"Los investigadores necesitamos más financiación para llegar a la gente"
Laura Luque Rodrigo (Sevilla, 1986) es doctora en Historia del Arte por la Universidad de Jaén, donde es profesora. Llegó a Jaén con apenas ocho años y su trayectoria se ha desarrollado entre un mar de olivos. Ha trabajado en inventarios artísticos institucionales y participado en diversos proyectos relacionados con el arte contemporáneo, publicado múltiples artículos en revistas científicas y capítulos de libro; catálogos de exposiciones y libros.
Ha participado en una treintena de congresos nacionales e internacionales, e impartido conferencias en diversas instituciones nacionales e internacionales. Realizó una estancia de investigación en la Pontificia Università Gregoriana de Roma y otra docente en la Universidad de Siena. Es miembro del comité científico de varias revistas y es co-Coordinadora del Grupo de Arte Urbano ligado al GEIIC.
Pertenece al grupo Arquitecto Vandelvira (HUM 573). Además ha coordinado una veintena de actividades divulgativas, como cursos, ciclos de conferencias, mesas redondas, etcétera. Y todo este conocimiento lo pone al servicio de Jaén con actividades con la Noche Europera de l@s Investigador@s. Ella es una de las científicas que desde Jaén luchan por un mundo mejor.
—La primera pregunta es casi obligada. ¿Qué le trajo de Sevilla a Jaén?
—Me vine con ocho años, cuando mi familia se trasladó a Jaén. Se puede decir que soy de aquí.
—Para quienes no la conozcan, ¿cuál es su área de conocimiento?
—Trabajo en el área de Historia del Arte. Estudié el grado, me doctoré y he tenido la suerte de ir enlazando contratos y poder seguir en la Universidad de Jaén, a la que considero mi casa. Me dedico, principalmente, al arte contemporáneo y llevo adelante varios proyectos. Me interesan, especialmente, los asuntos más sociales y me inclino hacia la igualdad de género.
—¿Cómo se trabaja por la igualdad desde el arte y desde su disciplina?
—El trabajo por la igualdad de género es importante desde todas las áreas y creo que en el caso de la historia del arte es especialmente interesante. Nos permite ve cómo a lo largo de la historia, las imágenes pintadas, del cine, los textos... nos han ido transmitiendo una idea de cómo tenían que ser las relaciones entre los hombres y las mujeres; sobre qué papel debíamos desarrollar cada uno, cuáles eran nuestros roles... Si somos capaces de ver de dónde viene eso seremos capaces de deconstruirlo, de comprender que se trata de una construcción social y que se puede cambiar.
—¿El arte nos está enseñando a no tropezar dos veces en la misma piedra?
—Debería. Desgraciadamente vemos muchos productos, sobre todo en el medio audiovisual, que siguen reproduciendo todos esos estereotipos. Hay otros que no y lo importante es saber distinguirlos.
—¿Cómo se explica todo ese trabajo a los más jóvenes en actividades como las que se han llevado a cabo esta semana con la Noche Europea de l@s Investigador@s?
—Presentamos un proyecto de investigación que ha durado dos años y con el que hemos hecho una página web y un videojuego. Hemos planteado la investigación desde el primer momento desde la divulgación. Cuando se pidió la financiación para investigar se hizo con la idea de generar un producto que fuera divulgativo. Y es una página web con unos textos cortos que abordan todo esto de lo que estamos hablando. De cómo hay historias de la mitología que hemos reproducido en la pintura y que ahora vemos en las series como Juegos de Tronos o en películas de Disney como La Bella y la Bestia... También mostramos a artistas que deconstruyen esa imagen.
En la web, además, hemos alojado un videojuego educativo pensado especialmente para estudiantes de la ESO. Aquí a la Feria de la Ciencia hemos traído ese juego en papel y tenemos a la ilustradora que ha hecho los diseños haciendo caricaturas. Lo que hacemos es que de una forma lúdica puedan aprender de dónde venimos y tengan interés de seguir indagando en la web.
—¿Les hacen algunas preguntas que les sorprendan?
—Creo que se quedan más sorprendidos ellos. Cuando le pones ejemplos de las películas que han visto toda la vida se dan cuenta de que vienen de historias mucho más brutales que se han romantizado. Se quedan muy sorprendidos.
—¿Cómo se siente una mujer investigadora en una semana como esta, en la que 400 compañeros sacais vuestro conocimiento a la calle?
—Muy emocionada. Cuando estás tanto tiempo trabajando en un despacho y te dan la oportunidad de mostrarlo a tantas personas y ver que tienen interés, no solo de alumnos sino de maestros, te sientes muy emocionada. Es cuando ves que lo que haces sirve para algo, que no se queda solo en un cajón o en una publicación científica.
—Este año, el rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz, ha insistido en la importancia de las mujeres en la ciencia y de reforzar y revitaliza su papel. ¿Hay que fomentar la igualdad en la ciencia?
—Absolutamente. Se visibiliza mucho en que hay grados o estudios en los que existe una falta de mujeres, como pueden ser las ingenierías. Parece que en las Humanidades ya no es necesario, porque es verdad que estudian muchas mujeres. Pero no es así. Sigue haciendo falta que haya más mujeres que estudien esos grados y que lleguen a puestos importantes. Te pongo un ejemplo: en los museos de nuestro país la mayoría de los profesionales que llegan a través de una oposición son mujeres, pero la mayoría de los directores son hombres. Necesitamos de más mujeres investigadores y que posicionen una visión diferente.
—¿Dónde se ve dentro de diez años?
—Espero continuar investigando y divulgando. Voy a plantear un deseo: deseo que haya más financiación para actividades que puedan involucrar a la gente porque, pese a que hemos mejorado, es una de las grandes carencias que tenemos.
Más información del Proyecto Contextura, en el siguiente enlace.
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