"Hay que ser muy valiente para dedicarse a la política"
La última vez que un político pasó por el Zoom fue el 27 de diciembre de 2020. Era Pedro García Anaya, alcalde de Castellar, que explicó cómo los ayuntamientos afrontaban los momentos más duros de la pandemia por Covid-19. Un año después, centramos el foco en otro dirigente municipal, el de la capital del Santo Reino. Padre de tres hijos y amante del deporte, es capaz de transmitir serenidad en los momentos más insospechados. Atiende a Lacontradejaén en el Salón de Plenos convertido, por media hora, en el de un hogar.
Contesta con paciencia las preguntas a sabiendas de que minutos después debe afrontar una decisión difícil, aplazar la Carrera Urbana Internacional Noche de San Antón Jaén con motivo de la sexta ola. Julio Millán Muñoz (Jaén, 1977) descubre su parte más íntima a la vez que analiza la actualidad de una ciudad que poco a poco se va transformando. No le duelen prendas señalar lo que se ha hecho bien y lo que no en asuntos tan destacados para la ciudad como el Plan Colce o el tranvía. Pero va más allá...
—Cuando era pequeño ¿qué quería ser de mayor?
—Como a todos los chiquillos, me gustaba mucho el fútbol y hacer deporte. Quería ser futbolista, como muchos niños.
—Todavía es un gran aficionado al deporte. ¿Qúe modalidades suele practicar?
—Sobre todo salir a andar y un poco de atletismo. Estoy recuperando el pádel y quiero volver a practicar el ciclismo.
—¿Qué le empujó a dedicarse a la política?
—Desde joven siempre me han interesado mucho los temas sociales y la participación colectiva. Era bastante reivindicativo, siempre muy comprometido. Poco a poco fui implicándome en colectivos, trabajando en áreas de voluntariado y de ahí di el paso a la labor técnica en la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. Fue algo temporal al principio, pero pasó a ser algo más estable.
—De todas las etapas políticas que ha vivido, ¿con cuál se queda?
—Disfruté mucho del área de Juventud, aunque al principio fue duro. Además, yo me forjé en colectivos juveniles.
—¿Alguna vez se ha arrepentido de dedicarse a la política?
(Hace una pausa para pensar)
—Como tal no, pero si volviera a hacerlo de nuevo me plantearía algunas cosas hacerlas diferentes, pero no solo en la política. Alguna vez se te pasa por la cabeza.
—¿Cuál ha sido esa vez que se le ha pasado por la cabeza?
—Pasamos momentos muy difíciles durante la crisis de 2010 y 2011. Y luego por otras circunstancias, porque la política es desagradecida, es difícil y muchas veces está hecha solo para funcionarios, desgraciadamente. O eres funcionario o tienes que ser muy valiente para dedicarte a la política, porque al final estás siempre en el alambre.
—Sobre todo con la municipal, la más cercana al ciudadano.
—Creo que con todas. Es verdad que en la política municipal tienes la oportunidad de mayor cercanía. Pero cualquier persona que deja parte de su vida profesional y la dedica a trabajar desde lo público con una función tan temporal como es la política y, desgraciadamente, tan mal valorada, se merece más reconocimiento que el que se le da. Y no lo digo por mí. Los alcaldes tenemos más repercusión, para lo bueno y para lo malo, pero hay muchísimos concejales de grandes y pequeños municipios y personas que están trabajando en administraciones, como la Junta, a las que hay que reconocer su valor.
PLAN COLCE, TRANVÍA Y DEMÁS POLÍTICA MUNICIPAL...
—De los casi dos años y medio de mandato, ¿cuál ha sido el momento más satisfactorio?
—Hay muchos. Sin ir más lejos, la cabalgata o la recepción de los Reyes Magos junto con los niños y las niñas. Creo que de los momentos más bonitos es cuando los recibimos en este Salón de Plenos y se sientan en el sillón del alcalde y los ves disfrutar...
—¿Y el más duro?
—El más difícil fue con la decisión que se tomó con el Plan Colce. No nos la esperábamos y fue la más difícil.
—Se me ha adelantado a una de las preguntas que tenía para después. ¿Todavía le pesa el Plan Colce?
—Sí, y pesará durante bastante tiempo. Se ha ejecutado mal, se ha desarrollado mal la planificación y la propuesta por parte del Gobierno de España, por el Ministerio de Defensa. Ha sido una mala planificación y una mala gestión de esa iniciativa. Pero desde el área encargada del Ayuntamiento tal vez también lo tendríamos que haber hecho de otra manera, no habiéndole dado tanto realce a algunas cuestiones, ni mascotas ni cosas que no hacían falta para atraer el proyecto. Lo que hizo fue llamar a otras capitales... También hay que decir que otras administraciones no apostaron por Jaén, no sólo del Gobierno de España sino también de la Junta de Andalucía, porque tendría que haber sido una única apuesta en Andalucía.
