José Tomás enseña parte de su dimensión en La Alameda
El diestro regresa al ruedo y corta dos orejas en una tarde difícil por las altas temperaturas y por los toros
Llenó José Tomas La Alameda de Jaén como estaba cantado. Más de 10.000 personas presenciaron en regreso al ruedo del torero, que hoy cortó dos orejas en una tarde complicada. Tuvo que lidiar con el mercurio pasando los 40 grados y con cuatro toros nada fáciles para el espectáculo.
El madrileño pisó el ruedo pasadas ligeramente la siete y media. En apenas veinte minutos, José Tomás acabó con 'Malicioso', el primero toro de la tarde, 537 kilos vencidos. Hubo aplausos y entrega, si bien el animal dejó esa sensación que comentaron los aficionados en el desenlace: faltó algo en medio de tanta expectación.
Los silbidos llegaron con el fin de 'Trampillo' (492 kilos), de la ganadería de Álvaro Núñez. El diestro iba a lo suyo, tocando al animal —a veces parecía que lo quería abrazar— antes de entrar con la espada.
Cortó la primera oreja José Tomás al tercer toro, de nombre 'Pudoroso' (512), también de Victoriano del Río. Antes llegó desde el público el grito más incómodo:
—¡Me aburro! —dijo una voz, contesta al instante por la multitud.
Le puso remedio el de Galapagar en el cuarto. También le cortó la oreja a 'Piripi', una bestia de 517 kilos de la ganadería de Juan Pedro Domecq. Fue ahí cuando más aplausos y vítores se llevó José Tomás. Hasta una voz quiso cantarle, también reprimida enseguida por el coso.
"Bueno, pues ahí está José Tomás. Ahora se adorna con el molinete", retransmitía con el micrófono conectado al móvil un cronista mexicano. Más de 80 medios tomaron parte en la Plaza de Toros para seguir la vuelta casi cuatro años después del mito.
La Alameda rugió por fin a las nueve de la noche. Hubo reciprocidad de cariño entre los espectadores y el torero cuando expiraba la fena. Llegaron la ovación los y pañuelos blancos en la despedida. Saludó a todos el diestro. Y cuándo volverá José Tomás, la gran atracción de las fiestas de la Virgen de la Capilla. Cuando él quiera.
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