"Mi filosofía es trabajar la mejora continua del jugador de baloncesto"
Admite Antonio Navas (Priego, Córdoba, 1976) que si por él fuera, estaría todo el día viendo y siguiendo el deporte: fútbol, balonmano, fútbol sala y, cómo no, baloncesto. Cerró etapa como entrenador en el CB Martos, porque no pudo inculcar su filosofía. Esa que dice que mejorar al jugador es el corazón de todo, el núcleo del trabajo en la cancha. Dice que la experiencia ha sido grata, pero no gratificante. Navas ha entrenado a jugadores que ya están en la NBA como Domantas Sabonis, y a deportistas que están en la ACB, como Alberto Díaz, Santiago Yusta, Pablo Pérez y Jonathan Barreiro. Además, el técnico ha estado en las tres selecciones: la cordobesa, la andaluza y la española, donde trabajó cerca de una década.
La entrevista es en Alcalá, junto a la estación de autobuses. El vínculo de Navas, licenciado en Derecho y gestor de profesión, con Jaén va más allá de las pistas de baloncesto: tiene y mantiene clientes jiennenses. Es jueves, pasó el día de Navidad, y la temperatura admite terraza y cerveza en Casa Pedro.
—Se acabó muy rápido lo suyo con el CB Martos. ¿Por qué?
—Necesitábamos un cambio de dinámica en el grupo. La verdad es que fue decisión mía, porque ni yo estaba dando mi mejor baloncesto ni el grupo de jugadores lo estaba recibiendo. La directiva no quería que yo me fuera y, aunque deportivamente estábamos en un buen momento, pensé que era lo mejor para el club. A veces hay que dar un paso difícil, porque ni yo me adapté al grupo ni ellos a mí. Ha sido una decisión unilateral, y creo que será, como digo, lo mejor para el club. José Miranda y Paco Miranda, miembros de la junta directiva, son personas muy válidas.
—¿Qué balance hace de su etapa en Martos?
—Siempre me quedo con lo positivo. Creo que pese a que hemos tenido nuestros más y nuestros menos, entre jugadores y entrenador, al final todos nos llevamos buena impresión. Todos hemos sido muy honestos. Deportivamente, el equipo cada vez está jugando mejor, y ellos lo saben. Los resultados estaban llegando e iban a llegar. Pero era necesario cortar para empezar de nuevo.
—¿Cree que el equipo logrará clasificarse para el play off?
—Creo que sí. Se lo comenté a usted en una ocasión: ganando los partidos de casa es posible llegar al play off. Hay tres partidos muy complicados en casa, pero ganables: Andújar, Almería y Benahavís. Con eso se llegaría, y si encima se logra una victoria fuera de casa, seguro que se logra. Tienen que remar todos juntos.
—¿Cuáles son las virtudes de la plantilla?
—El núcleo principal se conoce desde hace tiempo. Es una virtud y también es un defecto. Más lo primero que lo segundo. Y son jugadores que en el transcurso del partido obedecen al técnico. Yo sí me he quejado un poco más de los entrenamientos, porque soy más duro, y pienso que ahí no han dado el nivel que podíamos dar. Tienen que hacer valer sus virtudes.
"EL PROBLEMA DE LA LIGA EBA ES LA FIJACIÓN CON LA ESTADÍSTICA"
—Su compañero Nicolás Justicia, exentrenador del CB Cazorla, me dijo que en la Liga EBA sin rebote es imposible competir. ¿Lo comparte?
—Tiene razón. Y suscribo otra cosa. Hay un problema fundamental en la Liga, y no es tanto el tiro y el rebote, sino el asunto de la estadística. Los jugadores hoy en día se miden mucho por los números. A veces tengo la sensación de que prefieren hacer un mal partido y tener buenas estadísticas individuales. Los entrenadores sólo miramos tener un punto más que el rival en términos de estadística. El problema está en los jugadores. Parece que prefieren anotarse un rebote y que el compañero falle. Es el problema de la Liga EBA. Habría que mentalizar al jugador. Y los hay muy pocos. Lo digo por mi experiencia personal y por lo que me cuentan.
—¿Qué nivel real hay en la Liga EBA?
—Realmente, el nivel es bastante alto. Hay jugadores que han pasado por LEB Plata, LEB Oro e incluso en algún caso por ACB. En Unicaja hay campeones de Europa Sub-16, Sub-18 y Sub-20. El nivel es muy bueno. Si se quiere aprender, es una Liga muy interesante para el aprendizaje del jugador.
—¿Con qué momento se queda de su trayectoria como entrenador?
—En el trabajo de cantera he tenido la suerte de ser dos veces campeón de España con la selección andaluza, aparte de lograr otras tres medallas. También he tenido la suerte de entrenar a jugadores como Domantas Sabonis, que está jugando en la NBA ahora mismo. Y otros que están en la ACB como Alberto Díaz, Santiago Yusta, Pablo Pérez y Jonathan Barreiro. Haber formado parte como seleccionador de sus trayectorias deportivas fue muy importante para mí. Volviendo a la cantera, también me quedo con el torneo BAM en el que dirigí a España. Es el campeonato de Europa oficioso para jugadores a partir de los 14 años. Escuchar el himno de España en la final y ganarla fue un recuerdo imborrable. Supuso el primer campeonato internacional para jugadores que ahora compiten en la élite, como Díaz y Barreiro.
En categoría sénior tengo otros dos recuerdos que no olvidaré. Uno fue el ascenso a Liga EBA con el CB Puente Genil. La fiesta en el pabellón fue increíble y emotiva, con gente de la casa. Y destaco los años que pasé con el Virgen del Carmen. Empezamos un proyecto debutante en Liga Nacional. Hubo dos o tres años muy buenos, siempre con jugadores de la cantera, y había un gran ambiente, porque nos quedábamos a cenar después de los partidos. Fue muy gratificante.
