El único vecino de La Umbría de Cabeza Gorda

Verónico Muñoz lleva más de una semana solo en su cortijo, de Segura de la Sierra, atrapado por la nieve: ha pedido ayuda porque el día 12 tiene una cita médica importante

"Hoy es un día fabuloso". Escuchando al otro lado del teléfono a Verónico Muñoz —Genaro para los amigos— todo es serenidad y calma. "Yo estoy tranquilo", confirma. La cuestión es que el paisaje se ha complicado para este vecino de 72 años, afincado en Segura de la Sierra. Vive en el cortijo La Umbría de Cabeza Gorda —término de Segura de la Sierra— y la nieve lo tiene atrapado en su casa. Ha pedido al Ayuntamiento que haga trabajos de retirada para que la carretera esté apta. El próximo día 12 de febrero Muñoz tiene que ir al hospital para un chequeo mensual del corazón —la llamada prueba del Sintrom.

"Solo es un kilómetro, hasta el arroyo. Pero desde el Ayuntamiento me dicen una y otra vez que no, que no es competencia suya", explica el vecino, residente habitual desde hace doce años en un cortijo en el que ahora está solo; en verano sí hay más residentes.

Muñoz no puede conducir su Suzuki porque la carretera está impracticable, con unos 40 centímetros de nieve. De comida y de calor sí está servido, de ahí que hable con reposo por más indignado que le ponga el asunto. "Tengo chimenea y leña de sobra", dice. La cobertura telefónica también funciona.

Ayer fue testigo de una nevada espectacular. Según cuenta, la semana pasado llamó por primera vez al Ayuntamiento para comunicar que necesitaría ayuda. "El problema es que el día 12 tengo que ir al hospital. Espero que para entonces no haya nieve. Si todo sigue igual, tendré que llamar a mis amigos para que me saquen de aquí", relata.

"OJALÁ NUESTRA CASA ESTUVIESE EN SANTIAGO"

Justa Pérez es la mujer de "Genaro". Ahora está en Valencia cuidando de una de sus nietas. Está muy indignada con el Ayuntamiento de Segura. "Se han cerrado en banda con este asunto, cuando sabemos que en Santiago de La Espada sí hacen el servicio de quitar la nieve en situaciones como esta", narra. "Son solo tres curvas. Ojalá nuestra casa estuviese en Santiago", agrega.

El matrimonio ha mantenido conversaciones telefónicas con Esperanza Chinchilla, la alcaldesa de Segura de la Sierra. "Me dijo un trabajador que las horas de uso de la máquina que retira la nieve son muy escasas, y que el Ayuntamiento no puede gastar eso. Lo que no puede ser es que mi marido se quede allí y no pueda hacerse su revisión. Qué poca sensibilidad", insiste Justa Pérez.

Chinchilla recuerda que hace un año trabajadores del Ayuntamiento transportaron a Muñoz desde su casa en un todorreteno para que se hiciera la prueba del corazón. Fue una circunstancia similar. "Cuando la necesidad es vital, él tiene nuestra ayuda", remarca.

La alcaldesa le pide a Muñoz que sea "consciente" de la situación y pone como ejemplo que otros vecinos de la zona se van en invierno a Cortijos Nuevos para evitar quedarse incomunicados. Considera que prima la responsabilidad individual del vecino. "Desde hace años no mandamos máquinas para retirar la nieve. Al menos en siete u ocho años no lo hemos hecho. Antes la competencia era de Medio Ambiente", explica en declaraciones a este diario.

Hasta que desaparezca la nieve "Genaro" no tiene más compañía que la de sus perros Rex y Nala. "Yo no me voy de mi casa", sentencia.