La Humildad usa las nuevas tecnologías para captar hermanos

Es la primera vez que la Archicofradía del Señor de la Humildad de Alcaudete capta integrantes a través de Facebook Y Twitter
La idea es prevenir, ser precavidos. Enrique García, presidente de la Archicofradía del Señor de la Humildad de Alcaudete, explica a LaContracrónica que la cofradía busca mantillas, costaleros y hasta integrantes de la centuria romana para preparar la Semana Santa y evitar posibles bajas. Ha tocado hacer llamamientos públicos en Facebook y Twitter para captar miembros. Es la primera vez que emplea las redes sociales para este asunto.
“Ha sido una iniciativa de la persona que gestiona nuestras cuentas oficiales”, señala García. Dice que los cupos de costaleros y de la centuria están cubiertos. ¿Entonces? ¿Por qué los anuncios en redes? “Igual falta gente. Por si alguien falla”, agrega. La archicofradía tiene cuatro pasos: Nuestro Padre Jesús de la Humildad, Nuestra Señora de la Antigua, la Virgen de la Piedad y el Santo Entierro. “Hacemos esta acción en redes más que nada para animar”, abunda.
PREPARACIÓN
Los ensayos para Semana Santa ya han comenzado. “Si alguien quiere salir de costalero, lo lógico es que se inscriba ahora”, justifica García sobre la antelación de los anuncios. El caso de las mantillas es el más flexible: no hay un cupo como tal. Luego cuantas más mujeres quieran acompañar a Nuestra Señora de la Antigua, mejor. “Es así, no está limitado. El paso más grande lleva 27 costaleros”, añade.
TENDENCIA
La centuria romana la componen 28 integrantes. Cuenta García que son hombres de unos 40 años que se juntaron por primera vez cuando solo eran adolescentes. “Ellos sí resisten. Se mueven para tener a su gente”, explica, y alude al quid de la cuestión: ¿esa suerte de SOS en redes —muy común en otras cofradías de la provincia— obedece a que haya menos implicación por parte de la juventud? “Creo que son ciclos: cuando yo era joven me tocó una época de menor implicación, mala. Después pasó todo lo contrario: abundaban los costaleros, tanto que había gente esperando para salir”, recuerda. Y concluye: “Cuando empecé se llevaban los pasos con ruedas. Ahora hay personas dispuestas, pero no sobran”.
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