—¿Le duele que respaldaran a Córdoba?
—No se puede jugar a dos bandas. O se apuesta por una o lo que haces es apoyar a una y a la otra, engañarla. No es justo.
—¿Y desde el Gobierno de España le han dado explicaciones?
—Creo que ha sido una mala gestión de la decisión y de todos los protocolos de decisión de la iniciativa desde el inicio.
—El Plan Colce consiguió entusiasmar a toda una ciudad, porque veía un futuro esperanzador. Creo que es difícil que salga un proyecto que genere tanta ilusión.
—Sería un error que todos los huevos los pusiéramos en la misma cesta, con un proyecto estratégico o sin él. El error principal que se da en nuestra ciudad y en la provincia es que no sabemos aprovechar nuestras oportunidades. Lo que ocurrió con el Plan Colce no nos cambia nuestra hoja de ruta porque lo más importante es que sepamos aprovechar nuestras oportunidades y seguir con nuestros propios medios, como ha hecho Almería. Aún tenemos muchos recursos que explotar, muchas posibilidades y desgraciadamente no se han puesto en valor. Nuestros principales problemas vienen de nuestra desidia.
Uno de los trabajos que hacemos es reforzar la capitalidad para todos los municipios y que la capital de la provincia sea Jaén, no Granada ni Córdoba. También debemos aprovechar el turismo, nuestro patrimonio, la Universidad, nuestros empresarios cada vez más punteros a nivel internacional, historia y comunicaciones. Porque siendo mejorables, tiene una ubicación buena para muchos proyectos. Lo que no puede ser es que el ejemplo sea el de un ayuntamiento endeudado con 600 millones de euros o con la única Cámara de Comercio arruinada de España y que la culpa sea siempre de Madrid o de Sevilla. Tenemos que hacer algo desde Jaén si queremos avanzar de una vez por todas.
—En uno de los últimos plenos, de los más duros del mandato desde el punto de vista del debate político y con poco contenido que repercuta en la ciudad, le llamaron el 'Macron de San Juan'. ¿Qué le parece la comparativa con el dirigente francés?
—(Se ríe). Soy muy práctico y analítico a la hora de la toma de decisiones. Creo que conozco bien el funcionamiento de las administraciones y no nos hace falta entrar en diatribas que no llegan a ningún sitio, porque lo que no llega a los ciudadanos no vale para nada. Cuando llegamos a debates absurdos trato de dedicar mi tiempo a las cuestiones que son prácticas. Entiendo que la oposición proponga cosas que al final nos lleven a perder el tiempo y que no sean ejecutables porque nos quieren hacer perder el tiempo y cuanto peor lo hagamos mejor para ellos. Pero nosotros tenemos que ser prácticos, insisto. De todas formas, lo del Macron de San Juan creo que viene más de entornos cercanos que de la oposición (ríe).
—Es un alcalde de barrio, en el sentido cariñoso de la expresión. ¿De qué iniciativas se siente más orgulloso de las llevadas a cabo en los barrios.
—Me gusta mucho todo lo que se ha hecho para recuperar las zonas medioambientales y zonas verdes. Teníamos una degradación de los parques y jardines que era vergonzosa. También estoy muy orgulloso de las labores de mantenimiento que se están llevando a cabo, con el menor coste posible, con planificación, con contratos previamente planificados, juntando las demandas de los barrios para que sean más económicas y asumibles por este Ayuntamiento... Estamos ahorrando mucho dinero haciendo las cosas de esta manera. Es cierto que quizás no demos respuesta de hoy para mañana, pero al final acaban haciéndose.
—¿Cuántas veces le han dicho que no puede materializar una idea porque no hay dinero?
—Bastantes. Hay veces que no podemos abordar proyectos porque no hay partida presupuestaria o se ha agotado.
—¿Qué se siente cuando se quiere hacer pero no se puede?
—Darle la vuelta y buscar otra fórmula. No cejamos en el empeño porque a la primera nos encontremos con dificultades.
—Hablemos de dificultades. Es imposible hacer esta entrevista sin hablar de pandemia.
—Normal.
—¿Cómo fue ese momento en el que se decretó el Estado de Alarma y la ciudades se vaciaron?
—Al principio me preguntaba sobre los momentos difíciles y esta pandemia ha sido otro de ellos. Nadie nos esperábamos tener que tomar esas decisiones y de una manera tan rápida. Antes de que llegaran nosotros decidimos cerrar los parques, la administración, los centros municipales... fue difícil porque suponía un shock en ese momento.
—¿Veremos en 2022 circular el tranvía?
