Vecinos desesperados
Empresarios de San Felipe vuelven a reclamar soluciones para las inundaciones que se producen en la carretera de Circunvalación y Juan Montilla
Era la crónica de una inundación anunciada. Vecinos de San Felipe pasaron la tarde-noche del jueves con el corazón en un puño igual que los residentes de otros barrios de la capital. Pero los que tienen negocios a pie de calle todavía un poco más. Sabían que la tromba de agua iba a ser su perdición. Y así ha sido. El viernes acudieron a sus negocios y vieron cómo el agua había entrado dentro. Son empresarios que tienen sus establecimientos en los aledaños de la carretera de Circunvalación y Juan Montilla y que cada vez que llueve con cierta intensidad sufren las inundaciones.
—Otra vez vamos a tener que cambiar el suelo.
Juan López ya ha perdido la cuenta de las veces que ha tenido que reparar el suelo de su peluquería por culpa del agua. Ayer, nada más entrar, se dio cuenta de que otra vez tendría que hacerlo. Está agotado y desesperado, como él mismo relata. Ya no sabe qué hacer, si denunciar o a dónde acudir, porque denuncia que nadie le hace caso.
Los autónomos de esa zona denuncian que llevan años así y en el último episodio de lluvias no dudaron en grabar las imágenes para avalar sus palabras.
—Cuando caen cuatro gotas nos inundamos y ahora que han asfaltado la calle y han subido la altura no hay ni un metro para que corra el agua.
Según relató anteriormente a este medio, en el punto donde se ubica la parada de autobús se ven auténticas "cataratas". A su entender debería existir una tragona grande para que cuando llueva pueda drenar y filtrar el agua que después va a Fuente de la Peña. Sin embargo, denuncia que cuando hicieron la carretera nueva "la taparon". "Cada vez que llueve, todo el agua que baja del campo de olivos se va para la carretera". También alerta que en la curva de la Carretera de la Circunvalación a la calle Juan Montilla, las tragonas metálicas se hundían al paso de los autobuses. Vecinos denuncian que todas estas tragonas están llenas de piedras y que no se limpian, por eso se quedan atrancadas.
Ante esta situación, reclaman al Ayuntamiento que se ponga una solución. Y lo hacen ahora, de nuevo, cuando las lluvias han afectado sus negocios.
Únete a nuestro boletín