José Muñoz, el cortador sin manos de Linares

José Muñoz, afincado en San Fernando, se ha convertido en un conocido cortador de jamón que colabora con asociaciones benéficas

—¿Eres capaz?

La pregunta se volvió insistente y José Muñoz Sánchez (Linares, 1973) pudo. Su hoy amigo Jesús Delgado lo invitó a que cortara jamón como él, profesional, y Muñoz lo hizo como lo hace todo desde los ocho años: sin la ayuda de las manos que perdió por una descarga eléctrica de 50.000 vatios. Su historia ha sido publicada recientemente por el diario gaditano lavozdelsur.es.

Un año después de la primera toma de contacto, José Muñoz se ha revelado como un cortador que ha entendido la naturaleza del mundo del jamón: no basta con cortar, que puede cualquiera; el arte está en trazar piezas como si fueran dibujos y formas. “Así se ha desarrollado la admiración y el cariño que siento por el jamón. Hay que cuidarlo”, señala en declaraciones a este medio.

A comienzos de noviembre organizó la IV Feria Solidaria de Cortadores de Jamón de San Fernando. El objetivo era recaudar fondos para que 1.100 menores de La Isla reciban juguetes la Noche de Reyes. Él cuenta que ha encontrado una vía útil para ayudar a personas y colectivos de cariz solidario. Casi un centenar de cortadores acudieron a la feria.

“VUELVO A LINARES CON FRECUENCIA”

Muñoz cambió Linares por San Fernando allá por 2008 ó 2009, según recuerda de memoria. No obstante tiene muy presente su ciudad y deja la puerta abierta a hacer algún acto en la provincia siempre y cuando se den las condiciones necesarias. “No me mueve el dinero, ni mucho menos. Y sí que vuelvo a Linares con frecuencia, porque es mi tierra”, admite.

Curtido por los condicionantes que le impuso aquel accidente en la infancia, el cortador sabe que su historia inspira superación. Hay gente con distintas lesiones y discapacidades que le pide consejos vía redes sociales. Lo perciben como un referente: “Mi vida cambió a los ocho años. Lo anterior se ha borrado, y he llevado todo sin echar de menos mis manos”, afirma.

Le han llegado ofertas del mundo de la gastronomía que rechaza. No busca esa vía. Quién sabe si vuelva pronto a Linares para enseñar que sí, que él era y es (extraordinariamente) capaz.