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"Antes eran más personas solas las que venian en situación de sin hogar y ahora vemos incluso familias"

"Antes eran más personas solas las que venian en situación de sin hogar y ahora vemos incluso familias"

Por Esperanza Calzado - Octubre 27, 2024
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Este domingo se celebra el Día de las Personas sin Hogar. Y como cada año, Cáritas lanza la campaña "Nadie sin hogar 2024" bajo el lema "Caminemos juntos". ¿Cuál es la situación en Jaén? ¿Qué personas se encuentran en esta tesitura? ¿Cómo se les puede ayudar? De todo ello da cuenta, en el zoom la responsable del Programa de Personas sin Hogar de Cáritas, Sonia Quirós López (Jaén, 1977).

—¿Cuándo y cómo llegó a Cáritas Diócesana?

—Hace muchos años, no te sabría decir cuantos... unos 19 0 20. Llegué como voluntaria precisamente en el programa de Personas sin Techo, como se llamaba entonces, de Cáritas Interparroquial. Empecé a colaborar en el piso de mujeres, ya que por aquel entonces había uno de hombres y otro mujeres. Empecé como monitora, pero como voluntaria. Después me fui de Jaén y estuve mucho tiempo fuera de Cáritas porque viví fuera de Jaén. Volví 2013 con Animación en el Territorio, que es un programa de acompañamiento al voluntariado. Ahí estuve prácticamente 10 años. Y es en 2023, cuando me piden hacer el cambio al programa de Personas sin Hogar. En enero de 2023 me hice cargo como responsable de la coordinación del programa de Personas sin Hogar.

—¿Qué hace este programa? ¿Y por qué es importante recordar este día?

—El Día de las Personas sin Hogar se celebra en noviembre. Lo que pasa es que la campaña que tenemos de Cáritas la hacemos en octubre. Lo que hace el programa de Personas sin Hogar es acompañar a este colectivo. Muchas veces tenemos la creencia que desde Cáritas ayudamos a la gente. Nosotros, más que ayudar, lo que hacemos es acompañar. Nuestra tarea es propiciar que las propias personas produzcan un cambio en su vida y consigan salir de la situación en la que están.

—¿Cómo?

—Muchas veces con el simple acompañamiento del proceso. No es lo mismo para una persona estar solo ante una dificultad que tener a alguien con quien hablarla, con quien compartirla, con quien expresarla. El ponerle palabras muchas veces te amplía el horizonte y te hace ver la salida que tú solo, sin haberlo verbalizado con nadie, pues no eras capaz de ver.

—¿Cómo llega hasta aquí una persona en esa situación? ¿Cómo se ponen en contacto con vosotros?

—Hay algunas personas que llegan por iniciativa personal. Tocan a la puerta, al hogar o al centro de día. Muchas veces solicitando directamente en primera persona la ayuda. También llegan a través de las parroquias o de otras instituciones, como puede ser Asuntos Sociales. 

Una vez aquí, enseguida se les ofrece si quieren desayunar, comer, ducharse... Pasan y es entonces cuándo empezamos a hablar con ellos. Ahí es cuando se inicia ya el proceso de acompañamiento y cuando escuchando a la persona vemos qué podemos hacer por ella. Porque es que el sinhogarismo es muy complejo. Es un fenómeno muy complejo, multidimensional. De esa entrevista que tú haces con la persona, de lo que te cuenta y de lo que percibes que tiene atrancado, es de lo que va a depender el acompañamiento.

—¿Qué diferencia a cada uno de los recursos?

En el Centro de Día lo que hacemos es cubrir sus necesidades básicas porque se les da el desayuno, la comida, se les propicia la ducha, el lavado de ropa, el descanso de la mañana. A partir de ahí, como te digo, empezamos a dar los pasos para que esa persona pueda tener algún tipo de ingreso, dependiendo de cada caso-

Con las personas que ya venimos conociendo y acompañando, que sabemos que están dispuestas a dar un paso más de compromiso, de exigencia, que tienen ciertas posibilidades o que son muy vulnerables, entonces pasan al Hogar donde ya residen las 24 horas los 365 días del año. Aquí ya pues les exigimos más y nos implicamos más también en su proceso, apostamos un poquito más por ello.

