El futuro se escribe con juventud y En Cursiva

Lacontradejaén incorpora un corresponsal en Linares y crea la sección En Cursiva, más contenido cultural enfocado a los públicos joven y adulto

Nuevo mes, nueva semana y nueva etapa. Llegan cambios a Lacontradejaén. Sinónimo de crecimiento. Por un lado, hoy se suma a la Redacción del periódico Miguel G. Barea, reportero de 26 años. El cometido que encara es apasionante: ser corresponsal en Linares, el municipio donde vive, la segunda ciudad de la provincia. Por otro lado, ayer estrenamos En Cursiva, una sección semanal que acercará las mejores ficciones, audiovisuales y literarias, a los lectores de la mano de José Ramón Casado, colaborador de Lacontra desde el origen.

Hablando de colaboradores, Miguel G. Barea ya era uno de los nuestros a partir de enero del año pasado, cuando debutó con el texto Linares y la esencia del fútbol. La pieza deja ver cuáles son las virtudes del periodista, con experiencia en la comunicación local: inclinación por el reporterismo, marca de la casa, y capacidad de contar las claves de su ciudad también desde la esfera del deporte, parcela en la que cobrará protagonismo dentro del ecosistema del periódico.

La apuesta de los dos fundadores de la cooperativa, Esperanza Calzado y Fran Cano, se resume en juventud y en calidad en la producción de historias. La ambición de la empresa es iniciar ahora un proceso que revitalice la sangre del diario, más vivo empresarialmente gracias al trabajo comercial desarrollado por Carmen Sánchez.

LA FICCIÓN QUE CUENTA

El apetito de historias lleva a Lacontra a seguir de cerca la ficción. De ahí nace En Cursiva. Casado contará con la ayuda de Cano y Barea en la tarea semanal de trasladar películas, series y libros a la audiencia. Hay libertad de formatos, desde la información con aporte audiovisual hasta las reseñas y las contracrónicas dominicales.

Ya en el cuarto mes del tercer curso, la cooperativa de periodismo digital está convencida del espacio importante que ha encontrado en la audiencia y en el espacio publicitario. Subyace una idea congénita: entender para contar, contar para que las historias se lean.