El clásico más oculto

La ausencia de aficionados del Linares reduce la pasión del partido en La Victoria, en el que se miden dos equipos con urgencias

Tres décadas después el Real Jaén y el Linares vuelven a medirse en un clásico en Tercera División. La última vez que ambos equipos se enfrentaron en la cuarta categoría del fútbol español fue en la temporada 86/87, con triunfo para los azulillos en ambos partidos. Sin embargo, el duelo de esta tarde (18.00 horas) en el Municipal de La Victoria no ha generado la expectación de un envite de tal calibre. La decisión de la afición azulilla y de la propia junta directiva de no viajar a Jaén por el "abusivo" precio de las entradas -15 euros- rebaja la emoción del clásico que en la ciudad de las minas se vivirá desde la distancia. Pese a todo, un Real Jaén-Linares siempre es apasionante por su significado y simbolismo.

Los dos equipos más representativos de la provincia llegan a la cita con la necesidad de sumar los tres puntos para no descolgarse del grupo de cabeza, tras las victorias de ayer del Almería B y del Motril. Salva Ballesta, que debuta en casa, podrá contar con todos sus efectivos a excepción de Ramón, que sufre molestias en el abductor, mientras que Joseba Aguado, muy cuestionado en los últimos días, viaja sin los lesionados Joselu y Javi López y el sancionado Josema, y además tiene las dudas de Braim y Jorge Barba, entre algodones. La buena noticia para el preparador azulillo es la presencia de Rubén Palomeque en la lista de convocados, después de que se resolviera con éxito la tramitación de su ficha. No ocurre lo mismo con Omar Monterde, quien, una semana más, verá el choque desde la grada.

EXALTACIÓN DEL ESPÍRITU NACIONAL EN LA FIESTA DEL FÚTBOL JIENNENSE

El derbi no solo llega precedido por la negativa de asistir al partido de la hinchada y directiva linarense, sino por la utilización política para llevar a cabo una exaltación del espíritu nacional que nadie acaba de entender. El Ayuntamiento de Jaén repartirá 5.700 banderas españolas entre los aficionados y los dos equipos saltarán al campo portando una enseña nacional. Asimismo, sonará el himno de España y se leerá el bando del alcalde, Javier Márquez, con motivo del 12 de octubre. Actos que han sido cuestionados por aficionados de ambos equipos en las redes sociales por el uso político que se hace de la fiesta del fútbol provincial.