—¿En qué se le acompaña?

—En el tema laboral, en buscar una salida a una residencia, a un piso tutelado, a un centro especializado. Porque llegan personas, muy diversas... con discapacidad, con enfermedad mental, personas con enfermedades graves... Dependiendo de cada caso, vamos trabajando. Aquellos que tienen el perfil que ves que son perfectamente recuperables, que simplemente han pasado por una situación que les ha propiciado el sinhogarismo y que se puede recuperar, pues ponemos todo nuestro empeño.

—Veo que trabajáis mucho más allá de paliar el problema inmediato. Entiendo que trabajáis mucho las habilidades sociales para su  reinserción en la sociedad.

—Claro. Por eso el personal que tenemos trabajando en el Hogar Santa Clara son educadores sociales, porque trabajamos ese tipo de educación. Aquí en el Hogar los tenemos que fidelizar a sus tratamientos médicos, que muchas veces las personas que están en calle no se preocupan o no pueden ocuparse de su salud. Aquí se fidelizan a su salud, a sus tratamientos, a su cuidado, a su higiene, a unas pautas, a un horario, a una disciplina, a una constancia.

—¿A cuánta gente estáis atendiendo ahora mismo?

—Ahora mismo te puedo hablar de los datos de 2023, que ya se cerraron y se presentaron. En los tres recursos de Cáritas, porque te he hablado del hogar, te he hablado del centro de Díaz, pero tenemos también Buenamadre, que es un centro de pernocta, son unas 350 personas. En Buenamadre llegan por la noche, duermen y salen por la mañana. Tenemos la peculiaridad de que algunas de las personas que duermen en Buenamadre usan también el Centro de Día.

—¿Notáis si con las dificultades económicas que están pasando algunos sectores de la sociedad hay un incremento de llamada a la puerta?

—Por supuesto que lo notamos. Hay un incremento bastante importante de gente que se está viendo en esta situación. Antes eran más personas solas las que venían situación de sin hogar. Ahora estamos viendo incluso familias con menores. Muchas familias que debido a la precariedad laboral, a los ingresos tan bajos que tenemos, a las causas estructurales, realmente son muchas las causas que te llevan al sinhogarismo, pero las causas estructurales están golpeando muy duramente y cada vez más personas más jóvenes, menores incluso, que llegan a nuestras puertas. Ya te quedan las dos últimas preguntas.

—Toda esta semana estáis haciendo actividades. ¿En qué han consistido?

El miércoles arrancamos con la primera. Fue un espacio de oración en la Catedral. Llevamos un testimonio de un voluntario, una persona que acompaña los procesos del hogar Santa Clara. Estuvo dando su testimonio y luego hicimos una oración con y por las personas sin hogar. El jueves hicimos un acto de calle en Roldán y Marín con el que pretendíamos sensibilizar y denunciar. Y hoy, celebramos la Eucaristía por las personas sin hogar. Después  tendremos una convivencia aquí en el hogar, una comida compartida. La campaña de este año tiene el lema. Caminemos juntos. Y nos invita a acercarnos. Y a hacer camino con las personas sin hogar. Porque estamos poniendo el foco. Como te he dicho.

—¿Cuántas personas voluntarias sois?

—Alrededor de 90 personas entre los tres recursos.

—Y la última pregunta. ¿Cómo podemos ayudar? ¿La sociedad puede ayudar?

—Por supuesto que nos podéis ayudar. Yo creo que la manera de ayudar es a través de los pequeños gestos. Y de los gestos sencillos. Cuando nos encontramos con una persona por la calle que detectamos que es una persona sin hogar no nos crucemos de acera, no le volvamos la cara sino mirarlo a la cara, a los ojos. Sonreírle. Decirle buenos días, buenas tardes. Esa es una ayuda muy sencilla. Es lo que realmente cala, lo que transforma.

Las personas que quieran dar un pasito más pueden hacerse voluntarias nuestras. Para eso se pueden dirigir a través de nuestra página web. La última opción sería la implicación económica. Haciéndote socio de Cáritas o con un donativo, bien a Cáritas en general o a un programa específico.

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