estilísticamente de su referente sea la mejor

Desde aquella fundacional La noche de los muertos vivientes de George A.Romero, el subgénero cinematográfico dentro de la categoría de terror que constituyen las películas de zombies, ha sido prolífico en cantidad y variantes conceptuales; quitando un sinfín de títulos mediocres que solo sirven para satisfacer nuestras apetencias de sangre en clave serie b, es innegable que con más o menos suerte, el antaño infravalorado cine de muertos vivientes, ha sido capaz de sublimar su origen y convertirse en metáfora tan certera de la alienación capitalista que nos deshumaniza (Amanecer de los muertos), en comedia inclasificable y suicida (Zombies Party) e incluso en thriller portentoso, de una calidad tal que difumina las fronteras entre la serie b y la “a”, como ocurre en los casos de 28 días después o Guerra mundial Z.

Es importante tener claro el recorrido histórico de este subgénero para no sorprenderse con la impecable factura de la nueva producción de HBO MAX, The Last of Us. La serie deja claro que cualquier idea preconcebida que nos hagamos de este tipo de obras audiovisuales parten de un viejo prejuicio clasista que diferenciaba entre arte mayor y menor, aunque a diferencia de varias de las películas citadas anteriormente no es capaz de arriesgarse a salirse de los estrechos márgenes del género.

Confieso que no he probado el videojuego en el que se basa la serie, aunque sí he visto como otros lo hacían. El argumento —con diferencias derivadas de las traslación de un medio a otro— de ambas obras es idéntico: un hombre atormentado por sus traumas pretéritos que se encuentra con la labor involuntaria de proteger a una niña de particular importancia en un mundo poblado por seres viles muertos y también vivos. En su distópica odisea hacía los más remotos infiernos se irá consolidando una relación paternofilial siempre al borde del abismo. Juntos afrontarán el caos externo de una realidad postapocalíptica y sus propios caos internos.

Actores tan contrastados como Pedro Pascal o la jovencísima Bella Ramsey —que a pesar de su edad cuenta con una notable trayectoria—, dan vida a los personajes principales ofreciendo un repertorio que va mucho más allá de los clásicos héroes de acción; al margen de las lógicas secuencias violentas, donde todos sus registros interpretativos se manifiestan, son los largos diálogos los que sostienen el metraje.

Porque The Last of Us profundiza en las relaciones humanas y los tipos de vinculaciones que se establecen en época de catástrofes —resuena el eco de nuestra sociedad pospandémica—, no como mero relleno acumulativo tipo The Walking Dead, sino con paciencia y ternura —véase el tercer capítulo—.

Los creadores Craig Mazin y Neil Druckamnn —que ya habían demostrados sus dotes narrativas en Chernobyl y el videojuego homónimo—, toman la acertada decisión de ahondar en el drama personal de los habitantes de esta Desolation Row —parafraseando a Bob Dylan—, sin dejar de lado la atmósfera.

Y es que el retrato de los personajes, consigue provocar una empatía en el espectador que repercute decisivamente a lo largo de las múltiples escenas cruentas del serial; con una tensión que se construye ladrillo a ladrillo y no como multiplicación de elementos efectistas, más una puesta en escena austera y sombría se consolida una narrativa sobria de depurado clasicismo, que lejos de apelar a la naturaleza interactiva y dinámica del videojuego, es capaz de formular sus propios códigos, convirtiéndose en un puro thriller que remite más a Seven que al mundo de las videoconsolas.

Es sin duda notable que la adaptación del videojuego que más se aleja estilísticamente de su referente sea la mejor. Y precisamente en ese distanciamiento formal, la serie triunfa donde otros productos basados en juegos interactivos fracasaron. Al final, The Last of Us bebe de sus propias fuentes fílmicas siendo un sólido entretenimiento capaz de generar verdadero terror sin perder de vista —o precisamente por no perder de vista— el factor humano. Eso sí, no esperen una genuina revolución genérica; como su tenebrosa y asfixiante puesta en escena, la obra tampoco es capaz de moverse fuera de los límites estrictos que marcan los cánones de las (buenas) pelis de zombies. Ni más ni menos que una impresionante pieza de artesanía, que no de arte.

FICHA TÉCNICA

Título original: The Last of Us

Año: 2023

Duración: 50 minutos

Creadores: Craig Mazin, Neil Druckmann

Nota en IMDB: 9,2

Nota en FilmAffinity: 8

La serie está disponible en HBO MAX