"Lo que más me gusta es cantar de cara al público, con cámaras y focos"
Jabalquinto tiene una iglesia del XVI, un título nobiliario de rancio abolengo al que da nombre, un dibujante de culto, un montón de cosas más y ahora, también, una estrella de la música en ciernes, Lola Nájera. Esa estudiante de primero de Bachillerato con una voz sorprendente que con apenas 16 años deja boquiabierto al personal por su potencia, la belleza de su timbre y un futuro más que prometedor que la ha convertido ya en embajadora de su pueblo, tras su exitoso paso por la pequeña pantalla.
—¿Cómo se siente, Lola, tras el revuelo que ha armado su actuación en Idol Kids?
—La verdad es que muy bien, me siento superapoyada por todos.
—Las redes sociales están llenas de comentarios elogiosos hacia usted tras su paso por Telecinco hace unos días. Imagino que su pueblo no sabrá dónde ponerla, que estarán encantados de que lleve usted a Jabalquinto por bandera.
—Sí, la verdad es que se han unido mucho todos y me han apoyado en todo momento. Ya me llaman la 'representante del pueblo' [sonríe]. Han tenido mucho cariño conmigo.
—Y usted, encantada con ellos...
—Muy contenta de ver que tanta gente me apoya, sí.
—¿De dónde ha salido Lola Nájera, cómo ha estado ese vozarrón prácticamente oculto hasta ahora incluso para los propios jiennenses?
—A mí me ha gustado cantar desde siempre. De pequeña, con dos o tres años, me subía a mi habitación con mi padre, que me buscaba karaokes; me ponía a cantar con los micrófonos de la 'Barbie' y él me grababa. Mis padres, entonces, lo veían algo normal, como un juego, pero cuando estaba ya en segundo de Primaria llegó un fin de curso y no sé cómo surgió la idea de cantar en directo. Me preparé una canción con mi padre, de una serie que me encantaba, El patito feo, que él dedicaba a su padre y yo le dediqué al mío.
—Así empezó todo. Y el paso al escenario, a ponerse delante de la gente fuera de los muros del colegio, ¿lo recuerda?
—Esa sensación de nervios, de cantar hacia el público, me gustó, me llamó la atención y le dije a mis padres que quería aprender a cantar bien. Buscaron una academia en Linares [Musical Linares], y me recibieron. El profesor me hizo una prueba, pero antes me preguntó qué años tenía y me dijo que a lo mejor era muy pequeña y que la garganta todavía no estaría preparada, que quizá no podría aún. Cuando me escuchó me dijo que sí, que tenía las cuerdas vocales bastante bien para mi edad, y me empezó a dar clases.
Ese profesor es Joaquín Robles, al que le pide opinión, con el que siempre cuenta después de tantos años en su academia y con el que mantiene una confianza artística que raya en lo familiar: "Sé que siempre va a hacer lo mejor por mí", asegura la cantante.
—Su profesor y su padre parecen dos de las personas que más le han influenciado a la hora de encauzar su vocación artística...
—Sí, a mi padre le ha gustado mucho desde siempre la música, le encantaba Roy Orbison y era el que me ponía las canciones.
—Y fuera de las aulas de la academia, ¿cuándo pisó por vez primera un escenario?
—La academia hacía conciertos y una vez me incluyó mi profesor para un acto, que se llamaba Noche mágica dorada, en el teatro Cervantes de Linares. Canté Over the Rainbow [la misma canción que en Idol Kids] , por eso le tengo especial cariño, es la primera que canté en un teatro.
—Una vocación, por cierto, que parece tener muy claro el género en el que quiere desarrollarse, alcanzar lo más alto.
—Sí, siempre me he centrado en el género lírico aunque he cantado muchas cosas, no solo ópera. Me gusta también otro tipo de músicas, pero desde que empecé a estudiar elegí el lírico, para educar la voz. Me di cuenta de que esa música tenía algo que me llamaba especialmente la atención.
—Más que una canción, parece su talismán, Lola.
—Es verdad, y es la cancion de recurso que tengo siempre cuando me piden que cante algo, sí.
—No solo su voz, sino también su rostro se ha hecho ya conocido gracias a la televisión. Pero no es la primera vez que canta ante las cámaras.
—La primera vez fue en Prodigios [en La 1 de Televisión Española]. Allí también me fue bien, sí, pero era más para un público selectivo, solo para música lírica. Idol kids abarca más géneros.
—¿Cuándo volverá a Telecinco?
—No sé cuándo voy a volver, pero no es de hoy para mañana. El tique dorado te da la posibilidad de saltarse la fase de los casting e ir directamente a las galas, así que todavía queda que se emitan unos pocos programas. Sea cuando sea, ojalá que la gente no se lo pierda.
—¿Ha despertado ya del sueño del otro día, de maravillar a artistas como Carlos Jean, Edurne e Isabel Pantoja, que le otorgaron el pase de oro con las lágrimas en los ojos?
—La verdad es que lo estoy viviendo todo de una forma muy bonita porque claro, al principio, que hagas un casting para un programa de televisión y te cojan... al principio no te lo crees, es algo que no le pasa a mucha gente. Me gustó mucho, porque los planes que había hecho me salieron bien. Como ya he dicho, en lo personal lo que más me gusta es cantar de cara al público, que haya focos y cámaras delante, así que estaba a gusto, en mi ambiente.
—Es curioso, lo que a otros artistas les da pánico, para usted es un disfrute.
—Me encanta. Entonces, claro, esto, a nivel personal, fue increíble para mí, te da muchas tablas, mucha experiencia. Y luego, a nivel de relaciones, me encantó conocer a Carlos Jean, a Isabel Pantoja y a Edurne, que son unas personas maravillosas. También a Jesús Vázquez, que es un presentador increíble, y a la gente que hay detrás de las cámaras, que te intentan ayudar en todo lo que pueden. Son geniales.
—Y con su familia arropándola...
—Claro, la familia es la que siempre está ahí y te apoya.
—¿A dónde quiere llegar Lola Nájera, cuál es su meta?
—Tengo claro que quiero seguir formándome en el género que reivindico, que es el lírico, no busco fama ni grabar ningún disco.
—Bueno... si surge la oportunidad, a nadie le amarga un dulce, ¿no?
—Claro, claro, pero lo único que quiero es que me conozcan y si necesitan una cantante lírica, que sepan que yo estoy ahí. Lo que más me gusta es actuar en los teatros, me encantaría actuar en óperas, pero tampoco descarto los musicales, que también me gustan muchísimo.
—Cuando llegue ese momento, supongo que tendré que contactar con su agente de prensa para hablar con usted. No se olvide de esta entrevista para cuando le pida otra, por favor.
—Yo, encantada.
—Se lo recordaré.
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