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"Vivir en la provincia de Jaén es una maravilla"

Por Javier Cano - Mayo 15, 2021
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"Vivir en la provincia de Jaén es una maravilla"
Santiago Ydáñez, acompañado de sus sobrinas, ante uno de los cuadros que muestra estos días en Puente de Génave. Foto cedida por Santiago Ydáñez.

La Universidad acaba de hacer público el nombre del premiado con su galardón Natural de Jaén 2021: el artista plástico Santiago Ydáñez (Puente de Génave, 1969). Un reconocimiento no solo a su brillante trayectoria creativa, sino también a su labor de difusión de las bondades de una provincia de la que el propio pintor asegura sentirse "un gran embajador".

Encantado con el premio, Ydáñez entra en una nómina de ilustres de aquí en la que figuran, entre otros, el investigador José López Barneo, la cantaora Carmen Linares, el escritor Juan Eslava, el investigador Tomás Palacios Gutiérrez, el arquitecto Luis Berges, el empresario Luis Vañó, el investigador Francisco Herrera, el cineasta Miguel Picazo, el periodista Antonio Caño, la escritora Fanny Rubio y las jugadoras de hockey hierba Carmen Cano y María de los Ángeles Ruiz.

—En un año tan incierto, tan marcado por la pandemia, recibir un premio de su tierra debe de saber a gloria, ¿no?

—Hombre, un premio siempre halaga, siempre gusta. Ha sido una sorpresa, y también un gusto, claro. 

—Un galardón que reconoce no solo su trayectoria, sino también su labor de proyección de la provincia.

—Sí, sí, eso sí, siempre he sido un gran embajador de mi tierra, como es natural y como mi tierra merece.

—Vamos, que cuando está usted por esos mundos de Dios, lleva a Jaén en los labios. 

—Sí, claro, y no solo eso. Aquí, en Puente de Génave, tenemos una pequeña sala que dirijo yo desde hace seis años, La Vicaría, y yo pinto a muchos personajes de la tierra, del pueblo. 

—Esa sala es otra de sus herramientas de difusión de su patria chica...

—Lo mejor de España ha venido a esa sala, sí, lo más granado de distintas generaciones. Vienen por amistad y al final se lo pasan muy bien aquí. Intentamos hacer colectivas y, al terminar, organizamos una fiesta, una verbenilla. La gente se va encantada, se come una chuletilla de palillo, dan un paseo por los alrededores, por Segura... Se van encantados, sí.

—¿Mantiene abierta alguna exposición en La Vicaría en estos momentos, Santiago?

—Precisamente el jueves inauguramos una exposición dedicada a mi mejor modelo, El gran Tito, que murió el año pasado; no pude ir a su entierro, por esto del Covid, y he querido rendirle un homenaje solo con imágenes de él. Estará abierta hasta finales de julio.

—Una experiencia esta que acerca lo mejor del arte actual a la gente de Puente de Génave. Sus paisanos deben de estar encantados con usted.

—La gente de aquí es muy agradecida, mucha gente se acerca a dar las gracias. No conocen quiénes son estos artistas ni la importancia que tienen, pero lo agradecen mucho. 

 Uno de los retratos de El gran Tito, que Ydáñez expone estos días en Puente de Génave.
 Uno de los retratos de El gran Tito, que Ydáñez expone estos días en Puente de Génave.

—Y usted, encantado también...

—Es que vivir en la sierra, en toda la provincia de Jaén, es una maravilla.

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada, Ydáñez ha realizado talleres con importantes maestros como Juan Genovés, Nacho Criado y Mitsuo Miura. Su obra se ha expuesto en prestigiosos centros de arte de todo el mundo y en su currículo se acumulan distinciones tan reputadas como los premios de pintura ABC, Generación 2002  o BMW, entre otros, que ratifican la trayectoria de un artista cuya obra cuelga en colecciones nacionales e internacionales de primer orden. Un hombre cosmopolita que, sin embargo, reivindica su tierra: "Si quieres ser universal, ocúpate de tu pueblo", dicen que dijo el gran Chejov. Pues eso.

—¿Se ha instalado definitivamente en su pueblo? Se le hacía por tierras alemanas.

—Yo he vivido los últimos dieciocho años entre Berlín, el pueblo, Granada y Málaga (mi novia es granadina, pero vive en Málaga). Pero con la pandemia, desde el pasado febrero estoy aquí, no he viajado ni nada, he batido mi récord de permanencia aquí. 

—Pero, ¿es usted como el viajero del poema de Amado Nervo, que tiene prisa por partir, o la querencia lo ata?

—Me apetece mucho ir a Berlín, pero estoy muy bien aquí, la verdad; por suerte conservo a los amigos de la infancia, tengo aquí a mi familia, a mis padres, mi taller... Aquí me lo paso bastante bien. 

—¿En qué proyectos trabaja, desde ese paraíso suyo?

—Tengo un proyecto que es maravilloso, una ópera: Tosca, de Puccini. Yo hago la escenografía y el vestuario. Se estrenará el 21 de junio en el Teatro de la Moneda de Bruselas, el mejor teatro de Bélgica. Luego irá al teatro de Montpellier, al Liceo de Barcelona, al de la Maestranza, en Sevilla...

—¿Es su primera experiencia en el campo de la ópera?

—Sí; en vestuario sí había hecho ya alguna cosa, colaboré hace dos años con David Delfín, pinté tres trajes suyos para un pase que se hizo en Cibeles, con la colección Inferno. Pero en ópera, es la primera vez.

—Todo un reto, ¿verdad?

—Desde luego, claro. No imaginaba que el telón, por ejemplo, iba a quedar tan espectacular, un telón de veinte metros con mi pintura impresa con mucha definición sobre una tela muy suave. Ha quedado muy bien.

—Acudirá al estreno, ¿no?

—Sí, por supuesto, seguramente vaya a Sevilla, aunque a lo mejor también me acerco a Barcelona. Yo, por mí, a todos.

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