"La política municipal es apasionante, te permite vivir el desarrollo del día a día de una ciudad"
"Mi pasión es mi hija". Ahora que está de moda ese término, Remedios Morente Jiménez (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1961), lo acuña para referirse a Lucía, uno de los ejes de su vida. Se le iluminan los ojos cada vez que habla de ella, un brillo similar al que se trasluce cuando se refiere al periodismo. Estudió en Bellaterra, en la Universidad Autónoma de Barcelona y está orgullosa de esa mescolanza de raíces que le ofrece una perspectiva diferente para analizar lo que se le pone por delante, ya sea la aplicación de un 155 o las negociaciones para formar el gobierno en el Ayuntamiento de Jaén. De ideología feminista se confiesa creyente del periodismo digital, a pesar de que más de un dolor de cabeza le ha dado por no ser nativa digital. Ella es la jefa de sección de la delegación en Jaén de Ideal y presume, con humildad, de la transformación que ha experimentado el rotativo en las últimas décadas. Nos tomamos un café con una obrera de las noticias para hablar de noticias, de política, de políticos, de periodistas, de luchas y de transformaciones. Conversamos de la vida con Remedios Morente.
—¿Qué quería ser de pequeña?
—Actriz. A los 18 años quería seguir siéndolo pero en COU se cruzó el Periodismo y me hizo dudar. Me acobardé ante la dificultad de probar en el Centro Dramático de Cataluña, aunque pueda sonar paradójico, y me fui a lo que yo creía que era fácil, el Periodismo.
—¿Alguna vez se arrepintió de esa decisión?
—Nunca. He sido muy feliz con mi profesión. Sigo siéndolo aunque algunas veces salga frustrada de la redacción porque no ha salido el periódico como queríamos o porque es demasiado trabajo y no luce. Pero nunca me he arrepentido. La decisión fue acertada aunque me queda esa duda de qué hubiese pasado si hubiese arriesgado y dedicado al teatro.
—¿Como aficionada no ha hecho nada?
—Alguna vez, hace mucho tiempo. Di clases de interpretación en un taller con una de las mejores actrices y profesoras de actuación, ya fallecida. Pero se limitó a eso, a cultivar esa afición. Lo que sí he hecho es disfrutarlo mucho con mi hija. A ella sí que le gusta, se ha subido al escenario, ha estado en varios grupos y he disfrutado con ella lo que yo no pude culminar.
CON RAÍCES CATALANAS
—Es cordobesa pero ha vivido mucho tiempo en Cataluña.
—Mi familia somos de aquellos emigrantes del 68. Mi madre, que tuvo una visión espectacular, no quería que sus hijas acabaran trabajando en el campo, sin desmerecer para quien lo decida de forma libre. Ella quería para sus hijas otro estilo de vida y en ese momento Barcelona era el destino de muchos andaluces. Allí llegamos un 4 de octubre de 1968. Mi formación hasta la edad adulta fue en Barcelona y mis vínculos emocionales están allí.
—¿Cómo ha vivido todo el proceso catalán desde el referéndum del 1 de octubre y la aplicación del 155?
—Con dolor, impotencia y rabia. Con dolor porque no hemos sido capaces de explicarnos y entendernos. Cuando estás en Barcelona y oyes decir que los andaluces no quieren trabajar, que prefieren el PER, no son emprendedores y que les gusta la fiesta y la siesta, me da mucha pena. Reacciono con virulencia ante eso. Cuando estoy aquí, me irrita que se critique a los catalanes y se haga boicot a sus productos. No nos hemos llegado a entender, no nos hemos querido oír y en eso han contribuido mucho los partidos políticos. Han hecho de este conflicto una guerra de intereses. Al no escuchar es difícil entenderse.
—¿Durante todo este tiempo, en alguna ocasión ha tenido reparo de decir en público de dónde viene por cansancio a esas críticas?
—No, por supuesto que no. No reniego de mis raíces andaluzas y creo que llevo en el ADN el serlo pero presumo de mi paso y de mis vínculos con Cataluña. Es más, en muchos momentos se me identifica más como catalana y no me molesta en absoluto, al contrario. En estos momentos en que a los catalanes se les critica y se les insulta incluso, como también desde Cataluña se insulta a los andaluces, nunca lo he negado y las personas más íntimas me han visto derramar alguna lágrima cuando se aplicó el 155, por ejemplo, o cuando todavía se oye lo de intervenir. Hay otra manera de resolver el conflicto. No soy política ni quien tiene que dar las soluciones pero creo que han dejado pasar demasiado tiempo y con ello que el conflicto crezca. Ha habido falta de entendimiento porque al final, tanto a los partidos soberanistas como a algunos nacionalistas españoles les rentaba política y electoralmente y han sacado tajada. Eso nos ha llevado a la situación en la que estamos. No quito responsabilidad a ninguna de las partes pero creo que se ha dejado que crezca un problema de forma interesada.
