Depresión: ¿cómo tratarla?
A pesar de que la depresión siempre ha existido, las cifras se han disparado en los últimos años, la pandemia y los problemas que esta ha traído consigo han afectado de manera importante la salud mental de muchos.
Afortunadamente hoy en día hablar sobre el cuidado de la salud mental está tomando más fuerza, ir a un terapeuta ya no es tan juzgado como se hacia anteriormente, sin embargo, aún existe una parte de la población que no recibe la ayuda que requiere, personas con problemáticas que de no tratarse podrían agravarse y terminar en consecuencias irreversibles.
Las causas de no recibir atención pueden ser variantes dependiendo de la experiencia de vida de cada persona, algunos no cuentan con los recursos para solventar los honorarios de un profesional de la salud y desconocen las diferentes ayudas públicas que existen para este tipo de atenciones, otras prefieren no recibir ayuda por temor al estigma social y, por otro lado, están las personas que no se han percatado de que tienen un problema.
En este artículo trataremos de abordar a rasgos generales lo que es la depresión y como saber si padecemos o estamos en riesgo de sufrir depresión. Es importante recalcar que este contenido no es determinante, siempre será mejor acudir a un profesional de la salud mental para que éste dé un diagnóstico definitivo.
La depresión es un padecimiento que no solamente afecta la mente, sino también el cuerpo, quienes viven con depresión puede llegar a tener alteraciones en el estado de sueño, así como en el apetito y la percepción sobre ciertas cosas, ya sea sobre el mundo en general o sobre si mismos.
Según el DSM-5 (por sus siglas en inglés de Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) existen una serie de criterios para determinar que se está presentando un episodio depresivo, entre los cuales se destacan los siguientes:
- La disminución significativa del interés en casi todas las actividades, es decir, cosas que antes solían causar placer ya no le generan interés. También se puede presentar disminución en el placer/atracción sexual.
- Alteraciones en el apetito, ya sea aumento o disminución del mismo, esto también relacionado con la pérdida y aumento de peso en exceso, sin tener relación con una dieta alimenticia.
- Problemas para dormir, ya sea insomnio (dificultad para conciliar el sueño) o su inversa, hipersomnia.
- Sentimientos constantes de culpa, o de no ser capaz, sin motivo aparente, al igual que sentimientos de tristeza y de vacío reiteradamente.
- Pensamientos o ideación suicida recurrentes, intentos de suicidio o autolesiones.
- Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
- Fatiga, pérdida de energía constantemente.
En muchas ocasiones la depresión se presenta con ansiedad e irritabilidad, lo cual lleva a que las relaciones de pareja, laborales y familiares se vean afectadas. De igual modo, como se mencionó anteriormente, no solamente la parte mental se ve afectada, debido a que se tiende a somatizar el malestar, es decir reflejándolo aspectos físicos, como jaquecas, mareos, dolor de espalda, problemas para respirar, problemas gastrointestinales, problemas de corazón y dolor abdominal.
Algunas personas notan primero tener estos problemas físicos, pero no suelen relacionarlos con la depresión, es importante recalcar, que no siempre van de la mano, por lo cual, se recuerda la importancia de visitar a su médico y no hacer ningún tipo de autodiagnóstico, recuerde que este artículo es meramente de carácter orientativo.
Si usted cree que esta pasando por esta situación o quiere tener más certeza sobre ello, hoy en día existen plataformas en línea donde profesionales de la salud pueden darle una valoración más acertada, en el sitio web de Ajal Salud Mental, puede encontrar un test que le ayudará a está más seguro sobre su situación, es una empresa asesorada por Secot Jaén, que se dedica las intervenciones con animales y la arteterapia para el tratamiento de la salud mental.
No olvides compartir este artículo para que más personas comiencen a cuidar de su salud mental.
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