'Malnazidos': Ni una, ni grande, ni libre
La película aprovecha el jugoso contexto de la Guerra Civil española para introducir en su trama a zombies que han sido el resultado de experimentación nazi
Gamberra. Libérrima. Desprejuicida. Genuina…. Son sólo algunos de los adjetivos que ha recibido Malnazidos. El nuevo estreno de Netflix ha atesorado una recepción más que benévola de la crítica. Parece que hemos olvidado a Romero, Raimi, Jackson, Argento y Snyder, algunos de los directores que, auténticamente desvergonzados, libres y originales, sublimaron el (sub)género gore, para dotarlo de un lenguaje propio. La nueva película de Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro intenta aglutinar fragmentos estilísticos de los referentes citados anteriormente con dialecto berlanguiano—, pero siendo perfectamente consciente de dónde está el límite.
Malnazidos aprovecha el jugoso contexto de la Guerra Civil española para introducir en su trama a zombies que han sido el resultado de experimentación nazi. Ésta es la nueva arma biológica capaz de decidir el destino del mundo —cosa que ya de forma desacomplejada planteó Zombies Nazis— y que sirve de pretexto para enunciar un discurso fraternal de patente equidistancia entre los dos bandos que combatieron en España entre 1936 y 1939. Las dos facciones enfrentadas tendrán que llegar a consensos para combatir a este mal mayor, capaz de fulminar cualquier tipo de identidad patriótica, ya sea republicana o falangista. Los personajes de ambos frentes funcionan como arquetipos que están destinados a entenderse. Humanismo de parvulario. Todo esto con espacio para el romanticismo: obviamente entre personas de ideologías antagónicas. Actores con el recorrido de Miki Esparbé —antológico su papel de pusilánime revolucionario en la sí interesante El rey tuerto— cumplen en simular caricaturas —simular porque ni son legítimas—, que a través de diálogos prefabricados conducen la trama hacía lugares comunes.
Los directores, que ya habían dejado clara su predilección por comedias más cercanas a Mariano Ozores que a Berlanga —verdadero cine castizo reflejado en Spanish Movie y en Superlópez—, realizan un pastiche que va desde la serie b, hasta la comedia negra, todo ello atravesado por una mirada (superficial) berlanguiana. Cada género tiene su espacio en la película, donde se concatenan escenas de acción, romanticismo, dramas personales o el gore más manido. Una miscelánea acomodaticia donde los géneros cinematográficos pretenden fluir para así llegar al mayor público posible. Esta especie de eclecticismo cinematográfico funciona de manera brillante en momentos puntuales, como en una de las escenas finales de la cinta donde el espíritu inefable de Berlanga se capta a través de una conversación íntima entre un “facha” y un “rojo” dentro de un coche, pero sin suponer una constante.
La película se acaba pareciendo más a una de las últimas obras de Santiago Segura —pensada para contentar a públicos heterogéneos— que a una verdadera vindicación del género del que parte. Una obra excesivamente autoconsciente de sus límites de mercado.
Malnazidos se mueve en la disyuntiva del ser y no ser; es y no es serie b; es y no es una película de zombies, y es y no es una tragicomedia berlanguiana. La cinta se preocupa en casi todo su metraje de contentar distintas sensibilidades. De ser y no ser al mismo tiempo. La única esencia posible de Malnazidos es un batiburrillo conceptual y genérico que entretiene más por acumulación que por singularidad, pero que traiciona los referentes patrios (Berlanga, Álex de la Iglesia e incluso Jess Franco) que si fueron capaces de conjugar un lenguaje universal sin renegar de la pura idiosincrasia española; así como a los directores foráneos que fundaron y refundaron el cine gore.
Y no hay mayor desplante a los clásicos que un pseudo-homenaje; que renunciar a la libertad —y riesgo—, autenticidad y la consecuente grandeza de las que ellos hicieron gala, en pos de un éxito masivo. Esto es Malnazidos; una película apátrida y sin identidad cuya esencia transitoria es —sólo— capaz de producir un placer, igualmente transitorio.
FICHA TÉCNICA
Título original: Malnazidos
Año: 2020
Duración: 101 minutos
Dirección: Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro
Nota en IMDB: 5,7
Nota en FilmAffinity: 5,5
La película está disponible en Netflix
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