La crisis sanitaria se cobra su 'primera víctima cofrade'
La banda María Auxiliadora cesa su actividad ante "la falta de empatía" de las hermandades que la contrataron para la Semana Santa de 2020 a la hora de pagar
"Lo he intentado todo, pero estoy muy desilusionado con este tema, no pensaba que las cofradías fueran así; la situación es frustrante para mí, me siento desamparado", se lamenta Daniel Barranco, director de la Banda de Cornetas y Tambores de la Asociación Socio-Cultural María Auxiliadora de la capital jiennense.
El colectivo, de carisma salesiano y presidido actualmente por Manuel David Arias, desarrolla su actividad en la ciudad desde 2002 y, tras reorganizar su formación musical cofrade en 2019, aguardaba debutar en las calles pasionistas durante la Pasión de 2020.
Un anhelo que se ha llevado por delante el estado de alarma y (según el comunicado emitido por la asociación) "la falta de empatía" de las hermandades que la habían contratado para tocar en sus procesiones de este año, que finalmente no pudieron pisar calle a causa de la crisis sanitaria: en concreto, apunta el director, "el Miércoles Santo en Huelma, el Jueves Santo en El Carpio (Córdoba) y la Madrugada también en tierras cordobesas, en Doña Mencía": "No estaba nada mal para ser nuestro primer año", apostilla.
"La banda cesa su actividad musical ante la imposibilidad de seguir adelante. No tenemos liquidez ninguna, y solo podemos subsistir gracias a los contratos", aclara Barranco. Ni dos años les ha durado la ilusión, que se ha esfumado con la misma velocidad con la que frustración y la impotencia han tomado la batuta.
"Todo el sacrificio que esto conlleva, y además con unos uniformes que se han quedado colgados y que no llegamos ni a presentar por culpa de la pandemia, nuevos instrumentos: una deuda de unos tres mil euros", sentencia Barranco, abrumado: "Podemos disolver la asociación y lavarnos las manos, pero eso no es ético, dejaríamos desamparados a unos padres de familia a los que les debemos dinero", explica con relación a las empresas con las que mantienen deudas a día de hoy.
Para el responsable musical del colectivo salesiano, la situación es todavía más dolorosa una vez que han intentado llegar a "acuerdos amistosos" con las cofradías con las que mantenían los contratos y solo han obtenido la negativa por respuesta:
"No hemos exigido nada, preferíamos llegar a un entendimiento, al menos cobrar un porcentaje para pagar las deudas. Pero se han negado en rotundo", asegura.
Con estos mimbres y el apoyo de otras hermandades y bandas nada más publicar el comunicado, la posibilidad de litigar para obtener lo que, en su opinión, les corresponde por Ley es una tentación de lo más sabrosa que, sin embargo, se queda en nada en cuanto vislumbran la posibilidad de perder la causa:
"Podemos ir a juicio, que se demorará, y arriesgarnos a que salga en nuestra contra; eso, junto con la deuda que hemos generado... Intentaremos vender los instrumentos que nos han quedado, hacer rifas, lotería de Navidad, lo que sea para poder pagar aunque sea poco a poco", apuesta Daniel Barranco. Un calvario que no anuncia precisamente una resurrección.
Únete a nuestro boletín