"Nunca pensé que sería capaz de hacer lo que estoy haciendo"
Hija de pintor y músico y de bailarina clásica, la artista Belén Jiménez Alcántara (Torredelcampo, 1973) preside actualmente la plataforma Acción por el Patrimonio de Torredelcampo. Un colectivo que acaba de celebrar su primer lustro de actividad con un objetivo más que claro: preservar y poner en valor todo aquello de lo que el municipio puede presumir.
—¿Qué fue primero, su autodescubrimiento como artista o tomar conciencia de su espíritu reivindicativo en pro de la conservación del patrimonio torrecampeño?
—Yo creo que son paralelas las dos. Mi padre también era pintor, a mí se me daba bien dibujar, pero a la hora de estudiar escogí Humanidades. Haciendo la carrera me di cuenta de que no era lo que yo quería y me cambié, me fui a la Escuela de Arte José Nogué. Siempre me ha gustado la historia y el patrimonio, creo que mi gusto por el arte y por la historia han estado siempre unidos.
—La última vez que Lacontradejaén charló con usted a cuenta de su obra creativa fue en 2021, cuando expuso una muestra que el covid había interrumpido. A día de hoy, ¿le dedica más tiempo a la pintura o, por el contrario, su cargo al frente de Acción por el Patrimonio de Torredelcampo se lleva la palma?
—Le pongo más énfasis, ahora, a la lucha por el patrimonio. Aunque profesionalmente me dedico a la decoración, que es la especialidad que estudié, y a impartir talleres de pintura y a la restauración de muebles, esta lucha me quita más tiempo, aunque no lo parezca. Siempre estamos organizando cosas.
—Sarna con gusto no pica, ¿no?
—Así es. Yo nunca pensé que sería capaz de hacer esto que estoy haciendo. En la asociación tenemos gente increíble, profesionales como la copa de un pino: arqueólogos, profesores, historiadores... Y cuando me hicieron presidenta a mí yo no me sentía a la altura. Poquito a poco hemos ido haciendo cosas y, a la misma vez que ha ido creciendo la asociación, he ido aprendiendo yo.
—Una asociación que el pasado mes de diciembre cumplió su quinto aniversario. ¿Cómo andan ustedes de socios?
—Estamos poquitos, aprovecho para hacer un llamamiento a cualquiera que quiera venirse, no pedimos requisitos ninguno. Cualquier persona, da igual si tiene o no estudios, siempre que se interese por el patrimonio de Torredelcampo es bienvenida.
—No tiene por qué ser alguien nacido en el pueblo...
—Claro que no, cualquier persona. Tenemos a gente torrecampeña que viven fuera y son socios, ayudan o colaboran con lo que pueden.
—¿Por qué cree que no se ha conservado, al menos en alto número, el patrimonio histórico artístico del municipio?
—Nos quejamos mucho de que no se ha cuidado el patrimonio, pero creo que no hay que culpar a lo que se ha hecho. Los torrecampeños tenemos fama de buscavidas, somos gente que sale fuera, hay muchos feriantes; yo imagino que las personas que en los 60 y los 70 emigraban, cuando venían veían todo viejo en el pueblo y querían cosas modernas. Querían lo mejor para su pueblo, no se les puede culpar. Ahora se valoran las cosas de otra manera, estamos más pendientes del patrimonio y está muy de moda el turismo arqueológico, por ejemplo, y lamentamos todo lo que hemos perdido. Pero no se puede culpar a aquellas personas que también querían un pueblo moderno, bonito.
—¿Qué satisfacciones le procura a Belén Jiménez el cargo de presidenta de esta asociación? Porque los quebraderos de cabeza se le suponen, como el valor al soldado.
—Muchas, muchísimas. A los pocos meses de constituirnos como asociación empezamos a reclamar, el Ayuntamiento nos hizo caso y al castillo del Berrueco, por ejemplo, le metió mano para que no se cayera. Con la Concejalía de Cultura tenemos una relación buenísima, trabajamos muchísimo juntos, aunque todo lo que pedimos no nos lo dan.
—No querrán malacostumbrarlos...
—Efectivamente. Entiendo también que no es fácil, pero es cierto que colaboramos mucho y que se estén logrando cositas. Entre ellas, que la gente empiece a ver de otra manera lo poco que tenemos, y que lo pongan en valor. Esa es nuestra función como asociación.
—Detrás de ese afán suyo por preservar los hitos histórico artísticos, Belén, lo que hay es un amor grande a Torredelcampo, ¿verdad? ¿Ese es el cimiento de su actitud?
—Sí, por supuesto. Todos los que formamos parte de Acción por el Patrimonio de Torredelcampo sentimos amor absoluto por nuestro pueblo, esas ganas que tenemos de ponerlo en el mapa, de que vengan los visitantes a conocer no solo nuestro patrimonio histórico artístico, sino también el cultural (el flamenco, con nuestro emblema que es Juanito Valderrama), etnológico, gastronómico... Tenemos mucho que ofrecer.
—¿Le queda mucho por delante en el sillón de presidenta, o se avecinan elecciones?
—Hubo elecciones el año pasado y volví a salir elegida.
—¿Está cansada? Escuchándola, queda claro que no.
—Hay veces que te cansas, es mucho trabajo y los avances son muy lentos, se necesita muchísimo dinero para levantar lo que ya está casi desaparecido. Pero cuando consigues algo te motivas, te vienes arriba y la cabeza no para. No solo la mía: la de todos los miembros de la asociación.
—Continuamente cede usted protagonismo a sus compañeros, eso la honra.
—Es que, aquí, cada uno aporta lo suyo. Unos más y otros menos, pero cada uno lo que puede. Ahí tenemos a Juan Carlos Castillo, nuestro cronista, que está para todo y siempre con una sonrisa aunque le preguntemos lo mismo veinte mil veces; José Alcántara, muy aficionado al flamenco, o Juan Moral, también historiador, o el actor Barto Rubio, que es el que nos coordina las rutas teatralizadas. Y gente de todas las profesiones y oficios que aporta lo que puede, ideas o ayuda.
Únete a nuestro boletín