Una frutería pasada por agua
Antonio Moya, frutero del Mercado de Peñamefécit, pide el arreglo de su puesto, con goteras desde hace "tres o cuatro" años
Tiene 61 años. Dice que no es una persona dada a la queja, pero todo tiene un límite: Antonio Moya, vendedor de frutas y verduras en el Mercado de Peñamefécit, exige el arreglo integral de las goteras que arrastra desde hace “tres o cuatro años” en su puesto.
La lluvia da pie a una situación increíble: el comerciante coloca cubos para que el agua que se filtra en el puesto no cause desperfectos en las frutas, en las verduras y en el mostrador. “Y para no mojarme”, cuenta a LaContracrónica. Basta con que aumente la intensidad de las precipitaciones —o que se encadenen varios días de agua— para que Moya se vea envuelto en unas condiciones “lamentables” para trabajar. Asegura que ha avisado al Ayuntamiento. Pero a la vista está que los arreglos son insuficientes. Ya ha colocado plásticos. “Las goteras están extendidas a lo largo del puesto: es feo y molesto. Entiendo cómo están las arcas municipales, pero deben acudir y subsanar las deficiencias”, afirma.
MÁS DESPERFECTOS
Rafael Serrano Morales, presidente del Mercado de Peñamefécit, mandó el último escrito al equipo de Gobierno hace dos semanas, según señala a LaContracrónica. En el documento alertaba de las carencias del puesto número 46. “Moya pudo trabajar ayer, pero de mala manera. Lleva años así. En verano, al no llover, pues no se nota”, señala.
También hay goteras en uno de los pasillos del mercado. “Aún no hemos recibido respuesta”, sentencia.
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