Con trabajo, pero sin independencia

El predominio de la contratación laboral frustra las esperanzas de emancipación de jiennenses que rondan la treintena

Fátima Lorente Lendínez, jiennense de 29 años, es guía turística con formación y experiencia. Ha acumulado trabajos temporales dentro y fuera de la provincia. Ha esquivado al paro en ocasiones. Sin embargo, tiene un reto en el horizonte que parece más probable fuera de Jaén… y de España: emanciparse, ser autosuficiente. Vive con sus padres y nunca ha tenido alternativa real.

La precariedad laboral es un lastre para España, donde el riesgo de pobreza ha crecido desde el 2013: ahora es del 10 por ciento, según el informe Social Justice Index de 2017. La provincia jiennense, con una de las tasas de paro más elevadas del país, es tierra hostil para dejar el nido familiar.

Bien lo sabe Lorente Lendínez, que solo ha vivido lejos de su hogar en su época de estudiante en Baza y cuando ha tenido empleos en el norte de Marruecos y en el sur de Portugal y Francia. “Hace tres meses trabajé como guía en el Castillo de Santa Catalina durante medio año”, señala.

LA SUBIDA DEL ALQUILER

Vivir de alquiler en España es un 10 por ciento más caro que hace un año. “En Jaén capital ni me lo he planteado, pero en Baeza un piso cuesta 300 euros sin gastos comunes y otros necesarios, como internet”, afirma.

La mejor época salarial de Fátima Lorente se resume en una palabra que pasó de ser maldita a hoy sinónimo de cierta estabilidad económica: ‘mileurismo’. “Me pagaban por horas y trabajaba más de doce al día”, resume.

Cuenta que buena parte de sus amigos están en condiciones similares, al abrigo de los padres mientras resisten con empleos precarios o buscando algo. Más de 71.000 jiennenses dejaron la provincia el año pasado precisamente para buscar trabajo según datos del Servicio Público de Empleo Estatal.

¿Qué le espera a alguien como ella, del ámbito turístico? “Consolidarme en mi sector aquí es muy complicado. Ya estuve a punto de irme a Reino Unido y puede que lo haga. O tal vez a Irlanda”, dice. Parece la única manera de salir literalmente de casa.