MAPEANDO LA DIVERSIDAD GENÉTICA DEL OLIVO

Todavía queda olivar por descubrir, por secuenciar, por identificar. Generalmente, se habla del olivo como un único árbol, pero ¿sabías que existen más de 400 variedades? Cuatro se acaban de descubrir en Jaén 

Jaén, conocida como la "capital mundial del aceite de oliva", alberga un impresionante mar de olivos, consolidándose como el corazón mundial del cultivo de este árbol milenario. Y es que para el que no ha pisado Jaén, lo primero que le golpea a la vista es esa hilera de verde infinito como si fueran un ejército silencioso. Dicen que hay entre 66 y 70 millones de olivos. Contarlos parece lo de menos, a excepción de esos grupos de investigación que todavía descubren aspectos insólitos en un cultivo ancestral.

Generalmente, se habla del olivo como un único árbol, pero nada más lejos de la realidad. El Consejo Oleícola Internacional o los investigadores de la Universidad de Córdoba cifran entre 400 y 600 tipos diferentes de olivos. Depende de cómo se mires: unos son de pura cepa española, otros están medio olvidados y hay algunos que vinieron de fuera. Pero, solo unas 30 se llevan la fama y el negocioñ

La que manda de verdad es la Picual. En Andalucía, sobre todo en Jaén, es la reina absoluta, con más de un millón de hectáreas a sus espaldas. Su aceite tiene ese punto amargo y picante que te sacude el paladar, y no hay quien lo confunda.

El resto son como esos secretos que guardan los pueblos y las fincas más perdidas. En ese contexto se encuentra Citoliva, el Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite. Nació allá por 2002 como fundación sin ánimo de lucro y muchas veces se desconoce la intensa labor que esconde entre bambalinas. Su objetivo no es otro que ser un referente a nivel internacional e internacional en innovación, desarrollo tecnológico e investigación para el sector; un desafío que están logrando con proyectos como Agroclim-Olive.

Comenzaron buscando olivos singulares de la provincia de Jaén. Algunos ya fueron identificados y catalogados por la investigadora Conchi Muñoz, de la Universidad de Córdoba. De su mano, y demás compañeros nació una ‘app’ capaz de identificar variedades de olivo a partir de fotos del hueso de la aceituna.

Pero aunque pueda parecer mentira, "hay muchos que son desconocidon", tal y como reconocen. 

Conscientes de que el agricultor es su principal aliado, ser valieron de la aplicación móvil epicollet (proyecto variedades y olivos singulares) para que todo el que quisiera pudiera subir unas fotos del ejemplar y su fruto.

Tras dos años de investigación, entran en la recta a lo grande, situando al olivar andaluz en el centro de la innovación agronómica. En este tiempo, se han centrado en identificar nuevas variedades, entender su distribución y adaptación al clima, y desarrollar estrategias para afrontar desafíos como la salinidad del suelo y enfermedades emergentes. Y lo han logrado: han dado con cuatro posibles nuevas variedades de olivos en la provincia de Jaén. Algunos, ya abandonados.

—Es uno de los principales logros del proyecto.

Para hacerlo posible, han recolectado y analizado genéticamente muestras de olivos no catalogados, muchos de ellos centenarios o procedentes de olivares abandonados.

Dos de estas variedades han sido localizadas en distintas zonas de cultivo, lo que sugiere que han sido propagadas por agricultores.

Esta investigación no la han hecho solos, ni mucho menos. Se compone de un consorcio integrado, además de por Citoliva, por la Universidad de Córdoba, Balam Agriculture y COAG Jaén. Tambíén ha colaborado el Banco de Germoplasma Mundial de Olivo (BGMO-UCO) y la empresa Biogeos.

MAPEO GENÉTICO

Un grupo interdisciplinar de científicos, entre los que se encuentraba personal investigador del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3 en la Universidad de Jaén, describió en 2013 por primera vez el transcriptoma del olivo, es decir, la parte del genoma donde se hayan la mayoría de genes y de mayor información relevante. Esto facilitaba el desarrollo de proyectos relacionados con la mejora de este árbol y la calidad de su fruto.

Secuenciaron el 80%, que están relacionados con el tamaño del árbol, su entrada en producción y la maduración de la aceituna.

—Por primera vez se describen la mayor parte de genes que tiene el olivo, se identifican y anotan las funciones que tienen, lo que sirve de herramienta a la comunidad científica para desarrollar aplicaciones concretas para distintos problemas.

Lo recordaba el investigador Francisco Luque.

Doce años después, y valiéndose de este avance consolidado con el tiempo, Agroclim-Olive también ha analizado la distribución y adaptación ambiental de más de 100 variedades tradicionales de olivo en Andalucía. Han constatado la extraordinaria capacidad de adaptación del olivo cultivado a diferentes climas y tipos de suelo, capaz de desarrollarse en casi todo el territorio andaluz, excepto a altitudes superiores a los 2.750 metros.

Estos resultados ofrecen información clave para ayudar a agricultores y técnicos a seleccionar las variedades más adecuadas frente al cambio climático.

Además, Agroclim-Olive ha llevado a cabo ensayos en una finca del Valle del Guadalquivir, en plantaciones de alta densidad, para evaluar la tolerancia de seis variedades de olivo frente a problemas como puede ser la salinidad del suelo.

Los resultados muestran diferencias significativas entre variedades, con algunas mostrando una mayor capacidad de adaptación a suelos salinos. Estos resultados son fundamentales para identificar variedades más resilientes, favoreciendo la sostenibilidad y viabilidad del cultivo en suelos salinos, un problema cada vez más extendido por el cambio climático.