Tres, dos, uno…grabando

Mancha Real logra una Falla de cine en tiempo récord y que hará historia

Hay tradiciones que están tan arraigadas a la tierra como las raíces de los olivos al mar jiennense. Costumbres que por muchos avatares que te presente la vida no se pueden echar a un lado. Fiestas que devienen en eje dinamizador de todo un municipio y que logran aglutinar en su columna vertebral arte y convivencia. Por eso, cuando se sienten en peligro hacen de su necesidad virtud, como le ha pasado a Mancha Real. Por unos momentos, aunque solo fueran minutos, horas o días, vio como la cita más importante del año, la Falla, que llega a su 35 edición, flaqueaba. El Ayuntamiento tomó las riendas y dijo aquello de “Tres, dos, uno…grabando”.

Dos meses de rodaje y postproducción para al final, en tiempo récord, tener una Falla digna de una alfombra roja. Porque Mancha Real, este año, es de cine. La cuenta atrás para la proyección de un film hecho a contrarreloj comenzó anoche con un pregón a medio camino entre un musical y una obra de teatro. De la mano de la actriz Noelia Rosa, en el Centro Cultural Maestro José Luis Quero no faltó ni un detalle para llevar la gala al más puro estilo ceremonia de los Oscar, con photocall incluido.

La pregonera alentó a sus vecinos a que la tradición perviva durante mucho tiempo. Les llenó de entusiasmo y le transmitió la idea de la magnitud que tiene la Falla más allá de la quema. “Tiene mucha importancia todo el trabajo artístico que hay detrás y es una muestra de que el arte puede mover la tradición de todo un pueblo”, explicaba a LaContracrónica. “A través del arte uno puede generar una tradición para el pueblo, por eso quiero jalonar la labor de estas personas que han echado horas interminables y recordar que el pueblo les debe mucho”, confiesa. Y es que una Falla es una fusión de disciplinas; desde la arquitectura, hasta la pintura, la carpintería o la artesanía.

LA FALLA

Desde mañana, el recinto ferial acoge el montaje de esta gran película, la Falla más grande de la historia de Mancha Real. No es una frase hecha, es literal. Mide 400 metros cuadrados y cuenta con más de 12 metros de altura. Un trabajo para sorprender a vecinos y visitantes de la fiesta que abre la primavera en el municipio. La plantá de la Falla se prolongará hasta el miércoles, cuando quedará expuesta al público de forma definitiva. ¿Cómo se ha logrado hacer tan rápido? Echándole horas, implicando a numerosas personas y con el mayor de los cariños.

Enrique Ruiz y Alberto Molino son los maestros falleros que, con todo un equipo detrás, han conseguido sacar adelante la Falla de este año. Tiene experiencia de sobra y eso les ha valido de mucho en este desafío. Y es que en el caso de Ruiz, por ejemplo, no ha faltado ni un año a su cita con la carpintería, a excepción del primero porque estaba de luna de miel. En el caso de Alberto Molino, especializado en la parte artística, ya lleva cinco.

Enrique Ruiz explica que para emprender una Falla lo primero es elaborar un proyecto, en este caso confeccionado por el Ayuntamiento. “Una vez que lo tienen, nosotros lo plasmamos en plano y empezamos a trabajar la madera, el cartón, el porexpan... Poco a poco, día tras día, el diseño sale y se ve lo qué se hace” relata. Para un carpintero que tiene tablas en este oficio, la edición de este año ha supuesto un desafío. “Se ha hecho con mucho sacrificio y bastante rápido. Este año ha sido en un tiempo récord”, felicita.

 “La Falla siempre la empezamos en agosto o septiembre, porque de lo contrario no te da tiempo. Este año empezamos a últimos de enero y nos hemos puesto manos a la obra. Yo creo que vamos muy bien, con el tiempo justo, pero muy bien” anima Molino. Reconoce que desde el punto de vista artístico esta Falla ha supuesto un desafío tanto por sus dimensiones como por su altura. “Nos ha dado muchos dolores de cabeza”, confiesa.

Para ambos maestros lo mejor de la Falla de este año ha sido todo el proceso de elaboración, aunque les queda el duro paso de “plantarla”. Lo peor, sin lugar a dudas, tener que quemarla.

IMPULSO

Quienes se han llevado buena parte de los dolores de cabeza de la edición de este año ha sido el Ayuntamiento, que por primera vez ha cogido las riendas de esta fiesta de interés turístico. El concejal de Comunicación, Ildefonso Ruiz, reconoce que el proceso ha sido “agotador”. “Hemos vivido con el miedo de que no llegábamos, pero como decía mi abuela, a todo se llega y al final se ha logrado. Ha sido a base de esfuerzo, de trabajo, de sufrir, de pensar, de innovar y de improvisar alguna vez, por qué no decirlo”, explica a LaContracrónica el edil. “Ahora nos queda la satisfacción enorme de pensar que nos marcamos un reto que parecía imposible y lo hemos superado”.

Preguntado sobre lo que sentirá cuando se queme, se echa a reír. Le afloran los sentimientos, lo mismo que a las decenas de personas que están arrimando el hombro para que la fiesta brille. Le llega ese momento en que tantos nervios condensados salen a relucir. Sentimientos enfrentados entre alivio y tristeza. “Costaba mucho hacerse a la idea de que en Mancha Real no iba a haber Falla, así que cuando el Ayuntamiento cogió las riendas sabía que se estaba tirando sin red sin saber cómo va a acabar la caída”, confiesa. “Cuando ves que el reto concluye y que tanto trabajo es para, al final, quemarlo, no sé…”.

Al final, el guion de cine ya está escrito, la película rodada y a los actores y equipo solo les queda recibir el visto bueno del público, de los vecinos de Mancha Real que este año viven en un gran plató de cine.

PROGRAMACIÓN

Las fiestas de este año llegan cargadas de novedades. La primera, que pasa de uno a tres días de celebraciones. El Ayuntamiento ha apostado por implantar la festividad de San Patricio, que será el viernes. Los bares saldrán a la calle, con música y muchas sorpresas para homenajear al Atlético Mancha Real y a su afición. Para ello, Mancha Real lucirá una iluminación especial de color verde que pondrá el toque especial a los principales monumentos y edificios públicos. Además, se inaugurará la exposición del Museo de la Falla, para que los visitantes puedan obtener una visión retrospectiva de esta fiesta.

El sábado, los actos comenzarán a las doce de la mañana con música en vivo a cargo de la Agrupación Musical Amigos de la Música. Después, una degustación de cerveza y, ya por la tarde, continuará San Patricio con el concierto tributo a Héroes del Silencio. El domingo, día grande de la quema de la Falla, comenzará bien temprano con un desayuno molinero. A mediodía habrá degustación de Paella en las Naves Municipales, desde donde partirá la “Marea Verde” de aficionados para el transcendental partido ante el Recreativo de Huelva en el Estadio de la Juventud. Para los más pequeños, la magia del Mago Jesús Jaén se podrá contemplar en el Recinto Ferial. El colofón a estas celebraciones será a las ocho de la tarde con la quema. Como novedad, este año prenderá la llama un vecino de Mancha Real elegido por sorteo.