Un madrugón 'real' que merece la pena
Miles de personas arropan a sus Majestades los Reyes. Los bailenenses vitorean a Don Felipe en un día histórico para la ciudad
Manuela Torres llegó a las cinco y veinte a las puertas de la Iglesia de la Encarnación. No quería perderse un día histórico para Bailén. Con su hermana, cuñada y unas amigas, han guardado ‘el sitio’ religosamente hasta la llegada de Sus Majestades los Reyes de España. “Fuimos a Misa de Campaña mientras algunas se han quedado guardando el sitio”. Son vecinas de Bailén y se confiesan encantadas con la visita de Don Felipe y Doña Letizia.
—Yo vi a Don Felipe de pequeño, con su madre, la Reina Sofia. Cuando yo también era pequeña fui a Madrid de excursión. Ahora tenía unas ganas enormes de verlo otra vez.
Es el recuerdo que Antonia Contreras, que acompaña a Manuela Torres. Este grupo de amigas no puede decantarse por uno o por otro, quieren por igual al Rey y a la Reina. Si los tuvieran delante tienen claro lo que le pedirían: mucha paz y trabajo.
Apenas pasaban las nueve de la mañana cuando explicaban su experiencia a Lacontradejaén. Cerca de las doce, Manuela Torres está asomada a su balcón, al lado del Museo de la Batalla de Bailén y engalanado como cientos de banderas, tal y como había pedido el alcalde, Luis Mariano Camacho.
–He podido verlos y darles la mano.
Lo grita desde el balcón sin poder ocultar la inmensa alegría que siente. La misma que José Muñoz, que llevaba desde las siete esperando. Él lo tenía claro.
—Es una vez en la vida la que lo vamos a ver. Yo he venido hasta con fiebre. Si se para aquí y me puedo hacer una foto, me muero.
No hemos podido comprobar si José vio cumplido su sueño, seguramente sí, porque estaba en un puesto privilegiado, en el camino entre el Ayuntamiento y la Iglesia de la Encarnación, por donde sus Majestades han ido caminando y saluando a las cientos de personas congregadas. Lo que más se ha escuchado, los vítores al Rey. “Felipe, Felipe, Felipe”, coreaba el público. También hay quienes han dado una nota de color gritando un “Viva los novios”.
La visita de sus Majestades los Reyes de España ha dejado anécdotas e imágenes para la historia. Como la de unas vecinas asomadas al balcón que han pedido al alcalde, Luis Mariano Camacho, que pida dinero a la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Ha sido momentos antes de la llegada de los monarcas, que han acudido junto a la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto.
—¡Que te dé dineros, Chiqui!
Los protagonistas, acompañados por el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez.
LOS DETALLES DE LA VISITA
Sus Majestades los Reyes han llegado puntuales a la Plaza de la Constitución, donde desde primera hora de la mañana se congregaba el público y numeroso personal que supervisaba que todo estuviera listo, hasta el más mínimo detalle. Pasaban unos minutos de las once menos cuarto cuando los monarcas se han bajado del coche oficial, vitoreados por los bailenenses. Saludos de rigor al alcalde, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, el delegado del Gobierno y demás autoridades allí congregadas. Enseguida, bajo un sol de justicia, han acudido a la fachada del Ayuntamiento, donde se han vivido momentos emotivos. Luis Mariano Camacho le ha entregado a Don Felipe el bastón de mando al igual que la Llave de Oro de la Ciudad.
Inmediatamente se han asomado al balcón y han podido presenciar, con todo su esplendor, el cariño transmitido por el pueblo de Bailén. Don Felipe se ha llevado la mano al pecho, en señal de agradecimiento. Antes de llegar a la Iglesia de la Encarnación, no han escatimado en saludos a todos los allí congregados.
—"Estamos exultantes tanto yo como el pueblo. Queremos recibir a Sus Majestades con el calor correspondiente a estas fechas", ha dicho Camacho esta mañana en declaraciones a Lacontradejaén.
Y no era para menos. Una muestra de lo agradecidos que están la mayoría de los vecinos de Bailén es que, en el momento en que el alcalde ha hecho entrada en la Plaza de la Constitución, ha sido fuertemente aplaudido por conseguir que, tras años de peticiones, los Reyes hayan participado, en este caso, en los actos del 210 aniversario de la Batalla de Bailén.
Ya dentro del templo, en un acto privado han sido numerosos los gestos simbólicos y de complicidad. Por ejemplo, dos soldados, con uniforme de época, estaban ante el panteón del General Castaño, el militar que estuvo al frente del ejército que derrotó por primera vez en campo abierto a Napoleón, con una corona de laurel, ofrenda realizada por sus Majestades. También se han acercado a ver a la Virgen de Zocueca, patrona de Bailén. En la iglesia estaban, además, tres hermanas de la congregación de las Hijas de la Caridad, que en su momento recibieron el Premio Príncipe de Asturias.
En coche se han desplazado hasta el Museo de la Batalla de Bailén, donde un pelotón compuesto por recreadores vestidos con uniformes de época ha disparado salvas de fusilería. Una vez dentro, el concejal de Patrimonio Histórico, Juan Padilla, se ha encargado de explicar a los monarcas todos los detalles históricos que esconde el museo.
Y así, dos horas después, sus Majestades los Reyes de España han vuelto a coger un helicóptero para decir adiós a un agradecido municipio de Bailén, sin ser conscientes del todo que el de hoy ha sido un día para la historia. Y no es para menos, la última visita real a Bailén se produjo en 1862. En aquella ocasión acudió la reina Isabel II.
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