El desalojo en El Tomillo queda archivado
María Jesús Díaz y sus dos hijos menores continuarán en la residencia de la calle Cándido Carpio tras salvar una prórroga que cumplía en 2017
María Jesús Díaz Molina, vecina de 57 años de El Tomillo, se temía lo peor: acabar el año fuera de la casa donde vive con sus dos hijos desde hace casi una década. No ha sido así: el desalojo de la jiennense queda archivado provisionalmente por el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital, según traslada la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) a este diario. El colectivo espera que el caso se archive de forma "permanente".
Hoy una treintena de personas, procedentes del colectivo y vecinos de la mujer, han acudido al número 8 de la calle Cándido Carpio para arropar a María Jesús Díaz. Lola Contreras, presidenta de la Asociación de Barrios Ignorados de Andalucía, también ha estado presente.
SITUACIONES LÍMITE
No es la primera vez que Díaz salva una situación límite, pues ya ha habido dos órdenes de desalojo en apenas dos años. De hecho, a finales del pasado mes de octubre logró una prórroga de dos meses que vencía el 30 de diciembre.
Desde la PAH explican que confiaban en que el desalojo no se ejecutara el pasado sábado. "El juzgado nos ha confirmado que el desalojo está archivado con carácter provisional", indica Isabel Mateos, de la plataforma.
Jaén en Común ha celebrado en redes sociales que Díaz y sus dos menores, de 15 y 14 años, continúen en El Tomillo. "La lucha por el derecho a la vivienda es un espacio común de trabajo en el que siempre estaremos", explican desde la fuerza política liderada por Manuel Montejo.
Tal y como informó este diario en un reportaje publicado en La Contra, el caso de Díaz es delicado, pues vive en una casa que inicialmente le alquiló un familiar que no pudo completar el pago de la hipoteca.
Díaz acumula años sin trabajar y carece de prestaciones. La PAH ha informado del caso a las administraciones y a la entidad bancaria desde el 30 de octubre. El colectivo ha apostado en varias ocasiones por la fórmula del alquiler social. "Es intolerable que las tres oficinas antidesahucios de esta ciudad miren para otro lado cuando se producen desalojos", lamenta desde la PAH.
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