Y Valdepeñas honró al Cristo de Chircales
La alcaldesa valora la afluencia de las fiestas pese a que dos de los días grandes han sido entre semana
Las fiestas en honor del Cristo de Chircales concluyeron ayer en Valdepeñas, y la sensación general es que el pueblo ha vuelto a vibrar con las celebraciones estivales, como ya ocurriera con Las Realengas.
Había cierta inquietud en el Ayuntamiento por ver cuánta gente asistiría a los festejos, sobre todo los recientes 4 y 5 de septiembre. “Al ser entre semana pensábamos que habría menos gente, pero no ha sido así”, explica Laura Nieto, alcaldesa local, a a este diario. El factor vendimia también podía influir en el número de personas, pero la realidad fue otra: multitud de asistentes abarrotaban ayer la Plaza del Ayuntamiento en el cierre de las fiestas.
LOS SANFERMINES LOCALES Y EL DESLIZADERO
La programación ha tenido presente esa máxima de encandilar a todos los públicos. Claro que hay citas hechas especialmente para los niños. El lunes se vivió un momento de energía y risas con el deslizadero acuático, atracción cada vez más común en pueblos del sur de Jaén, como quedó demostrado en las recientes fiestas de Frailes y de Alcalá la Real.
Otra de las escenas más celebradas llegó con los tradicionales Sanfermines valdepeñas. De pronto, una manda de toritos inflados se puso a perseguir a quienes pasaban a su paso. También tuvo su impacto la carrera de motocilietas por el Paseo de Donantes de Sangre.
El paso de la etapa catorce por La Pandera ha concentrado a un gran número de aficionados y de curiosos valdepeñeros. Las redes están plagadas de fotos y vídeos de los seguidores de la prueba ciclista.
No han faltado actividades habituales, como la petanca, la gymkhana, el concurso de tartanes y el campeonato de cartas. Hubo tiempo, cómo no, para la procesión de la imagen que da nombre a las fiestas, respaldada por los creyentes. Y la otra ‘imagen’ fue la del pueblo, unido en masa con gentes de fuera. La vida en las fiestas.
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