Una década de lucha por un sueño
La Fundación Caja Rural celebra diez años en el "corazón" de Jaén, en el que ha ayudado a los colectivos más desfavorecidos, la cultura, el deporte y el olivar
La Fundación Caja Rural de Jaén lleva en su ADN la vocación de ayudar. Desde su constitución, hace diez años, la institución sin animo de lucro, se ha volcado en colaborar con la vida social, cultural y deportiva de la provincia, además de actuar como agente de desarrollo cooperativo, medioambiental, fomento del empleo o en actividades para la promoción de todo tipo de asociaciones y colectivos. Su objetivo no es otro que devolver a los ciudadanos parte de los beneficios que genera la actividad financiera.
La sociedad sabe valorar el esfuerzo de la Fundación y así quedó demostrado el pasado jueves en la conmemoración del décimo aniversario, cuyo acto central se celebró en el Salón Sierra Mágina del Palacio Provincial de Ferias y Congresos (Ifeja). Durante la cita, se repasó la trayectoria de la institución en sus diez años de existencia y asistencia.
Así, se realizó un recorrido por su estructura en tres grandes áreas, la social en la intervino la Asociación Integral Psicodanza de Torredecampo con la obra de teatro "Instantes" y, en la que la presidenta de la Asociación de Alzheimer “Conde García” de Linares, Ángela García, habló sobre el trabajo con las asociaciones de Jaén y provincia. Posteriormente fue el turno del área cultural, con la intervención de Acrobalia y la Cantoría de la Escolanía de la Catedral, donde Pedro Galera Andreu, repasó la trayectoria con muchas de las actividades y proyectos realizados a lo largo de estos años. Por último, Manuel Parras Rosa, exrector de la Universidad de Jaén, habló sobre la vertiente de Olivarum, centrada en nuestro laboratorio situado en el Parque Tecnológico de Geolit.
En los discursos más institucionales, Patricio Lupiañez, vicepresidente de la Fundación Caja Rural, destacó los esfuerzos realizados hasta ahora por el progreso de la sociedad jiennense. "La Fundación nació de un sueño alentado por el Consejo Rector y la Asamblea de socios, para mantener de forma organizada lo que la Caja llevaba haciendo medio siglo», comentó Lupiáñez. Para Luis Jesús García Lomas, la Fundación es "una forma de prestar oídos y llegar al corazón de la provincia".
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