—¿Cómo es trabajar para la selección española?
—Estuve siete años. Lo que hace la selección es elegir a gente de cada comunidad autónoma para entrenar dos o tres años y así interiorizan el método de trabajo. La verdad es que lo pasé bien y aprendí mucho. Dirigí a infantiles de primer año, infantiles de segundo año y cadetes de primer año. En la U12 y U13 sólo se entrena, a diferencia de en U14, que sí se compite. Tuve la suerte de ir a Eslovenia como primer entrenador y me di cuenta de que el trabajo es muy diferente. Abunda en lo que yo siempre subrayo: la mejora del jugador es lo más importante.
"ENTRENÉ A RAFA LÓPEZ Y A KOSEKI EN MINIBASKET; AHORA TRIUNFAN EN FÚTBOL SALA"
—¿Le gusta más la táctica o la idea del liderazgo de un bloque?
—Lo que me gusta es mejorar a los jugadores en los entrenamientos. Siempre les digo que el día que no mejoran es un día perdido. Antes que ver táctica colectiva o ver jugadas, intento que mis jugadores sean mejores. A partir de esa mejora llega la de todo el equipo. Ha sido mi filosofía toda la vida, la quise implantar en Martos y no pudo ser. La mejora del jugador por encima de todo. Ésa es mi idea. Soy contrario a eso de 'este jugador sabe tirar bien, y no hace otra cosa'. No, que aprende más registros.
—¿Qué competiciones sigue por televisión o por internet?
—Soy muy de ACB, más que de NBA, que también la sigo y me gusta, más aún cuando veo jugadores que he entrenado. A mí me pones un partido de baloncesto, aunque sea de minibasket, y me quedo a verlo. La Euroliga también la sigo siempre.
—¿Le interesan otros deportes?
—Me gustan todos. Soy muy aficionado al fútbol, muy sevillista. Si puedo, voy al campo. Me gustan todo tipo de deportes, como el fútbol sala y el balonmano.
—Jaén y Córdoba viven un buen momento en fútbol sala.
—Sí. Y le cuento una curiosidad. Dos jugadores que he tenido en minibasket e infantiles, Rafa López, exjugador del Jaén Paraíso Interior, y Koseki, del Córdoba, han sido subcampeones de Andalucía. Perdimos la final contra Unicaja. Cada vez que los veo nos damos un abrazo y comentamos aquellos recuerdos.
"LOS AGRICULTORES DE JAÉN SON MÁS REIVINDICATIVOS QUE LOS DE CÓRDOBA"
—Tiene una gestoría. ¿Qué aprende de la vida de autónomo?
—(Risas) No podemos ponernos malos. No hay horas. Viniendo a esta entrevista he tenido llamadas mientras conducía. El día 24 de diciembre no suelo abrir, porque así lo hacía mi padre cuando llevaba el negocio. He atendido llamadas. En fin, hay que ser atento con la gente, saber que el negocio está en el trato personal, ser constante y trabajador, y aceptar que no hay horario, como ocurre en la época de la recolecta de la aceituna.
—Hay trabajadores que prefieren estar con máquinas que con personas. ¿Tan difícil es el trato humano?
—En mi día a día es indispensable. Por mi oficina pasan más de 3.000 trabajadores de la agricultura. Imagínese. Intento que el trato sea muy humano, en especial con la gente mayor, que todavía no está familiarizada con las nuevas tecnologías. Es cierto que hay mucho ratón de ordenador, ya no de biblioteca, pero los autónomos necesitamos un trato muy humano.
—¿Cómo vivió la crisis su negocio?
—Se notó mucho, sí. Yo soy crítico con el asunto del campo. En época de crisis, con poca cosecha, la gente que necesitaba los jornales para la renta agraría los lograba. Y en la época de mucha cosecha también los conseguían y los mismos. Soy crítico con este tema. Me gustaría que la gente que va al campo cotice los días que vaya, sean 20 ó 100. Y si tienes que cobrar el paro, que sea no por determinados jornales sino porque afrontas un trabajo específico. Sí que se notó la crisis, más en el ámbito empresarial de la agricultura que en el trabajador.
—Trabaja en Priego de Córdoba y tiene clientela de Jaén.
—Priego, Alcaudete y Alcalá están muy cercanas. Tengo muchos clientes con tierras en estos municipios.
—¿Cree que Jaén y Córdoba se miran lo suficiente?
—Deberíamos de estar más conectados. Cada uno mira por su ombligo. Me refiero a que deberíamos ayudarnos más. En Jaén noto más reivindicación por la agricultura, que es el motor principal de ambas provincias. Jaén lucha más por sus derechos. Tengo contacto con Asaja Jaén y Asaja Córdoba, y noto que aquí hay más movimiento en ese sentido, más reivindicación. En Córdoba debemos aprender de vosotros.
—Estamos en Navidad. ¿Qué deseo pide para 2020? ¿Volver a entrenar?
—Le soy sincero. Me han llamado ya dos clubes para entrenar. Uno lo hizo al poco de enterarse del fin de mi etapa en Martos. El otro me ha llamado en Navidad. Y ahora he visto en el móvil una llamada de un club de Córdoba capital. No la he podido atender. Igual sólo quieren felicitarme por las fiestas. Mi idea ahora mismo no es entrenar. Lo dije hace dos años, pero Paco Miranda me convenció para ir Martos, que ha sido una experiencia grata, pero no gratificante. Cualquier proyecto que me ilusione implicará mi entrega máxima. No sé lo que pasará en el futuro.
Fotografías y vídeo: Fran Cano.
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