Una cantera de ensueño
Los equipos de formación del Linares dominan el fútbol provincial y comienzan a codearse con los grandes clubes de Andalucía. Es el fruto a varios años de trabajo coordinado
La cantera del Linares vive una de sus épocas más doradas. Los equipos de formación dominan el fútbol provincial y se codean con los grandes clubes de Andalucía. El ascenso del cadete la División de Honor ha sido el punto más alto de una temporada histórica, pero no el único. El juvenil, pese a no lograr el mismo objetivo por un gol de diferencia con el Tiro Pichón, ha peleado hasta la última jornada por el salto de categoría. Al igual que el infantil por la salvación, después de protagonizar una espectacular remontada que solo vio frenada, también en el último partido, por el Ciudad de Granada. Se quedó a un solo punto de la permanencia en la Primera Andaluza. Son solo tres ejemplos del trabajo coordinado que se lleva a cabo desde la refundación del club en 2009.
Con la llegada de Pedro Sáez a la Presidencia, la cantera experimenta su mayor transformación, tanto en número de equipos como en metodología. Primero con el directivo Javier Gómez y luego con Alberto Lasarte, se sientan las bases de un proyecto bien trazado y con perspectiva de futuro. Su idea no es otra que estructurar el club desde la base, con fútbol formativo en todas las categorías. El exentrenador del Villacarrillo comienza a diseñar un organigrama técnico formado monitores y entrenadores -muchos de ellos jugadores del primer equipo- bajo un mismo patrón y concepto futbolístico.
Para el Linares, el trabajo en la cantera es fundamental por dos motivos: por el sostén económico y por la cuestión afectiva. El fútbol es una empresa en la que también influyen los sentimientos y los valores, tan perseguidos en esta nueva etapa azulilla. Cuestiones intangibles como el sentido de pertenencia a un grupo, la unión a una historia, la fidelidad a una manera de actuar, de pensar, de comportarse, en definitiva una forma de entender el fútbol y casi la vida. Los valores que mama el canterano se transmiten a toda la plantilla y las incorporaciones se empapan con ese espíritu. Todo esto conlleva a que los seguidores y los jugadores se identifiquen con un club y se genere un alto compromiso con la institución hasta tal punto de que los niños linarenses, a diferencia de otros lugares, sueñan con debutar en Linarejos, en su templo.
Esto facilita que la cantera crezca cada curso. La ciudad -con más clubes formativos- limita el número de jugadores locales, por lo que hay que captar talentos en otros puntos de la provincia para configurar equipos cada vez más potentes. En la fábrica azulilla conviven jugadores de Chiclana de Segura, Beas, Arquillos, Jódar, Sabiote, Úbeda... La apuesta es clara y declarada: llevar futbolistas al primer equipo. Distintas generaciones han crecido juntas. El equipo cadete que ha logrado el ascenso a División de Honor, sin ir más lejos. es una hornada de 2002. Niños que empezaron desde alevines y que han ido escalando año tras año manteniendo el bloque. "Es una de las claves del éxito", asegura su técnico, Javier Mañas, quien está seguro de que "tres o cuatro" de esos chicos jugarán más pronto que tarde en el Municipal de Linarejos.
El Linares ya es el club hegemónico en fútbol provincial. El juvenil, el cadete, el avelín y el benjamín lograron este fin de semana el pase a la final de la Copa Diputación, y el benjamín jugará esta semana el Campeonato de Andalucía de campeones, encuadrado en el Grupo B, con el Sevilla FC, el Málaga y La Cañada (Almería). "Ahora los niños se quieren venir aquí. Somos un club de referencia", apostilla orgulloso Javier Mañas. El club azulillo ha recuperado la esencia de épocas anteriores, como las vividas con históricos como Antonio Acuña o Perfecto Culebra, predecesores de una cantera que ha dado a Linares y al fúbol jiennennse nombres ilustres como Alfonso Soto, Carles, Vilaseca, Melchor, Cristóbal, Ordóñez, Bautista, Óscar Monedero, Javi García, Sergio Gálvez y los Vicente, Javi Quesada, Fran Carles, Corpas, Ángel Gómez, Salido, Pekes y un largísimo etcétera.
Únete a nuestro boletín