—Lo importante es que hemos llegado al acuerdo, que tenemos sintonía para mejorar la infraestructura, que tenemos una empresa de transporte urbano que nos va a ayudar y facilitar que se ponga en marcha la mejor fórmula posible de coordinación y que todo va sobre ruedas para que pueda ser una realidad este año 2022.
—Sintonía es una palabra que ha repetido en muchas comparecencias. ¿Qué ha cambiado?
—Ha cambiado el gobierno municipal y hay voluntad política para que se desarrollen las iniciativas y no se pongan impedimentos. Lo tengo que decir así de claro porque todos estos proyectos requieren de un gran trabajo. Con la Ciudad de la Justicia hemos tenido que hacer la entrega en dos y tres ocasiones de formas diferentes, hemos tenido que unificar las parcelas, se ha hecho la cesión del edificio del SAE del Bulevar desde hace dos años y medio y todavía no vemos ni una piedra allí, pero no nos hemos quejado. Hemos cedido el suelo para la Ciudad Sanitaria y estamos pendientes para su firma definitiva, hemos cedido el suelo para el Conservatorio Superior de Música, hemos acabado los trámites y se ha hecho para el Conservatorio Superior de Danza; también hemos hecho la cesión para que en el aparcamiento de La Alameda se haga un centro de salud... En fin, que por nuestra parte no pueden decir que no hemos puesto todo el trabajo que hay que poner y la coordinación necesaria. Y lo hemos hecho sin mirar más allá que en los intereses de la ciudadanía y creo que no siempre ha sido así, sino todo lo contrario. Por eso venían los enfrentamientos y los problemas, porque no dudo de la voluntad de los técnicos y de los empleados de la Junta, ni de antes ni de ahora.
—Cuando tomó posesión como alcalde utilizó el paralelismo con Juego de Tronos y anunció que empezaba a escribir una historia llamada Jaén. ¿Qué se le está quedando en el tintero?
—El principal reto es que sigamos consolidando la idea de que lo que los jiennenses nos queramos proponer lo podemos hacer. Para trabajar esa historia tenemos que creérnoslo. Que nos sintamos orgullosos de nuestra ciudad, de los recursos naturales, patrimoniales, porque son tan importantes... Tenemos tantas cosas... la Catedral, Otíñar, Marroquíes Bajos, el parque periurbano... Y nos dedicamos a llorar. Lo que tenemos que dedicarnos es a trabajar y decirle al mundo que merece la pena venir a Jaén, vivir en Jaén y disfrutar de Jaén.
—¿Volverá a presentarse a las elecciones municipales para seguir escribiendo esa historia?
—Sí. Tenemos los procesos internos de la organización pero si mis compañeros del PSOE de Jaén lo quieren, sí, me presentaré. Tenemos un proyecto que está a medias y en cuatro años, con una pandemia de por medio, no nos ha dado tiempo a desarrollarlo. Queda mucho por hacer todavía.
—¿Se lo pensará dos veces antes de pactar?
—No. Los pactos son los que marca el electorado. Creo que fue la mejor decisión posible en ese momento. Ganamos las elecciones después de muchos años, la ciudadanía quería un cambio con el peor resultado de la historia del PP en la ciudad. La gente quería que se hiciesen las cosas de otra manera, era clarísimo que hacía falta un cambio y quien no lo hubiera apoyado se hubiera equivocado de manera grave.
—¿Mantiene algún tipo de relación con los concejales no adscritos que salieron del equipo de Gobierno?
—Con alguno de ellos sí. Tenemos una relación cordial, la normal que se puede tener como compañeros de este Salón de Plenos. Cada uno tomó la decisión que creyó conveniente.
—¿Correrá la San Antón?
La entrevista se realizó el viernes por la mañana, una hora antes de que produjera la decisión del comité de aplazarla hasta el 26 de marzo.
—No. Por la propia dificultad que tiene la gestión y la organización de la carrera no me parece que yo tenga que estar corriendo sino junto a mis compañeros trabajando. Me gusta estar al lado de los compañeros.
—Por cierto, el deporte está llevando el nombre de Jaén muy lejos.
—Cierto. Es una de las vías que está por explotar, además de los eventos culturales. Además son los que nos hacen estar satisfechos y contentos de vivir en la ciudad. Cuando tenemos una ciudad de economía media, al final lo que se busca es que sea agradable, cómoda y tenga servicios para acceder al ámbito educativo y cultural, además de una buena programación cultural y deportiva que nos haga disfrutar los fines de semana.
—Última pregunta. ¿Qué le han traído los Reyes Magos?
—Me han traido tranquilidad, que no es poco, y como a todos, algo de ropa y cosas así...
Fotos: Andrés García.
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COMENTARIOS
Francisco Pérez Fernández Enero 10, 2022
Todo muy descafeinado. No entra en el fondo de los temas ni se moja para nada. Es una marioneta de Francisco Reyes. De todas formas no será el mejor alcalde de Jaén.
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