—¿Todavía habla catalán en la intimidad?
—Es mi hija la que me obliga y me echa en cara que no le haya enseñado. Me excuso diciendo que cuando hace 31 años recalé en Jaén dejé de hablarlo. Me parece una lengua preciosa, con un ritmo y dulzura. Nosotras la hablamos de forma puntual y cuando vemos alguna serie catalana lo hacemos en versión original porque ella quiere aprenderlo y me parece fenomenal.
—Habla mucho de su hija, ¿qué estudia?
—Ciencias Políticas y Filosofía. Nos ha salido una mujer pensadora y de izquierdas, por qué no lo voy a decir. La tengo luchando en las manifestaciones del 8M y los viernes contra el cambio climático. Está en Madrid y la ciudad le está dando oportunidades y meterse en mil historias que la ayudan a crecer.
LOS PRIMEROS PASOS EN JAÉN
—¿Qué casualidades de la vida le trajeron a Jaén hace más de 30 años?
—Llevo 31 años en el Ideal pero en Jaén llevo 34 años. Llegué aquí por amor. Dejé Barcelona por una historia y aquí estoy. El devenir de la vida nos llevó a otros derroteros pero una vez aquí era feliz, tenía un trabajo magnífico en el periódico y me quedé.
—Antes de empezar en Ideal, ¿dónde ha trabajado?
—Durante la carrera me estrené en Radio Sant Cugat. Hice mis primeros pinitos y disfruté como una loca porque mi pasión era la radio. Allí me estrené y empecé a ver cuál era mi perfil como periodista. En 1985 llegué a Jaén y tuve una oportunidad puntual en Radio Úbeda. Meses más tarde recalé en Ideal como colaboradora y tras unos meses de experiencia fundamental que me permitieron hacer periodismo de calle, que es como se fragua un periodista, me llamaron para el gabinete de prensa del Ayuntamiento. Por aquel entonces entró de alcalde José María de la Torre. Años más tarde se dio la posibilidad de entrar de nuevo en Ideal, no como colaboradora sino con contrato. Antonio Garrido me llamó y después de pasar una entrevista con Melchor Sáiz-Pardo, el director recientemente fallecido y que tanta gente admira por su trayectoria, confió en mi y desde el 88 estoy en Ideal viviendo una y otra vez las transformaciones del periodismo.
—¿En qué puesto empezó?
—Como redactora. He pasado muchos años en la calle y he hecho política municipal. Dentro del periodismo, junto a sucesos, me parece de las áreas más apasionantes. La política municipal te permite vivir el desarrollo del día a día de una ciudad, los pros y los contras, las críticas... Durante esos años he conocido a gente genial, que me ha aportado unos conocimientos muy importantes y he disfrutado mucho. Creo que una de mis mejores etapas en periodismo fue cuando trabajaba en la sección de municipal, cuando conectaba con gente de la calle.
—¿Echa de menos hacer periodismo de calle?
—Sí. Me gusta el trabajo que estoy haciendo. No se reconoce, es algo gris porque no se ve. Pero sin ese trabajo de mesa no saldría un periódico. A unos nos toca estar ahora en la parte que no se conoce y otros firman y ponen la foto. Pero tan importantes son unos como otros. Esto es una cadena y cualquier trabajo es importante para que al día siguiente esté el periódico o el informativo o un telediario.
EL PERIODISMO DE HOY
—Ahora que dice que unos firman y ponen la foto. ¿Los periodistas estamos pecando de exceso de protagonismo?
—Sí. Es una profesión muy egocéntrica y eso es perjudicial para la propia profesión, la información que se transmite. Muchas veces por convertirte en el héroe de una exclusiva o de una información, no sólo se peca de protagonismo sino que se pueden desvirtuar determinados aspectos. Esta es una iniciativa heredada, como casi todo, del periodismo norteamericano. Es una forma de atraer al lector y creo que al lector se le atrae con buenas historias y punto. Y hay una cosa peor aún. Cuando uno hace alusión a una información suya en las redes sociales, hay que anteponer al medio y no a la persona porque el yo, mí, me, conmigo está tan asentado en algunos periodistas que más que atraer, aleja. La marca está por encima.
—¿Como ha cambiado Ideal en estos treinta años?
—Ideal ha evolucionado de una forma espectacular y gracias a eso seguimos siendo un referente en Jaén y sobre todo porque en los últimos tiempos la empresa se ha dado cuenta de que la apuesta es internet, es digital.
—¿Cómo está siendo esa adaptación para gente como usted, que no es nativa digital?
