Jóvenes de Beas se acercan a la muerte, el alma y el misterio
Alumnos de Filosofía de primero de Bachillerato del instituto Sierra de Segura conocen los institutos Universitario de Arqueología y de Medicina Legal de Jaén
¿Hay vida después de la muerte? Una pregunta que no decae desde que Platón, Aristóteles y Sócrates se la plantearon y, ya en época contemporánea, la recogieron filósofos como Chardin, Heidegger o Morin.
En un rincón serrano de la provincia de Jaén, en Beas de Segura, un grupo de estudiantes de primero de Bachillerato del instituto Sierra de Segura también se plantean esta honda cuestión y, animados por René Morante, el profesor de la asignatura (en colaboración con el resto de departamentos y profesores, padres, las entidades que gestionan los puntos de visita), trabajan con vistas a extraer cuantas más conclusiones, mejor:
"Una de las razones por las que tenía interés en hacer algo así es porque creo que la muerte es un poco tabú y que se esconde, y es necesario pensar un poco, abrir un espacio para pensar sobre ello. Nunca he tratado este tema en clase, aunque la filosofía se preste a ello, pero en verano participé de una actividad que desarrolla un amigo mío, especialista en final de vida, y me pareció una actividad muy necesaria, que pensé llevar a las clases", explica el docente.
Hasta aquí, todo normal. Lo extraordinario (seguro que, al menos, para los estudiantes) es que, puestos a currarse el tema, no dudaron en acudir a lugares donde la huella de la Parca campea a sus anchas y se plantaron en dos instituciones, plenos de curiosidad: el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, también de la capital de la provincia.
"Todo mi agradecimiento a ambas entidades, no solo por su buena disposición y amabilidad, sino porque han sido muy majos durante las visitas", celebra el profesor.
Dos citas que los dejaron de todo menos indiferentes, como aclara el propio René Morante: "El de Medicina Legal fue impactante para ellos; por decirlo gráficamente, en el primero [el de la Universidad] no hubo ningún problema, pero en el otro de vez en cuando salían algunos alumnos porque no se encontraban del todo bien. No vimos ningún cadáver, pero estaba presente, aunque ausente; se notaba que estaban ahí".
Lo que sea para generar en estos jóvenes no solo curiosidad, sino la capacidad de escrutar su pensamiento hasta que puedan tener una visión crítica de asuntos como estos.
Un proyecto que continuará con la investigación de casas encantadas y de milagros y que incluirá una posible ruta del misterio, con el fin de responder a algunos de los interrogantes que, a estas alturas de la película, en pleno siglo XXI, el ser humano continúa planteándose.
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