Un hijo adoptivo de Jaén que ya es hijo predilecto de su pueblo gaditano

El desaparecido cantaor Juan Pérez Sánchez, 'Canalejas de Puerto Real' recibe la máxima distinción de su tierra natal a título póstumo
Sus inconfundibles fandangos, Mari Cruz, Rocío... Son solo algunos de los grandes éxitos de Juan Pérez Mesa (Puerto Real, Cádiz, 1905-Jaén, 1966). Aquel singularísimo cantaor flamenco al que sorprendió la Guerra Civil en tierras jiennenses y, de paso, se lo quedó para siempre: Canalejas de Puerto Real, para el universo jondo.
Aquí formó su familia, aquí trabajó, vivió y murió y aquí descansan sus restos, en el nicho 131 de la sección San Fernando del cementerio nuevo.
Hijo adoptivo oficioso de la capital jiennense, ahora lo es también (¡y predilecto!) de Puerto Real, su pueblo, que recientemente le concedió su más alto honor a título póstumo con motivo de la celebración del día de esta villa gaditana.
"Cantaor extraordinario, (...) destacó en los cantes fiesteros que realizó de forma magistral y con su sello personal, amén de ser un cantaor dotado de una gran creatividad y un completísimo repertorio, pues dominaba todos los palos del flamenco", expresan desde el Ayuntamiento puertorrealeño.
BIOGRAFÍA JAENERA
Casado con la jaenera Concepción Mesa Galán, fue padre de tres hijos (algunos de ellos continuadores de su arte) y, en la ciudad del Lagarto, propietario de una empresa de taxis que le permitió vivir cómodamente hasta su fallecimiento, a causa de un infarto cerebral apenas un año después de superar la sesentena de vida.
Reconocido y referente en su género, inolvidables son todavía para muchos sus saetas desde el balcón de su casa de la calle Roldán y Marín, especialmente al paso de Nuestro Padre Jesús.
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