—Es apasionante. Internet no es el futuro, es el presente. Si ganas lectores es a través de las redes, de internet, de la web... Yo que no soy nativa digital lo vivo con cierta dificultad porque me cuesta más aprender los métodos. Pero, por otro lado, soy una creyente. Lo difícil está en el equilibrio. Ideal es el periódico más antiguo de la provincia, con 80 años de historia, hay que mantener el papel que es nuestra gran referencia y apostar por lo digital. Ahora ya todo va a digital, no nos guardamos casi nada. Lo primero es la web, dar la información al suscriptor, al lector de internet y, después, el periódico con más sosiego. Pero mantener el equilibrio entre el periodismo digital y el de papel es difícil. Hoy por hoy seguimos creyendo en el papel y hoy por hoy tenemos que creer de forma ciega en la web, que es nuestro futuro y salvación como marca porque todos los nuevos lectores llegan a través de ahí.
—En mi opinión, Ideal Jaén fue el medio de comunicación de la provincia que mejor cubrió la noche electoral municipal, con un infografismo que demuestra esa apuesta por lo digital. ¿Cómo se preparó ese ingente trabajo?
—Fue una idea coordinada desde la redacción central, con Elena de Miguel, con los responsables de las delegaciones, en nuestro caso con José Luis Adán. Fue un trabajo duro porque durante semanas hubo que ir preparando material para que los infógrafos preparasen un trabajo que se hacía por primera vez en esta campaña. Lo que hicimos es que durante el recuento iban entrando y saliendo concejales y eso es un trabajo que llevó semanas de preparación. Nuestro compañero José Liébanas, que es el experto en municipal y política, estuvo días enteros buscando fotos, documentación, perfiles de los candidatos e, incluso, haciendo pronósticos sobre los posibles resultados. Y todo fue gracias a una gran organización y coordinación con el grupo de digital y las delegaciones. Además, necesitó de la disponibilidad y predisposición absoluta de todos los redactores que estuvieron preparados para mandar la información en el momento en que se conocía la información.
—Esa es la muestra de cómo el periódico decano apuesta por lo digital.
—Hay que creerse el periodismo digital, que es tan bueno como el de papel. No hay que tener miedo y la prueba sois vosotros, Lacontradejaén, que os habéis metido en una idea, en una aventura, que tiene sus riesgos pero hay que correrlos. No hay vuelta atrás.
—El digital tiene un problema, que es la inmediatez y en estas elecciones se ha demostrado. Lo hemos visto con el recuento de la noche electoral, con ese concejal que Vox arrancó al PSOE y que a muchos nos cogió con la crónica escrita, o con las negociaciones para formar gobierno.
—El problema está en nosotros. Estamos por la inmediatez, por la exclusiva, por darlo el primero. Se nos está escapando de las manos y hay que tener temple, que lo da la experiencia. Cuando crees que tienes una exclusiva hay que pararse un poco porque lo hemos visto en las negociaciones de los pactos. Ahí es cuando la gente con cierta experiencia decimos que hay que esperar cinco o diez minutos más antes de que metamos la pata o tengamos que corregir. Creo que por dar exclusivas estamos arriesgando demasiado, de ahí que el lector, que no es tonto, se dé cuenta de que a veces metemos la pata.
LA POLÍTICA MUNICIPAL DE JAÉN DURANTE LAS ÚLTIMAS SEMANAS
—¿Cómo ha vivido todo este proceso de negociaciones que los periodistas hemos calificado como un juego de tronos?
—Yo nunca había vivido esta situación. Lo máximo que yo he vivido fue cuando Carmen Peñalver tuvo que negociar con Izquierda Unida. Pero por aquel entonces estaba José Luis Cano, que es muy paciente, y las negociaciones, aunque tensas, salieron felizmente por la templanza de ambos, pero sobre todo de José Luis Cano. Pero yo nunca he vivido una negociación como esta. Creo que se ha trasladado por parte de según qué partidos, algunos queriendo o sin querer, el interés por coger poder que por negociar un programa de Gobierno. No he oído en todas estas negociaciones anteponer una idea de ciudad a los puestos. Eso traslada una imagen de oportunismo, de querer poder, de coger un sillón y cunde la idea en la sociedad de que ya tienen trabajo para cuatro años... Creo que no se ha hecho bien, se tendría que haber antepuesto un eje de actuación que uniese a los dos partidos que están condenados a entenderse, con pasión o sin pasión. Creo que los próximos meses van a estar muy emocionantes.
—¿El ‘matrimonio político’ durará cuatro años?
—No te lo podría asegurar. Sabemos cómo es el PSOE por su trayectoria como partido pero tengo dudas de cómo va a reaccionar Ciudadanos. Es un partido sin trayectoria realmente. Es una formación compuesta por gente que tiene ganas de hacer política, de defender a la ciudad, pero a veces dudó porque no sé qué ideología tienen y yo creo en las ideologías. Me preocupa que una parte no lo tenga muy claro pero confío, porque su capitana María Cantos procede del movimiento vecinal y esa formación es de las mejores porque se conoce la ciudad y las reivindicaciones.
—¿Qué le parecen los primeros días del nuevo Gobierno?
—Cualquier alcalde tiene que hacer gestos, sobre todo al principio que no puede tomar decisiones de inmediato. Ahora mismo es, efectivamente, una declaración de intenciones de lo que quiere ser. Me gustó mucho la foto del jueves en el patio del Palacio de Cultura, al lado del Salón Mudéjar. Se trasladó una imagen, no sé si intencionada o salió sola, de consenso. Allí estaban todos los representantes políticos, incluso Javier Márquez con un poco de pesadumbre todavía y hay que entenderlo, junto con los afectados. Hay que ver la foto, sus caras y sus posturas. Es un mensaje de Julio Millán, no sé si acordado con María Cantos o no, consenso, de que va a contar con todos y de que va a dialogar. Quiero ser optimista, aunque algunos piensen que soy demasiado ingenua, pero quiero creer que hay buena intención.
—Ha dicho que cree en las ideologías, ¿es una mujer de ideología feminista?
—Sí. Soy feminista convencida y esto me cuesta alguna pelea de vez en cuando con algún amigo o amiga que no lo cree necesario. Mientras exista desigualdad, y existe, será necesario que las mujeres y los hombres que crean que se debe conseguir, batallemos. El feminismo no es ser más que nadie, quiero ser igual que mi pareja, mi compañero... Quiero que me den las mismas oportunidades, y no me quejo porque a mí me las han dado, unas las he aprovechado y otras no. Pero a parte de la igualdad queremos que nos traten por respeto, que podamos ir por la calle a las dos de la mañana sin tener que mirar a un lado y hacia otro porque la simple presencia de un hombre nos causa preocupación. Queremos que no se nos vea como un ser débil que tiene que hacer determinadas funciones porque va asociado a su físico o al ser mujer. Todo eso es el feminismo.
—¿Las periodistas tenemos que seguir luchando por la igualdad en la profesión?
—Sí. A mí me han dado oportunidades, algunas las he rechazado porque he antepuesto la maternidad al trabajo, pero cuando me han dado otra y me ha aparecido oportuno, la he aceptado. Pero en el inconsciente del jefe hombre o jefa mujer, que también, hay una diferenciación de tareas. No en todos, porque siempre hay matices, pero todavía vemos a la mujer periodista que se lo tiene que ganar. Suele empezar por el movimiento vecinal, salud, asuntos sociales... Todavía está ese chip de que se lo tiene que ganar y te lo dice una persona que han confiado y confían en mí en el periódico, pero en algunos ambientes todavía se cree más en que hay compartimentos estanco para las mujeres y los hombres. Todavía queda algún resquicio.
—La última pregunta. ¿Un consejo para los que hemos iniciado esta aventura de ser periodistas y empresarios?
—Primero daros la enhorabuena por la aventura iniciada. No abandonéis, antes de hacerlo buscad ayuda. Sois presente y futuro, solo necesitáis paciencia. Sé que estáis trabajando muchas horas, que no luce lo que se hace muchas veces, pero el camino que habéis elegido es el correcto. Hay que ganarse al anunciante y sé que es duro ir buscando publicidad para mantener el medio. Pero tenéis que tener paciencia y seguridad de que lo que estáis haciendo es lo correcto, que estáis en el camino. Antes de abandonar, buscad ayuda y sobre todo paciencia. El que resiste, gana y aunque la resistencia es dura, porque a veces parece que estamos en las trincheras, ganas.
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COMENTARIOS

Carmen Morente Jiménez Junio 23, 2019
Me ha encantado y no por ser quién es,por cómo se expresa porque todos la tenemos como referente y porque aún no le han dado el lugar q se merece en jaen
responder
Carmen Morente Jiménez Junio 23, 2019
Me ha encantado y no por ser quién es,por cómo se expresa porque todos la tenemos como referente y porque aún no le han dado el lugar q se merece en jaen
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Jose Antonio Romero Morente Junio 23, 2019
Ahora que estamos en una epoca donde el periodismo es poder,corrupcion,engaño,mnipulacion,etc.es un orgullo saber que todabia hay periodistas de escuela,forjada en la pureza y la verdad del periodismo,hay muchos mas y quiero felicitaros a todas/os que como Remedios habeis seguido el camino de la honradez profesional,ENHORABUENA
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Carmen Morente Jiménez Junio 23, 2019
Muy buenas las dos,pero a mí me mueve el corazón y ella es mi referente en todo y todo lo que diga me parece genial,solo puntualizar que jaen no le ha dado el lugar que se merece
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